Nueve policías mexicanos mueren en una emboscada en Jalisco

Nueve policías estatales murieron el jueves en el municipio de Jilotlán de los Dolores (en el Estado mexicano de Jalisco, al oeste del país) en un paso más de la escalada de violencia que azota estos días México. Hacia las cinco de la tarde, hora local, (la madrugada del viernes en España) 10 camionetas con sicarios armados con fusiles de asalto y lanzagranadas cayeron sobre los agentes en un desfiladero que conducía a la presa Chilatán, según ha informado la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco (SSP).

Unos 20 policías repartidos en cinco patrullas recorrían la zona después de recibir informes de la presencia de grupos armados en la zona. Los otros diez policías, dijo la SSP de Jalisco, "se encuentran con vida y fueron quienes repelieron la agresión" de los sicarios, que superaban en número a los uniformados y viajaban en al menos diez camionetas Suburban Liberty y pick up.

Además de los nueve muertos, un agente más permanece desaparecido. Según las primeras informaciones, los sujetos armados podrían habérselo llevado con ellos en su huida hacia Michoacán. "Compañeros de los elementos policiales fallecidos enfrentaron a los delincuentes durante varias horas. Finalmente el grupo delictivo que superaba en número a los uniformados huyó hacia el vecino estado de Michoacán", ha relatado un portavos de la SSP.

La Secretaría de Seguridad de Jalisco ha protestado porque, cuatro horas después del ataque, a la zona de la emboscada aún no había acudido ninguna otra autoridad ni municipal, estatal o federal.

Ataque con granadas

Este no fue el único incidente violento en Jalisco el jueves. Una camioneta arrojó dos granadas de fragmentación contra un chalé en la colonia Bellavista, en Zapopan, dejando cinco heridos, entre ellos dos niños menores de dos años.