Los sindicatos mantienen la presión en la calle en una nueva jornada de huelga
El Gobierno francés intenta transmitir un mensaje de calma y Sarkozy anuncia nuevas medidas.- 3,5 millones de manifestantes, según los sindicatos, pero el Ministerio del Interior rebaja esa cifra a 1,1 millones
El Gobierno francés ha querido transmitir un mensaje de calma pese a la jornada de huelga contra la reforma de las pensiones, de nuevo con un destacado respaldo en la calle.
Los sindicatos franceses han informado que 3,5 millones de personas han marchado en todo el país para protestar contra la reforma de las pensiones de Sarkozy. Según sus cifras, 380.000 personas se han manifestado solo en París. Pero el Ministerio del Interior ha rebajado esa cifra a 1,1 millones. Estos números son similares a los del día de mayor contestación, el pasado 12 de octubre.
Con la calle en contra de la reforma, el Ejecutivo galo ha pasado a la ofensiva para intentar transmitir tranquilidad. El presidente Nicolas Sarkozy ha anunciado a mediodía que va a intervenir para remediar la escasez de carburante, aunque no ha concretado con qué medidas. Poco después, el primer ministro, Francois Fillon, ha asegurado ante la Asamblea Nacional que el suministro de combustible debería regresar a la normalidad en el país "en cuatro o cinco días", después de las protestas y los bloqueos de los transportistas.
Sarkozy ha prometido desde Normandía medidas para remediar la escasez de carburante en una jornada en la que los sindicatos han convocado 266 manifestaciones para presionar al máximo a los senadores durante el debate del proyecto de ley, que los socialistas están retrasando y que se votará al final el jueves o el viernes.
El presidente francés ha dicho comprender "la inquietud" que ha generado la nueva ley y ha insistido en que la oposición tiene derecho a manifestarse "sin violencia". También ha reiterado que no dará marcha atrás en esta reforma, que retrasa la edad legal de jubilación de 60 a los 62 años.
Altercados en Nanterre, Lyon y París
La sexta jornada de protesta desde septiembre, mientras tanto, ha estado marcada por la radicalización de los estudiantes, con un alumno herido en París, y los enfrentamientos con la policía en Nanterre, París y Lyon.
En Nanterre, unos 200 estudiantes de bachillerato se han enfrentado a 30 agentes ante el liceo Joliot-Curie, que ya fue escenario de disturbios ayer. Los incidentes se han saldado con daños en la sede del Tribunal de Comercio. Poco después, se ha informado de que una estudiante de 15 años ha tenido que ser hospitalizada por las heridas sufridas tras el estallido de una moto situada junto a un cubo de basura en llamas cerca de un instituto de París, mientras que en otras partes de la capital la policía ha intervenido para dispersar a jóvenes manifestantes. También en la capital, cerca de la plaza de la República, las fuerzas policiales han alejado a cientos de estudiantes que se manifestaban contra el plan del Gobierno.
En Lyon, la policía ha cargado contra los manifestantes y ha usado gases lacrimógenos. Nueve jóvenes han sido detenidos, según la prefectura del Ródano, que los acusa de atentar contra vehículos y mobiliario urbano. La ministra francesa de Justicia, Michèle Alliot-Marie, ha prometido actuar con "firmeza" contra los que provoquen destrozos en las manifestaciones.
Transporte y combustible
La jornada también ha estado marcada por el cierre de hasta 2.500 gasolineras (el 20%) de las 12.000 que tiene el país y los problemas en los transportes aéreo y ferroviario. Las 12 refinerías, en huelga desde hace casi una semana, han continuado hoy sin actividad y varios importantes depósitos de carburante también han sido bloqueados. La escasez de combustible, multiplicada por la psicosis que empuja a los automovilistas a buscar carburante como sea, amenaza con estrangular la economía francesa.
La petrolera Total ha comunicado que una cuarta parte de sus gasolineras tenían problemas de aprovisionamiento y fuentes del sector confirman que las mayores dificultades para repostar gasolina se daban en las regiones de Normandía, Bretaña y el centro del país, especialmente al sur de la capital.
Además de los problemas de suministro, la atención se ha centrado en las escuelas, con una cifra récord de jóvenes movilizados y con protestas cada vez más violentas. Educación ha cifrado en un 13,95% el número de maestros de Primaria en huelga, menos que en días anteriores, pero los sindicatos elevan la cifra de maestros y profesores de Infantil al 31%, a lo que hay que añadir el bloqueo de entre seis -según el Gobierno- y diez -según los sindicatos- de las 83 universidades y el cierre de 380 institutos. Se trata del número más alto de liceos cerrados reconocido por el Gobierno en lo que va de huelgas, aunque los sindicatos aseguran que son 1.200 los liceos con algún tipo de incidencia de la huelga, 850 de ellos bloqueados.
En cuanto al transporte, en los aeropuertos de París se han suspendido el 50% de los vuelos de Orly y el 30% de los que operan desde Roissy Charles de Gaulle. Hasta las 10.00, 32 vuelos entre Francia y España han sido cancelados, el 15,6% del total de los 204 programados para esta jornada entre los aeropuertos de AENA y los aeródromos franceses.
Los camioneros, que ayer se incorporaron a la protesta, se han hecho notar de nuevo organizando "operaciones caracol" para ralentizar el tráfico en las carreteras de acceso París. La empresa pública de ferrocarriles, SNCF, ha anunciado esta mañana que por el momento se cumplen sus previsiones y que circularán un 25% de los trenes interprovinciales, un 60% de los trenes con salida o destino en París, la mitad de los trenes de alta velocidad y todos los trenes de Eurostar. En España, se han cancelado tres servicios de trenes Madrid-París, Barcelona-París y Montpellier-Barcelona.
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