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De chaleco salvavidas a tienda de campaña

Achilleas Souras convierte la prenda naranja en un espacio de reflexión sobre el drama de los refugiados

Tiziana Trotta
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Para Achilleas Souras todo cambió en el momento en el que tocó con la mano uno de los chalecos salvavidas usados por los migrantes para alcanzar las costas de la isla griega de Lesbos. Fue en ese momento que su proyecto, S.O.S. Save Our Souls, se moldeó bajo otra perspectiva. Su obra transforma este instrumento que sirve para la protección en el mar en un abrigo temporal en tierra, una tienda de campaña de bajo coste que al mismo tiempo es un espacio de refugio y reflexión sobre el drama de miles de personas.

“Cuando lo sujetas entre las manos y hueles el mar, miras a las cosas desde otro prisma y te das cuenta realmente de que cada chaleco equivale a una vida humana”, explica este adolescente mitad griego y mitad inglés de apenas 15 años. De pocas palabras, vive en Esplugues de Llobregat, cerca de Barcelona, y su pasión por los Lego de alguna manera le ayudó en el desarrollo del proyecto, revela.

“La vivienda sostenible es un tema muy interesante, producir algo con poco material, solo a través de tus habilidades y competencias de diseño”, dice. “Mi único objetivo con esta iniciativa era crear conciencia, todo los demás es secundario. Solo quiero que la gente que se acerque a mi obra vea las cosas desde una perspectiva distinta”.

Souras nunca ha estado en Lesbos, pero le gustaría ir para conocer de primera mano la difícil situación que enfrenta la isla. El joven artista está trabajando en una nueva fase del proyecto para poder construir refugios más baratos, funcionales y fáciles de implementar, que logren “un equilibrio entre arte, crear conciencia y ser útiles para los refugiados”.

Hasta el 10 de julio, unas 238.220 personas han entrado en Europa por vía marítima, según la OIM

S.O.S. Save Our Souls va a estar expuesta en el Museo Marítimo de Barcelona hasta el próximo 25 de septiembre en el marco del proyecto Mar, Muerte, Manos, dedicado a la crisis de los refugiados que se está viviendo en el mar Mediterráneo.

Los miles de chalecos color naranja abandonados por los migrantes se han convertido en un problema medioambiental para la pequeña isla del mar Egeo y han surgido distintas iniciativas que proponen una reutilización creativa de estas toneladas de plástico, espuma y nailon. Por ejemplo, la ONG Odysse usa este material para elaborar productos artesanales como mochilas, carteras, bolsos o impermeables, mientras que unos voluntarios daneses lo convierte en colchones aislantes. El artista chino Ai Weiwei, que el pasado mes de enero abrió un taller en Lesbos para llamar la atención sobre la difícil situación de los refugiados, también se sirvió de los chalecos para una instalación en Berlín en homenaje a los que huyen de las guerras.

Pese a la disminución registrada desde marzo, tras la entrada en vigor del pacto entre la Unión Europea y Turquía para la expulsión de refugiados, las llegadas a Grecia no se han detenido. Hasta el 10 de julio, unas 238.220 personas han entrado en Europa por vía marítima, entre las cuales casi 160.000, muchos de ellos sirios, han utilizado la ruta entre Turquía y Grecia, según el último recuento de la Organización Internacional para las Migraciones. En lo que va del año, las muertes suman 2.942, una cifra superior a las 1.906 registradas en el mismo periodo de 2015.

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Sobre la firma

Tiziana Trotta
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, principalmente en Planeta Futuro y en la Mesa Web. Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Urbino (Italia), Máster en Ciencias Históricas, Filológicas y de las Religiones por la Universidad Sorbona (Francia) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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