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De AC/DC a Queen: grupos que acertaron (o fracasaron) al cambiar de cantante Hoy actúa en Sevilla la banda de Angus Young, esta vez con Axl Rose. Muchos seguidores han devuelto las entradas. Repasamos 17 casos de sustituciones polémicas Verse en la disyuntiva de tener que cambiar al cantante es una de las situaciones más extremas a las que se puede enfrentar una banda. Sea por el motivo que sea, supone un momento traumático para músicos y fans, cuyo poder devastador es directamente proporcional a la cantidad de años que el susodicho llevara plantándose cada noche ante el micrófono. A pesar de las dificultades que acarrea, se trata de una coyuntura que se ha repetido en infinidad de ocasiones a lo largo de la historia, por los motivos más diversos y con todo tipo de resultados. Pero esta año estamos viviendo quizás el ejemplo más paradigmático de locura colectiva con el fichaje de Axl Rose de Guns N' Roses como reemplazo de Brian Johnson tras 36 años de aullidos en AC/DC. Es cierto que Brian, ya con 68 años, ha tenido que abandonar forzosamente ante el riesgo de quedarse totalmente sordo si seguía dando conciertos, pero la llegada del también cantante de Guns N' Roses ha provocado dos facciones enfrentadas a muerte: por un lado quienes le dan una oportunidad y por otro los que exigen un final digno para AC/DC. La que se ha liado ha sido tal, que los promotores de la gira europea se han visto obligados a devolver el dinero de las entradas a quienes se sienten agraviados por el cambio. Se escribe así un nuevo e inesperado capítulo en la historia del rock, dentro de ese apartado de cambios de cantantes que en ocasiones salen bien y en otras salen, las cosas como son, bastante mal. Repasamos algunos casos. El guitarrista Angus Young (Escocia, 1955), líder del grupo, tenía pocas opciones si quería evitar pagar una millonada a las aseguradoras en caso de cancelación definitiva, por lo que optó por seguir como siempre, es decir, caminando hacia delante, rockeando hasta reventar, dando un golpe de efecto tan bestialmente pasmoso como de alguna manera fabuloso. Y bueno, hay que recordar que Axl va a ser nada menos que el cuarto vocalista del grupo después de Dave Evans (1973-1974), Bon Scott (1974-1980) y Brian Johnson (1980-2016). Echando la vista atrás, la llegada de Scott fue un acierto absoluto, mientras que la de Johnson (en la imagen, izquierda), tras la muerte del primero, terminó siendo más que consistente. ¿Y ahora qué va a pasar? Ese es el mayor miedo de la parroquia.
¿SE HA GANADO CON EL CAMBIO? No. Aunque Axl Rose (derecha) ha sorprendido gratamente en su debut como vocalista de AC/DC este sábado en Lisboa, lo cierto es que parece muy poco probable que pueda hacer olvidar al entrañable Brian Johnson y mucho menos al carismático y selvático Bon Scott. Cordon Press Estamos ante uno de los casos más complicados de la genealogía del rock, con demasiados músicos pasando por sus filas. En lo que se refiere a cantantes, Ian Gillan (en la foto de la izquierda, el segundo por la izquierda) es quien por lo general más gusta y más tiempo ha durado (1969-1973, 1984-1989 y desde 1992 hasta la actualidad), pero buen recuerdo dejaron también David Coverdale (1973-1976, en la imagen de la derecha, el primero por la izquierda), Glenn Hughes (también de 1973 a 1976, pues ejercía como bajista y vocalista) y Joe Lynn Turner (1989-1992).
