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Las canas no salen por un disgusto

Un profesor de dermatología de la Universidad de Melbourne (Australia) explica la verdadera razón por la que el cabello pierde su color

A la mayoría de nosotros nos asoman las primeras canas cuando nos acercamos a la treintena. Normalmente, aparecen primero en las sienes y, con el tiempo, se extienden por toda la cabeza. Mientras que a muchas personas les parece atractivo el aspecto sal y pimienta –en el mundo anglosajón, se llama así a la mezcla de cabellos oscuros y blancos–, otros hacen grandes esfuerzos para ocultar la realidad.

Parece haber una regla no escrita que dicta que la mitad de las personas que rondan los 50 años han perdido el color del pelo en un 50%. Una investigación publicada en Revista Británica de Dermatología (BJD, por sus siglas en inglés) encontró que el 74% de las personas de entre 45 y 65 años tienen canas en una proporción media del 27%. Normalmente, los hombres son más propensos a tener una cabellera blanca que las mujeres. Y, por etnias, los asiáticos y africanos pierden menos color que los caucásicos.

¿Por qué mi pelo es negro?

El color del cabello es resultado de la acción de unas células, conocidas como melanocitos, que se encuentran en los folículos capilares (cavidades del cuero cabelludo con gran concentración de células madre, de las que nace el pelo). Estas células producen pigmentos que se incorporan a las fibras de crecimiento de los cabellos.

Depende de la presencia y cantidad de dos grupos de melaninas: eumelaninas (causantes de los pigmentos marrón y negros) y feomelaninas (rojos y amarillos). Aunque las variaciones en el porcentaje de estos pigmentos puede producir un gran número de colores y tonos, sorprendentemente, los hermanos suelen tener un color de pelo similar.

Dependiendo de la parte del cuerpo en la que se localice, el color del pelo varía, el de las pestañas es el más oscuro porque contiene altos niveles de eumelanina. El del cuero cabelludo es normalmente más claro que el vello púbico, que a menudo tiene un tinte rojizo, debido a la mayor presencia de feomelanina. Un tinte rojizo es común también en el pelo de la axila y la barba, incluso en las personas morenas.

Un tinte rojizo es común también en el pelo de la axila y la barba, incluso en las personas morenas

Sustancias como la hormona estimulante de melanocitos pueden oscurecer el pelo fino, del mismo modo que lo hacen altos niveles de estrógenos y progesterona, que se producen durante el embarazo. Consiguen el mismo efecto algunas medicinas, como las que se usan para tratar la epilepsia. Sin embargo, los medicamentos que previenen la malaria pueden aclararlo.

El pelo de los niños rubios se oscurece alrededor de los siete u ocho años. El mecanismo por el que esto sucede es desconocido y probablemente no sea de origen hormonal: este oscurecimiento ocurre unos años antes de la pubertad. Los padres primerizos suelen pensar que la primera capa de pelo de su bebé es más oscura de lo que esperaban. No es hasta que ese primer pelo se cae, entre los ocho y los 12 meses de edad, que se sustituye por pelo del color que le corresponde.

Ciclo de crecimiento

El crecimiento de pelo humano es cíclico. Durante la fase de crecimiento denominada anágena, la longitud del cabello aumenta a una velocidad de un centímetro al mes. Este período puede durar de tres a cinco años, al final de los cuales la melena puede ser de 36 a 60 centímetros más larga.

Después, el folículo se apaga, el crecimiento del pelo se para y permanece así durante tres meses. Hacia el final de esta fase de reposo, el cabello se cae y el folículo permanece vacío hasta que la fase anágena del ciclo se reinicia.

La producción de pigmentos también se enciende y apaga en relación con el ciclo capilar. Y cuando, al final de un ciclo, dejan de producirse y no aparecen de nuevo cuando empieza el siguiente, el pelo se vuelve gris.

Por qué se pierde el color

Los factores genéticos parecen ser importantes en determinar cuándo nos volvemos canosos. El pelo de dos gemelos idénticos se vuelve blanco a una edad similar, en un porcentaje parecido y con el mismo patrón, sin embargo, aún no se han identificado los genes responsables.

Cuando, al final de un ciclo, dejan de producirse pigmentos y no aparecen de nuevo cuando empieza el siguiente, el pelo se vuelve gris

No hay evidencia de la relación entre la aparición de las canas y el estrés, la dieta o el estilo de vida. Algunas enfermedades autoinmunes como el vitíligo y la alopecia pueden dañar las células del pigmento e inducen a las canas. Ojo: estas condiciones no son comunes y pueden explicar solo una parte del porqué de este fenómeno.

Las canas prematuras responden a los síndromes de progeria de Hutchinson y el de Werner, donde todo el proceso de envejecimiento del cuerpo se acelera. Las canas prematuras pueden aparecer también en personas afectadas por anemia perniciosa, tiroides o síndrome de Down.

¿Por qué no vuelve a producirse el pigmento?

Al final de cada ciclo capilar, algunos pigmentos productores de melanocitos se dañan y mueren. Si la reserva de células madre de melanocitos es suficiente para rellenar el folículo, se mantiene en marcha su producción, pero si se ha agotado el depósito, el desarrollo de pigmentos se detiene y el pelo se vuelve gris.

Hasta ahora, para evitar el cabello canoso, los científicos conocían dos posibilidades: prolongar la vida de los melanocitos del folículo (protegiéndolos de la lesión) o ampliar el depósito de células madres que reemplacen las células de pigmento perdidas.

Un grupo de investigadores franceses ha identificado una nueva serie de agentes que protegen los melanocitos al finalizar el ciclo. Esto permite que se reinicie la producción de pigmentos tan pronto como comience la siguiente fase.

Los agentes actúan imitando la acción de una enzima llamada dopacromo tautomerasa. Esta enzima es el antioxidante natural que se encuentra en el folículo y que protege a los melanocitos de la oxidación dañina. Al duplicar los efectos de esta sustancia, el metabolismo de las células mejora, y con él la supervivencia.

Estos nuevos agentes serán formulados en forma de suero o champú en aerosol. Pero serán productos preventivos, no van a devolver el color al cabello que ya lo ha perdido, ni traer de vuelta las células muertas. Aun así, para aquellos que no se sientan cómodos con la idea de tener un look sal y pimienta, hay nuevas opciones en el horizonte.

Rodney Sinclair es profesor de dermatología del Hospital Epworth de la Universidad de Melbourne (Australia)

Este artículo fue publicado originalmente por The Conversation. Lea aquí el artículo original.

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