Los combates se centran en Misrata y Ajdabiya
La operación de los aliados frena a las tropas a Gadafi en su avance hacia Bengasi, pero no evita que sigan los enfrentamientos entre ambos bandos.- Se reanudan los bombardeos sobre Trípoli
Los aliados han reanudado a última hora de la tarde de hoy los bombardeos sobre Libia por tercer día consecutivo. Después de las dos primeras jornadas de ofensiva militar, las fuerzas leales a Gadafi están logrando, de momento, mantener el control de sus ciudades clave. El ataque por aire desde el sábado de la comunidad internacional frenó su avance hacia Bengasi, su gran objetivo por ser el bastión de los rebeldes, sin embargo, sí que han conseguido confirmar sus dominios. No ganan terreno, pero tampoco lo pierden.
El mando de la operación militar Amanecer de la Odisea asegura, tras imponer la zona de exclusión área en Bengasi (próximamente, señala, se extenderá hacia el sur y el oeste), las fuerzas de tierra de Gadafi tienen pocas posibilidades de éxito al no poder contar con el apoyo de artillería desde el aire.
Pocas o muchas, lo cierto es que los combates continúan y las tropas del dictador conservan el tipo. En Misrata, la tercera ciudad del país, sus tropas han llevado los tanques hasta el centro de la población, lo que ha provocado un enfrentamiento armado con los rebeldes. Según las informaciones de Reuters y France Presse que no han podido ser confirmadas, nueve personas han muerto. Además, los rebeldes aseguran que soldados de Gadafi han introducido en este enclave a residentes de otros lugares para utilizarlos como escudos humanos.
Otro punto caliente está siendo Ajdabiya, un lugar estratégico porque es la puerta de entrada a la región oriental de Libia y desde ella salen carreteras que llevan a Bengasi y a la ciudad nororiental de Tobruk. Tras el último fracaso de Gadafi en tomar Bengasi, sus fuerzas se replegaron hacia Ajdabiya (150 kilómetros al sur), donde las hostilidades entre ambos bandos están siendo fuertes.
Centenares de milicianos rebeldes, armados con cohetes Katiusha y baterías antiaéreas montadas sobre camiones, han llegado a los aledaños de la localidad, según France Presse, aunque las fuerzas de Gadafi han frenado su avance y les han obligado a retroceder.
La operación Amanecer de la Odisea también se ha empleado en esta zona, bombardeando las posiciones del dictador en Ajdabiya. Los rebeldes han reclamado más ayuda de la comunidad occidental para impedir el avance de Gadafi: "Si no recibimos más ayuda, nos comerán vivos", ha dicho el combatiente Nouh Musmari. Insisten, eso sí, en oponerse a unas fuerzas de ocupación terrestre, un extremo que no contempla la resolución de la ONU. Gadafi ha cifrado en 40 los muertos y en un centenar los heridos como consecuencia de los ataques aliados, aunque no ha mostrado pruebas.
A última hora de la tarde, los aliados han reanudado los bombardeos sobre Trípoli. Según el enviado especial de EL PAÍS, Álvaro de Cózar, varias explosiones han empezado a sacudir la capital de Libia, seguida de disparos de artillería antiaérea. La cadena CNN ha informado que varios impactos procedían de la zona donde se encuentra un complejo residencial del dirigente libio, Muamar Gadafi, ya atacado previamente. En el cielo se aprecian decenas de trazos rojos que deja el fuego antiaéreo sobre el fondo nocturno.
La comunidad occidental insiste en que el objetivo de su misión no es ayudar a los rebeldes en su avance contra Gadafi, sino protegerles de los ataques del dictador. Hasta media tarde de hoy, los aliados habían hecho entre 70 y 80 incursiones aéreas, y habían lanzado 12 ataques con misiles guiados Tomahawk.
De momento, la acción militar de los aliados que ha tenido más efecto, simbólico también, ha sido el ataque al palacio Bab al Azizia de Trípoli, propiedad de Gadafi, por ser, explicaciones oficiales, un "centro de control" desde el que el dictador dirigía los movimientos de sus tropas. Un edificio administrativo de cuatro plantas, a 50 metros de la jaima en la que el coronel recibe a sus invitados, ha quedado reducido a polvo, aparentemente por un misil crucero. Allí podía haberse encontrado Gadafi, lo que ha generado una polémica entre EE UU y Reino Unido sobre los objetivos de esta misión. El ministro de Defensa británico, Liam Foz, ha considerado un "objetivo legítimo" la muerte de Gadafi, algo que ha desmentido el jefe del Pentágono. "Si comenzamos a añadir objetivos adicionales creo que crearemos un problema. Sería insensato", ha respondido Robert Gates.
En el terreno militar, hoy ha sido el día en el que dos F-18 españoles se han estrenado en la operación con una misión de "riesgo moderado". Han realizado el primer vuelo de vigilancia para evitar la violación de la zona de exclusión aérea libia, delimitada por la coalición internacional. Los dos aviones dejaron al mediodía su base al sur de Cerdeña, acompañados por un Boeing 707 de abastecimiento, y según ha confirmado la ministra de Defensa, Carme Chacón, a primera hora de la tarde han regresado a la isla italiana "sin novedad". En la base de Decimomannu permanecieron otros dos cazas que aún no han participado en la "patrulla aérea de combate".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.