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Diversas etapas, ninguna de ellas para olvidar gracias al talento fuera de toda duda de David, Glenn y Joe. Pero los años de gloria corresponden a Ian Gillan con el legendario álbum 'Made in Japan' de 1972, por ejemplo. Pero mientras no estuvo, el nivel se mantuvo razonablemente elevado. Y, la verdad, muchos prefieren cualquier etapa anterior que la actual con Gillan, ya mermado de voz. Cordon Press La formación británica sufrió una primera remodelación con la marcha de Peter Gabriel (izquierda) en 1975, que terminó con Genesis convertida en un trío capitaneado por Phil Collins (derecha) como cantante y rostro más reconocible. Comenzaba así su etapa de mayor éxito en las listas de pop, hasta su marcha en 1996, cuando los otros dos integrantes, Mike Rutherford y Tony Banks, decidieron proseguir fichando al cantante de Stilskin, Ray Wilson. Pero esta etapa terminó pronto, en 1999, con más pena que gloria y a la espera de alguna gira de reunión, como la que hicieron en 2007, de nuevo con Phil al frente.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Desde luego, con Phil se alcanzaron cotas de popularidad y comercialidad que hubieran sido imposibles con la deriva progresiva de Peter en los primeros años. Puede haber duda entre ambos al ser etapas diferentes estilísticamente, pero lo que está claro es que con Ray Wilson, a pesar de su poderío vocal y su talento compositivo, Genesis tocaron fondo. Cordon Press El vocalista Michael Hutchence (izquierda) era la imagen de la banda australiana INXS, con su magnetismo y salvaje sensualidad. Su suicidio en 1997 bien podría haber significado el final obligatorio del grupo que ayudó a encumbrar desde sus primeros pasos veinte años antes. Pero sus compañeros se la jugaron con diversos cantantes, entre los que estuvieron (durante más o menos tiempo) Terence Trent D'Arby, Suze DeMarchi, Jimmy Barnes, Jon Stevens, JD Fortune y Ciaran Gribbin. Lo dejaron oficialmente en noviembre de 2012.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? El resto de integrantes de INXS nunca debieron proseguir sin el alma del grupo, ese Michael que impregnaba todo de su traviesa a la par que atractiva y sudorosa personalidad. Todo lo que pasó sin él fue irrelevante. Cordon Press The Doors se acabaron el 3 de julio de 1971. No había otra opción al apagarse la divina aura del trascendental Jim Morrison (izquerda). Por eso sorprendió especialmente que casi treinta años después, en 2002, el teclista Ray Manzarek y el guitarrista Robby Krieger decidieran reunirse para fundar The Doors of the 21st Century con el cantante Ian Astbury (The Cult, derecha) y el baterista Stewart Coppeland (The Police). El baterista original, John Densmore, demandó a sus excolegas, que cambiaron en 2006 su nombre por el de Riders on the Storm y siguieron defendiendo el legado del grupo en directo hasta la muerte del teclista en 2013.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Igual que en el caso de INXS, pero multiplicado exponencialmente quien sabe por cuanto, el legado de The Doors no merecía este expolio a destiempo. Los conciertos resultaron razonablemente exitosos gracias al repertorio y a la solvencia de Ian Astbury, pero en realidad no había otro interés que ver sobre las tablas a Manzarek y Krieger. Cordon Press Actualmente Black Sabbath están de gira de despedida, de nuevo con su cantante original Ozzy Osbourne (izquierda) al frente. Una historia con final feliz que parecía imposible tras el despido de este demente icono del rock en 1979, cuando fue sustituido por el igualmente legendario Ronnie James Dio (derecha), quien contra todo pronóstico llevó al grupo a nuevas cotas de éxito y aceptación por parte de los fans hasta 1982 (después volvió en 1991 y 1992). El menudo vocalista mantuvo un nivel que no lograron Ian Gillan, Glenn Hughes o Tony Martin. Era cuestión de tiempo el regreso de Ozzy.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Dio fue capaz de resucitar al grupo en su momento más bajo tras la marcha de Ozzy, y llevarle sorpresivamente a momentos de alto reconocimiento. Los otros vocalistas no pueden decir lo mismo, aunque lo intentaran. Y, bueno, Ozzy siempre será Ozzy, de alguna manera irreemplazable en la que por siempre será su banda. Cordon Press Bruce Dickinson (abajo, en primer término) no es el cantante original de la doncella, pero es 'el cantante de la doncella'. Porque aunque la época inicial con Paul Di'Anno (1978-1981) tiene el romanticismo de los primeros años, fue en 1982, con la llegada de Dickinson, cuando la banda se convirtió en mito hasta 1993. Llegó entonces el bache con la contratación de Blaze Bayley (arriba, en el centro), en años dignos pero erráticos hasta 1999. Fue entonces cuando Bruce volvió al rescate... y hasta hoy, con Iron Maiden de gira y los fans españoles esperando su visita el próximo mes de julio.