Polémica visita de Lula a Israel y Cisjordania
El presidente brasileño viaja en un momento conflictivo por su apoyo a Irán y por la construcción de 1.600 viviendas en Jerusalén Oriental
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva sale esta noche para una de sus giras internacionales más polémicas: la visita a Israel y Cisjordania. Además de aterrizar en un momento de particular conflicto entre los gobiernos de Israel y de Palestina, debido a la construcción de 1.600 viviendas en Jerusalén Oriental, todos conocen el apoyo que Brasil, y concretamente Lula, han dado en cada momento al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, quién niega el Holocausto judío y ha expresado su sueño de acabar con Israel.
Israel está dividido en lo que se refiere a lo que Brasil puede hacer de positivo en las relaciones de paz en Oriente Medio. Además del apoyo de Lula al líder iraní, de todos es conocida su simpatía especial por los países árabes, que ha visitado casi todos, incluso los que no mantienen relaciones diplomáticas con Israel como Siria, Líbano, Emirados Árabes y Libia.
El presidente ex sindicalista se ha curado en salud y en entrevista a varios medios de Israel ha confiado haber pedido explícitamente a Ahmadinejad que reconozca el Holocausto, porque de lo contrario "se colocaría contra la Historia". Ha afirmado que le ha dicho al líder iraní que Brasil está en contra de la construcción de la bomba atómica y que es signatario del Tratado de Proliferación de Armas Nucleares (TNP) El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, ha siempre defendido que las sanciones económicas sobre Irán las sufren sobretodo los más pobres de aquel país.
¿Bastarán estas declaraciones para que Israel reciba mañana con menores sospechas al líder brasileño¿ Las opiniones se dividen. Mientras en Israel existen muchos recelos y dudas sobre una posible mediación de Brasil en el conflicto con los palestinos, Cisjordania ve dicha posibilidad con mejores ojos.
Sin embargo, también en Israel, antes de llegar Lula a Jerusalén, los diarios han escrito que Lula va como profeta del diálogo más que como ideólogo. Resaltan la simpatía de Israel por Brasil y el gran carisma personal del ex tornero brasileño que es capaz, ha escrito un reportero, de "dialogar hasta con el demonio".
En realidad, Lula, que es partidario de una reforma a fondo de la ONU, siempre ha abogado, hasta en los casos más difíciles a favor del diálogo y ha creído en él más que en las sanciones, a pesar de que últimamente ha tenido varios resbalones diplomáticos, primero con Honduras, después con Cuba y anteriormente con Irán, lo que ha acabado empañando su figura como diplomático por encima de las partes.
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