Obama intenta movilizar a su base electoral en Twitter
La economía marca el primer mitin virtual de la campaña de 2012
Barack Obama accedió a la Sala Este de la Casa Blanca y se dirigió a un atril que sostenía un ordenador portátil con el sello presidencial -Laptop One, bromearon los internautas, en referencia al avión Air Force One, el helicóptero Marine One...-. Como en otras ocasiones, Obama anunció que estaba haciendo historia como el primer presidente que iba a llevar a cabo un townhall -una charla entre políticos y ciudadanos- en Twitter. A su lado estaba Jack Dorsey, director y cofundador de Twitter.
Así, Obama se tuiteó a sí mismo la primera pregunta en el experimento que ayer llevó a cabo la Casa Blanca de mantener una conversación en directo con los ciudadanos. Metido como está en la batalla por aumentar el techo de la deuda federal, Obama abrió el debate con sus compatriotas -aquellos que tienen Internet y concretamente usan Twitter solo son un 13%, según datos del último estudio del Centro Pew- con una pregunta sobre qué recortes haría la ciudadanía para reducir el déficit y qué inversiones mantendría. La firmó BO: el mismo nombre que tiene el Dog One, Bo, el perro de la Casa Blanca.
Esa fue su pregunta, la que se autoenvió el presidente, como todas, a la etiqueta #AskObama. La primera de mano de un internauta llegaría a continuación. "¿Qué error cometió al gestionar la recesión económica?". "No explicar bien la magnitud del problema", dijo el presidente.
Comenzaba el espectáculo montado por la Casa Blanca para alcanzar de nuevo a la base que utiliza las redes sociales, la que le ayudaron a conquistar la presidencia en 2008. Las cifras han cambiado mucho desde entonces. Hace tres años, Twitter solo tenía un millón de usuarios y Facebook superaba los 100. Hoy Twitter sobrepasa los 220 y Facebook los 500.
Usted tuiteó y el presidente contestó. Con una excepción. El ciudadano que preguntaba estaba sometido a la tiranía de los 140 caracteres impuesta por Twitter. El presidente, no. Obama se extendió lo que quiso en sus respuestas, que luego fueron reducidas por el equipo de la Casa Blanca para ser procesadas en Twitter.
El ambiente fue todo lo distendido que pudo ser cuando el tema era tan árido como la deuda o el desempleo. Dexter Smith, conocido en Twitter como RenegadeNerd (Renegade es el nombre que otorgó el servicio secreto a Obama cuando llegó a la Casa Blanca; nerd es algo así como empollón), cuestionó a Obama sobre si promulgaría una orden ejecutiva para elevar el techo del endeudamiento siguiendo la sección 4 de la 14ª enmienda de la Constitución de EE UU. Obviamente, ni las preguntas ni los interrogadores entraban en la categoría de ciudadano medio. RenegadeNerd tenía 380 seguidores en el momento de realizar su pregunta. Minutos después ya superaba los 445. Esa puntualización fue hecha ayer por los internautas que seguían el debate en Twitter.
Las cuestiones al mandatario de la nación no estaban concebidas para que llegaran de políticos y periodistas de renombre, como fue el caso del columnista de The New York Times Nicholas Kristof. O de la mano del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, que escogió preguntar a Obama dónde estaban los puestos de trabajo. Obama bromeó sobre la pertinencia de la pregunta, viniendo de un líder republicano del Congreso.
Un equipo de usuarios de Twitter con experiencia en economía (el 27% de las preguntas que llegaban eran sobre esa área) ayudó a seleccionar las cuestiones que se filtraban al presidente casi en tiempo real. No era esta la primera puesta en escena del presidente en las redes sociales. En abril participó en una sesión similar en la sede de Facebook con su fundador, Mark Zuckerberg, que fue retransmitida en directo por YouTube.
Por lo demás, el debate se desarrolló como estaba previsto. Preguntas a las que el presidente dio las consabidas respuestas. Abierta para los usuarios de Internet quedó la cuestión lanzada por el The Boston Globe en su página web: ¿Preguntan los periodistas lo que preocupa a los ciudadanos o hacen mejor esas preguntas estos últimos?
Es una nueva era, nos guste o no.
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