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Paul Di'Anno es apreciado por los fans, pero Bruce Dickinson es el elegido. Por eso la época con Blaze fue agria, aunque con el paso del tiempo se recuerda con cierto cariño. Pero cuando Bruce regresó, todos respiraron tranquilos y se acabaron los tiempos de zozobra. Como en el caso de Iron Maiden, nadie puede ser vocalista de Judas Priest salvo Rob Halford (arriba, en el centro). Eso lo sabemos todos y lo sabía Tim Ripper Owens (abajo, en el centro), quien a pesar de ello intentó aprovechar la oportunidad de su vida al agarrar el micrófono de la legendaria banda de heavy metal entre 1996 y 2003. Con el regreso al redil de Halford todos los elementos volvieron a encajar con sugestiva naturalidad.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Rob Halford es mucho Rob Halford, así que categóricamente no. Puede que Tim insuflara cierta nueva energía rejuvenecedora y una nueva visión, pero pocos se acuerdan de aquella travesía del desierto. Con el circense David Lee Roth (arriba, segundo derecha), los estadounidenses Van Halen se convirtieron en la banda de rock más divertida, contundente y virtuosa entre 1974 y 1985. Su marcha en la cima del éxito del grupo propició la llegada de un Sammy Hagar (abajo, primero derecha), que allá por 1985 también vivía un momento dulce como solista, algo que extendió y multiplicó al unirse a la banda hasta 1996. Pero en ese punto comenzaron los devaneos que terminaron con el exExtreme Gary Cherone como cantante de 1996 a 1999. Después volvió Hagar tamporalmente, pero fue en 2007 cuando David Lee Roth volvió a recuperar su puesto ante el micrófono, que aún le pertenece, en una etapa creativamente un tanto triste, aunque lucrativa en directo.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? En el caso de Hagar se logró gran éxito con un sonido que daba más presencia a los teclados de la época, dando una inesperada continuidad a la incendiaria era con Roth. Sin embargo, la banda no pudo superar un tercer cambio y con Gary Cherone todo se resintió. Desde de su formación en 1965 hasta 1968, Syd Barret (imagen de la izquierda, en primer plano) fue el líder indiscutible de los años más puramente psicodélicos de Pink Floyd. Pero su excesivo consumo de estupefacientes recomendaron a finales de 1967 el fichaje de su amigo David Gilmour (derecha) para apoyarle como vocalista. Tras la salida de Barret, Gilmour y Roger Waters colideraron al grupo, hasta que éste último dio a la banda por agotada en 1985. Empezó así un pleito en los juzgados por hacerse con los derechos de la marca, con Gilmour victorioso y ya amo y señor del proyecto. Diversos capítulos con diferentes orientaciones, pero siempre reconocimiento de crítica y publico.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Imposible saber hasta dónde habrían llegado con el genio creativo de Syd. Desde luego, Roger les llevó bien lejos, con David después disfrutando de una temporada plácida de éxito masivo tomando menos riesgos. Lo deseable hubiera sido que siempre hubieran estado todos juntos, pero no pudo ser. Cordon Press Los Faces surgieron en 1969 cuando se acabaron Small Faces tras la marcha de Steve Marriot para fundar Humble Pie. En esa mutación, Rod Stewart (voz) y Ron Wood (guitarra) se unieron a Ronnie Lane (bajo), Ian McLagan (teclados) y Kenney Jones (batería). Durante el primer lustro de los setenta lograron gran reputación, pero todo se acabó cuando Rod emprendió camino solista y Ron se unión a los Rolling Stones. La posibilidad de su reunión siempre estuvo en el ambiente y se hizo real en un concierto benéfico en 2009 (sin el fallecido Ronnie Lane). Este reencuentro tuvo continuidad en 2010 y 2011 con una gira en la que (oh) no estaba Rod Stewart (izquierda con Wood) sino Mick Hucknall (derecha con Wood), de Simply Red, en su lugar. En 2012, Small Faces - Faces ingresó en el Rock n' Roll Hall of Fame como una única formación con dos etapas diferenciadas. En septiembre de 2015 tuvo lugar otro recital de reunión, otra vez benéfico y de nuevo con Rod Stewart al micro.