Paula Echevarría, la vida después de ‘Velvet’
La actriz y prescriptora de moda se toma un tiempo de descanso tras ocho años en la pantalla
Paula Echevarría acepta a la llamada de este periódico que la cita para participar en un Faceboock Live. Sabe lo que es. “Ya he hecho uno y me encanta”, proclama de las emisiones en directo en esta red social. Y mientras llegan las preguntas de los internautas habla de sus planes. Los espectadores acaban de reencontrase con Ana Rivera, su personaje en Velvet, pero hace semanas que ella ya se despidió de la exitosa serie. El final es un gran secreto. Solo desvela que hubo lágrimas. Durante cuatro años ha estado atrapada por el papel de una diseñadora de la década de los cincuenta, del que habla orgullosa. “Ana ahora es una mujer madura, que lucha por su trabajo en la España de aquellos años y en un trabajo en el que está rodeada por hombres”. Y añade: “Lucha por hacer prêt-à-porter como en su día lo hizo Pertegaz. Creo que es una evolución muy importante del personaje y un ejemplo para muchas mujeres”.
Para la última entrega de la serie, Paula Echevarría (Candás, 1977) aparece con el pelo corto como sinónimo de modernez. “Yo jamás me lo cortaría”, advierte. La actriz es un icono para muchas mujeres que se fijan en cómo se viste y se peina. Las firmas intentan que elija sus prendas sabedoras de que si ella aparece con una de ellas, ya sea en una alfombra roja o en su blog, el éxito está asegurado. “No me planteo todo esto cuando me visto cada día. Intento ser natural, ser yo misma. Todo es mucho más sencillo y más fácil de lo que la gente se cree. Tampoco intento dar consejos”. Además de en el blog, enseña sus estilismos en su cuenta de Instagram, en la que tiene1,4 millones de seguidores. A través de las redes comenta sus looks. “Lo hago yo misma. De lo contario no sería igual. Pillo al que tengo más cerca para que me haga la foto del día, luego la subo y escribo el post”.
Las marcas buscan a Paula Echevarría como reclamo para sus campañas. La última ha sido Smartgirl by Samsung que la ha seleccionado porque la actriz, dicen, define un estilo de vida de la mujer de hoy: “Sin límites, que sabe lo que quiere, inteligente, divertida, activa y social, que encuentra en la tecnología su mejor aliado para el día a día”. Ella está feliz de que se la vea así.
Le gusta el contacto con la gente y por eso está encantada de que las preguntas le lleguen por el Faceboock de este periódico. Así comprueba cómo siguen su trabajo desde Uruguay, Argentina o Estados Unidos,
La televisión le ha dado mucha fama aunque en este tiempo también ha hecho alguna incursión en el cine. Tras el cerrojazo a Velvet se ha tomado un tiempo. “Necesitaba parar. Por lo menos será hasta primeros de año. Tengo proyectos pero todavía no sé que haré”. Lo dice con una sonrisa quizá porque no quiere desvelar lo que tiene en la cabeza, que algo es, ya que es difícil de creer que una persona tan organizada como ella mantenga su futuro en el aire por mucho tiempo. De momento solo ensaya con su marido, el cantante David Bustamante, que acaba de debutar como actor. “No lo hace mal”, sentencia.
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