PP, PSOE e IU muestran su preocupación por el voto "racista y antieuropeo" de Le Pen
La Comisión pide que Francia "siga siendo fiel a sus valores y compromisos".- Satisfacción entre los partidos de la extrema derecha del continente
Estupor y preocupación. Con estas dos palabras puede resumirse la reacción del Gobierno español y de los principales partidos tras la primera vuelta de las presidenciales francesas, que ha deparado una monumental sorpresa: el segundo puesto del ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que le permite disputar la jefatura del Estado al neogaullista Jacques Chirac. "Xenófobo, antieuropeo o racista" son algunos de los adjetivos con los que desde el PP, PSOE e IU se ha calificado al líder del Frente Nacional.
Tras la sorpresa de anoche, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ha expresado esta mañana su confianza en que el pueblo francés apueste en la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales por los "valores democráticos" y a favor de la construcción europea.
Piqué ha aprovechado además para subrayar lo importante de "acertar" a la hora de diseñar una política de inmigración que combine la integración con el combate a la inmigración ilegal, para evitar, según él, el riesgo de proliferación en Europa de formaciones como la de Le Pen.
Desde el PP, su portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, ha explicado que las causas de este resultado de Le Pen se deben a la cohabitación política, el índice de abstención, la fragmentación del voto ante el número de candidatos y la falta de renovación entre los líderes políticos. Arístegui no ha ahorrado calificativos para el líder ultra y le ha tildado de "xenófobo, racista, extremista, antidemocrático, antisemita, antieuropeo y antisistema".
Según el PP, ahora Jacques Chirac, es "la única opción democrática" para el 5 de mayo, día de la segunda vuelta de los comicios presidenciales.
La secretaria para asuntos internacionales del PSOE, Trinidad Jimenez, ha afirmado por su parte estar "horrorizada" por los resultados electorales, "una noticia terrible para Francia y para toda Europa". Jiménez ha considerado que "la clase política debe cambiar su forma de funcionar porque si no cada vez más personas perderán su interés". "No creo que la gente que ha votado a Le Pen sea racista. Es un voto antisistema, contra el sistema político. Además, la fragmentación del electorado entre muchos candidatos y la fuerte abstención han sido determinantes".
Desde IU, su coordinador general, Gaspar Llamazares, ha lamentado los resultados que se produjeron ayer en Francia, y ha subrayado que éstos significan una vuelta a la política francesa "más xenófoba y autoritaria". Aunque ha dejado claro que son casos distintos, el líder de IU ve similitudes entre España y Francia por el poder que en ambos países están adquiriendo a su juicio los sectores vinculados a la derecha más radical.
La Comisión Europea, por su parte, ha expresado su esperanza de que Francia "siga siendo fiel a sus valores y compromisos", aunque se ha abstenido de valorar los resultados. En este sentido, el portavoz del Ejecutivo comunitario ha señalado que "es quizá es pronto para hacer un análisis detallado" de los resultados de la primera vuelta de las presidenciales y recordó que la Comisión acostumbra a no pronunciarse en ocasiones similares.
"Todos los demócratas de Francia se unirán tras los valores democráticos y contra la intolerancia y la xenofobia", ha dicho el presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, en una declaración que resume el sentimiento general entre Gobiernos y políticos europeos.
"Una bofetada"
La preocupación también ha sido el sentimiento más extendido en las cancillerías europeas tras conocerse el éxito electoral de Le Pen.
Desde el Reino Unido, un portavoz del primer ministro laborista, Tony Blair, ha declarado que "aunque no pretendemos mezclarnos en las elecciones francesas, porque corresponde al pueblo francés decidir solo, esperamos que rechacen toda forma de extremismo".
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, considera que el resultado electoral de las primarias francesas se debe a que los políticos franceses no han dado respuesta a los intereses de los ciudadanos. Berlusconi ha indicado que los políticos franceses no han sabido enfocar la vía de las reformas y no han tenido en cuenta lo que debían hacer para "adelgazar" la maquinaria del Estado.
A su juicio, en Italia hay un liberalismo "social reformista" que, entre otras cosas, tiene el voto de todos los moderados de la izquierda, "cosa que falta en Francia".
Uno de sus ministros, integrante de la postfascista Alianza Nacional (AN), ha marcado distancias con Le Pen. "Si hubiera estado en Francia habría votado por Chirac, no por Le Pen", ha afirmado Maurizio Gasparri, ministro de Comunicaciones en una entrevista a La Repubblica.
El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, ha calificado por su parte de "alarmante", el ascenso del Frente Nacional en Francia.
El resultado de la primera vuelta de los comicios presidenciales franceses "da mucho que reflexionar", aunque aún es demasiado pronto para pensar en sus consecuencias y, para ello, hay que esperar a que se celebre la segunda vuelta, ha añadido.
El ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Louis Michel, se ha mostrado "atónito" por los resultados en Francia, según ha informado su portavoz. "Está en estado de shock y no desea reaccionar", ha añadido.
La satisfacción era cambio el sentimiento predominante en el FPOe austríaco, el partido de extrema derecha que forma parte de la coalición de Gobierno junto con la derecha conservadora, y que ha calificado "bofetada" los resultados de las elecciones en Francia.
El secretario general del partido, Peter Sichrovsky, ha manifestado que "esta sorpresa" es "una bofetada con retraso a los inventores e iniciadores de las sanciones de la UE contra el Gobierno austríaco". "Los electores franceses han dado una lección a los partidos que quieren esconder su falta de ideas políticas con argumentos pseudomorales", ha añadido Sichrovsky, líder del partido de Joreg Haider.
Por su parte, el partido de extrema derecha belga, Vlaams Blok, ha felicitado a través de un comunicado al líder del Frente Nacional francés, Jean Marie Le Pen, por su "espectacular" resultado, que constituye "un fenómeno político en países como Austria, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Francia, donde los electores rechazan a la izquierda".
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