Los tres españoles de la flotilla internacional llegarán mañana a Barcelona
Estambul recibe como héroes a 470 deportados. - Israel demoró durante horas el despegue de los aviones, con heridos a bordo
Tres aviones civiles turcos con 470 activistas de la Flotilla de la Libertad asaltada el lunes por tropas israelíes, y entre los que se encuentran los españoles Laura Arau, Manuel Tapial y el periodista David Segarra, aterrizaron esta madrugada en el aeropuerto de Estambul, donde les esperaba un gentío que agitaba banderas palestinas. Los tres llegarán mañana por la tarde a Barcelona, según han confirmado la madre del periodista y la ONG Cultura, Paz y Solidaridad, a la que pertenecen los cooperantes.
Tapial y Arau, que residen en la localidad barcelonesa de Taradell, y el valenciano Segarra regresarán en un vuelo comercial que tiene previsto aterrizar en el aeropuerto de El Prat a las 16.35 horas, donde ofrecerán una rueda de prensa.
Minutos después de aterrizar en Estambul, Manuel Tapial ha explicado el momento del asalto en una entrevista en la Cadena SER. "Llegaron matando. Antes de descender del helicóptero ya había tres muertos por disparos desde las zodiac", ha dicho.
Tras el ataque, Tapial asegura que se siente palestino porque ha conocido en primera persona "lo que ellos viven cotidianamente". Tapial se ha mostrado escéptico con respecto a las cifras aportadas por Israel. "Nos hemos enterado de que las cifras oficiales hablan de nueve muertos; yo creo que, al menos hay entre 16 y 20 muertos", ha asegurado. Tapial ha calificado de vergonzosas las acusaciones de Israel de que su Ejército actuó para defenderse. "Es una vergüenza que a 750 personas, todas de ONG, nos acusen de atacar primero. Es imposible que nosotros hubiésemos atacado a tropas de élite", ha añadido. También concidera "una desvergüenza" que Israel los vincule con Hamás.
Su compañera en la flotilla, Laura Arau, ha relatado su experiencia. "Sentía tanto miedo que no sabía qué hacer. Otros se pusieron en pie delante de los soldados haciendo el símbolo de la victoria con los dedos, pero yo cogí la cámara de vídeo y me puse a grabar".
Tapial ha asegurado también que durante su detención, fue interrogado durante tres horas por los servicios secretos israelíes y que durante tres días de cautiverio sólo le ofrecieron comida en una ocasión. Un portavoz del Ministerio de Exteriores israelí ha negado tajantemente esta acusación. A la Embajada española en Tel Aviv no le constan denuncias de maltrato.
Recursos de organizaciones ultranacionalistas
El viceprimer ministro turco, Bülent Arinc, calificó a los activistas de "héroes" que "acudieron a ayudar al pueblo palestino" y calificó su captura de "secuestro" y "acto de piratería". La salida de Tel Aviv fue muy laboriosa. Los activistas, algunos heridos, tuvieron que esperar durante horas embarcados en los aviones en el aeropuerto Ben Gurion antes de viajar a Turquía a bordo de seis aviones de este país, tres civiles y tres militares medicalizados.
El Gobierno israelí achacó los retrasos a problemas administrativos. El principal fueron los recursos presentados a última hora por varias organizaciones ultranacionalistas israelíes contra la orden gubernamental de deportación inmediata. Los recursos pedían al juez que antes de cualquier expulsión se examinaran las responsabilidades penales de cada activista, informa Enric González.
Los tres activistas tienen previsto participar en los actos de homenaje a los nueve muertos, todos de nacionalidad turca, según han confirmado los forenses y las autoridades de Turquía.
Caravana hasta la plaza de Taksim
Mientras las familias españolas contaban las horas para conocer la noticia de que sus hijos se hallaban en un lugar seguro, en Estambul los gritos de "Alahu Akbar" (Dios es el más grande) resonaban a media tarde de ayer en la plaza de Taksim, en el corazón de la parte europea de la ciudad. Cientos de personas esperaban con banderas turcas y palestinas el regreso de más de 500 activistas de la flotilla asaltada por Israel.
La ONG turca Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH), principal organizadora de la flotilla a Gaza, preparó también un recibimiento en el aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, desde donde tenía previsto partir una caravana de vehículos hasta la plaza de Taksim.
Los medios de comunicación locales lanzaron llamamientos para que los ciudadanos no colapsaran la terminal aérea.
El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan se empeñó en repatriar conjuntamente a los activistas de la flotilla detenidos en Israel en tres aviones de la compañía Turkish Airlines. Los tres aviones militares medicalizados transportaron a 21 heridos en el abordaje. Otro número indeterminado de heridos graves, cuyo estado desaconsejaba viajar, permanecieron hospitalizados en Israel. Aunque la mayoría de los activistas se encontraban desde por la mañana en condiciones de embarcar en las aeronaves, los trámites se dilataron porque el Ejecutivo de Ankara insistió en que se realizara un exhaustivo recuento e identificación de todos. Después, llegaron los problemas de la burocracia israelí.
Expectación en las familias españolas
Desde Taradell (Barcelona), Rosa Crusellas, la madre de Laura Arau, esperaba anoche una llamada de Exteriores que les confirmase la salida de su hija. "Solo pude hablar con ella ayer. Solo me dijo que estaba bien y que la habían tratado bien". La madre de Laura aseguró que no habló con la hija del documento que la cooperante tuvo que firmar para su deportación antes de que el Gobierno israelí comunicara la expulsión de todos los detenidos.
Desde Valencia, la madre del periodista David Segarra, quien cubría la expedición para el canal hispanoamericano Telesur, se armaba también de paciencia. "[Desde el Ministerio de Exteriores]Me han dicho: 'Tómeselo con calma porque es un proceso complicadísimo. Tienen que embarcar muchísimas personas y algunas están heridas de gravedad".
Con información de J. C. Sanz, F. Peregil, M. Paoane, E. González e Ignacio Zafra.
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