La coalición internacional frena la ofensiva de Gadafi
Los ataques por aire y mar de Francia, EE UU y Gran Bretaña consiguen eliminar a la mayoría de los sistemas de defensa aérea de Libia.- La fuerzas de Gadafi controlan el centro de Misrata
El pánico y el miedo se han transformado en alivio y gratitud en Bengasi un día después de que los rebeldes recibieran el apoyo de la coalición internacional, que intervino en Libia para frenar los ataques de Muamar el Gadafi contra su población y conseguir así una zona de exclusión aérea. De esta forma nació la operación el amanecer de la odisea. "Si los franceses no hubieran atacado no sabemos lo que estaríamos sufriendo ahora. Llegaron a tiempo ", ha dicho Yunis Salem a Reuters, de 52 años, un trabajador del sector del petróleo, sentado al otro lado de la carretera de Bengasi, primer objetivo de los franceses. En las afueras de la ciudad, los residentes se encaramaron ayer sobre uno de los tanques gadafistas destrozados y se dedicaron a posar para las fotos. Así representaban la victoria de la primera batalla en la que la coalición internacional decidió formar parte tras la reunión de ayer en París . Hoy, los aliados consideran que ya tienen establecida una zona de exclusión aérea sobre Libia, y que han detenido la ofensiva del líder libio sobre Bengasi, el feudo rebelde.
Es lo que ha reconocido el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el almirante Mike Mullen, 24 horas después del primer bombardeo, a la cadena de televisión BBC. "Los ataques aéreos y por mar de EEUU, Francia y Gran Bretaña han logrado imponer de hecho la zona de exclusión aérea que contempla la resolución 1973 aprobada el jueves por el Consejo de Seguridad de la ONU", ha explicado Mullen.
La ofensiva de los franceses dio paso a los misiles británicos y estadounidenses, que ayer lanzaron a través de barcos de guerra y submarinos más de 110 misiles Tomahawk que alcanzaron 20 de los 22 objetivos fijados contra las defensas antiaéreas del líder libio en Trípoli, según ha confirmado hoy un portavoz del Ejército norteamericano, James Stockman. Hoy, Las fuerzas de la coalición han reanudado los bombardeos sobre objetivos militares en Libia con un intenso fuego de aviación sobre el centro de la capital libia. Acto seguido, un portavoz del Ejército leal a Gadafi ha anunciado un alto el fuego, aunque poco después Al Yazira ha anunciado que las fuerzas militares a favor del regimen han comenzado a bombardear la capital. Precisamente desde Trípoli se ha empezado a ver una columna de humo que sale del complejo conocido como Bab al Aziziyah, a las afueras de la ciudad, donde se encuentra el palacio en el que vive el líder libio, según ha informado Al Arabiya. Esta información contrasta con lo que ha asegurado el director del Personal Conjunto en el Pentágono, William Gortney, que ha insistido en que su objetivo no es alcanzar militarmente al dictador. "No estamos persiguiendo a Gadafi", ha asegurado Gortney.
Ante la intervención internacional, Gadafi ha anunciado a Occidente que no piensa rendirse fácilmente, armará a los libios e iniciará "una larga guerra" para defenderse. De hecho no ha tardado en mover ficha en dirección a Misrata. Varios carros de combate de las fuerzas leales al régimen han ocupado el centro de la ciudad, situada a 150 kilómetros el este de Trípoli y bajo control de los rebeldes, según ha confirmado la cadena Al Yazira. Abdelbasset Abou Merzouk, nombrado portavoz de los jóvenes de la revolución del 17 de febrero, ha asegurado a la cadena catarí que las fuerzas gadafistas han estado lanzando obuses de gran calibre para cubrir la incursión de los blindados.
Los carros han entrado al centro de la ciudad desde al avenida de Trípoli y ha sido fuertemente bombardeada por las afines a líder libio. "Las tropas de Gadafi utilizan la estrategia de la tierra quemada destruyendo todo lo que encuentran a su paso", ha explicado el portavoz, que ha añadido que además de los blindados, francotiradores se han posicionado sobre los tejados de varios edificios y han disparado sobre todo lo que se movía. Su objetivo: destruir los depósitos de carburante y una central eléctrica en Misrata, aunque los bombardeos han impactado también en infraestructuras públicas, complejos industriales y edificios administrativos.
De esta manera Gadafi intenta controlar el escenario que desde hace algunos días se ha convertido en el centro de intensos combates entre las tropas leales al régimen libio, que pretenden ocuparla, y los rebeldes, que la controlan.
A pesar de la ofensiva de Gadafi en Misrata, la coalición internacional ha valorado positivamente el primer día de lucha en suelo libio. Aún así, no todo son vítores entre los rebeldes libios, que han recordado que la guerra todavía no ha terminado. "Se trata de seguir luchando contra Gadafi. Él todavía está vivo", ha dicho Faraz Ibrahim, miembro de la coalición de la oposición, que ante todo ha querido lanzar un mensaje a la coalición internacional: "La gente sigue preocupada. El derramamiento de sangre no ha parado".
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