"Lo peor que puede pasar es que se funda el núcleo"
Manuel Fernández Ordóñez, doctor en Física Nuclear, analiza la explosión en la central nuclear de Fukushima
Manuel Fernández Ordóñez lleva 24 horas siguiendo la confusa información sobre la central nuclear de Fukushima. "No sabemos exactamente qué está pasando, hay mucha información confusa", explica Fernández Ordóñez. Pero aún así ya se puede hacer una recapitulación de lo que ha pasado y de lo que puede llegar a pasar.
"El terremoto afecta al sistema de refrigeración de la central", explica. Una nuclear tiene que estar permanentemente refrigerada, lo que se realiza con tres circuitos de agua. Después fallaron los generadores diésel que hacen que el agua circule y que están como emergencia. World Nuclear News afirma que fallaron por el tsunami y que estuvieron funcionando durante una hora. "En esa situación no hay nada que mueva el agua para refrigerar al reactor", explica Fernández Ordóñez.
"Dentro del núcleo de la central empieza a subir la presión y entonces lo que hacen es liberar gases al edificio de la contención. Imaginemos que el núcleo es como una olla exprés, cuando sube la presión se abre la válvula y sale hacia la cocina, que es el edifico de la contención", señala.
Aun así, la presión en el edificio de la contención siguió subiendo. "La contención está a menor presión que el exterior para evitar que si hay una grieta salga nada hacia afuera. La presión normal es de 400 kilopascales, cuando en el exterior es de 1.000. En la central la presión subió hacia 600 y luego a 850. Entonces es cuando se decide abrir y sacar hacia el exterior el vapor de agua contaminado. Se filtra pero siempre sale vapor radiactivo", resume. Por eso las autoridades desalojaron las poblaciones cercanas a la nuclear.
A partir de ahí la información es más confusa. Hubo una explosión, pero parece de humo blanco, lo que sugiere que se trate de hidrógeno y fuera del edificio de contención, lo que no sería tan grave. "El último comunicado dice que han conseguido restablecer la energía de las bombas y que ya está llegando agua", añade Fernández Ordóñez.
¿Qué es lo peor que puede pasar? "Que se quede sin agua y se funda el combustible del núcleo, que llegaría a 1.800 grados y se formaría una especie de amalgama metálica, como lava fría. Si el edificio de la contención está bien no tiene por qué haber un escape radiactivo". Es lo que ocurrió en Three Mile Island, en marzo de 1979 en Estados Unidos, que paró durante 30 años la construcción de nucleares en EE UU.
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