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? La llegada de Rod y Ron desde luego fue favorable, refrendando los años dorados. Lo de la gira con Mick Hucknall no tuvo sentido alguno. Cordon Press / Getty Images Tras su formación en 1967 en Londres, Fleetwood Mac se convirtieron en nombre fundamental del blues británico comandados por Peter Green (izquierda). Tras varios cambios de alineación y pérdida de pegada, llegaron en 1974 los estadounidenses Stevie Nicks (derecha) y Lindsey Buckingham, propiciando un cambio en la dirección del grupo hacia el pop y el 'soft rock', plasmado en discos de éxito monumental como 'Fleetwood Mac' (1975), 'Rumours' (1977) y 'Tusk' (1979). Cualquier parecido con lo que fueron en el pasado era pura coincidencia y no parecía importarle a nadie.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Indudablemente sí, pues la banda vendió millones de los discos que editaron a partir de la mitad de los setenta con el lavado de cara propiciado por Stevie y Lindsey. Aunque algunos puristas añoraron su etapa blues con Green. Cordon Press Ahora todos hablamos de AC/DC, pero años atrás fue otra gran banda la que estuvo en el epicentro del más destructivo de los terremotos. Hablamos de Queen. A pesar de la muerte del carismático Freddie Mercury en 1991, ahí siguen el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor dando conciertos por todo el mundo, de un tiempo a esta parte con Adam Lambert (que se dio a conocer en el concurso 'American Idol') como cantante (en el pasado lo hicieron con Paul Rodgers, ex de Free y Bad Company). El bajista original del grupo, John Deacon, jamás quiso saber nada de esta etapa, como buena parte de los fans, aunque lo cierto es que siguen dando conciertos y el próximo 22 de mayo estarán en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Jamás. Es poco probable que haya una sola persona sobre la faz de la Tierra que opine que Queen han hecho algo mejor que lo anterior tras la muerte de Freddie. Ni con Paul Rodgers, ni mucho menos con Adam Lambert. La banda inglesa pasó por tres etapas, cada una con sus coordenadas estilísticas y su propio líder: John Foxx (1976 a 1979 con escaso éxito), Midge Ure (de 1979 a 1988 en la época de mayor reconocimiento) y Billy Currie desde 1992 hasta la separación final por inanición. En 2009 hicieron una gira de reunión con los dos últimos defendiendo el legado aportado bajo la marca pop de Ultravox.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Sin duda, la mejor etapa fue la de Midge Ure, un compositor dotado de un especial gusto para las melodías pop. Cordon Press El trío valenciano disfrutó de su época triunfal desde que en 1989 editó el álbum 'Alma de blues'. Los noventa fueron años dulces para Presuntos Implicados, que se fueron apagando progresivamente hasta la marcha de la vocalista, Sole Giménez (izquierda) , en 2006. Los otros miembros, Nacho Maño y Juan Luis Giménez, ficharon a la eurovisiva Lydia (derecha) y siguieron con su andadura, pero ya nada fue nunca igual.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Lamentablemente para Lydia, la voz de Sole Giménez estaba demasiado arraigada en la cultura popular española, de manera que el descenso de popularidad fue inevitable hasta su separación oficial en 2015. Cordon Press / Getty Images Tras arrasar en el primer lustro de los ochenta con Vicky Larraz y temas como 'No controles' (compuesto por Nacho Cano), Olé Olé aún fueron capaces de incrementar su popularidad tras superar el trauma de cambiar de vocalista y recibir con los brazos abiertos a Marta Sánchez. Tras la marcha de ésta en 1991 para emprender carrera solista, la cosa se complicó y Sonia Santana no pudo con tanta responsabilidad, con el grupo diluyéndose irremediablemente a pesar de intentarlo con una cuarta cantante, Marta Domínguez, antes de separarse en 2013.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Marta Sánchez consiguió engrandecer lo hecho previamente por Vicky Larraz, logrando consolidarse en la memoria colectiva, primero como cantante del grupo y luego en solitario. Ese reemplazo sí fue positivo. Los que vineron después, evidentemente no. Nadie daba un duro por la banda donostiarra tras la marcha en 2007 de Amaia Montero (izquierda) , pero la jugada les salió más que bien al apostar por Leire Martínez (derecha). En esta segunda etapa, disfrutan de una asentada madurez tanto en España como en América, manteniendo su vigoroso poder de convocatoria mientras la carrera solista de su ex pasa por momentos dubitativos.
¿SE GANÓ CON EL CAMBIO? Pues contra todo pronóstico, sí. Porque aunque parecía que el sonido del grupo estaba demasiado apegado a Amaia, la versatilidad y la solvencia de Leire convencieron a propios y extraños más rápido de lo que nadie hubiera imaginado. Y ahí siguen, con el viento a favor. Cordon Press