_
_
_
_
_
CONVERSACIÓN GLOBAL
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Año de vacas flacas en Arabia Saudí

La reducción de los subsidios hace mella en una exitosa empresa láctea del desierto

Ángeles Espinosa

Una explotación ganadera en pleno desierto saudí puede parecer un despropósito, pero las 160.000 vacas Holstein de la empresa láctea Almarai prueban que es posible pedirle peras al olmo. A un precio, claro está. El agua y el pasto que necesitan las reses se han beneficiado desde el principio del proyecto, allá por 1977, del petróleo. Evidentemente, los animales no se alimentan de crudo, pero la riqueza que este proporciona ha facilitado que los costes de producción fueran tan bajos como para que resultara rentable.

De hecho, Almarai exporta sus productos (leche y derivados) a toda la región y ha servido de modelo para otras compañías similares en los países vecinos. Sin embargo, con el precio del barril en caída libre, la botella de leche puede ponerse por las nubes.

Tras acabar 2015 con un déficit del 15% de su PIB, el Gobierno saudí ha reducido en el presupuesto de este año los subsidios al combustible, la electricidad y el agua para los grandes consumidores. Almarai ha reconocido que esos cambios van a suponerle un sobrecoste de 500 millones de riales (unos 125 millones de euros) en el ejercicio en curso. Poco después de ese anuncio el domingo 10, sus acciones perdieron un 9% de su valor afectando al índice de la Bolsa de Riad, el Tadawul.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Almarai, una de las mayores compañías lácteas del mundo, declaró unos beneficios durante el tercer trimestre del año pasado de 539,4 millones de riales, y un aumento de sus ventas respecto al año anterior de un 10,7% en Arabia Saudí y de un 13,7% en otros mercados.

No es la única empresa cotizada de Arabia Saudí que ha mostrado su preocupación por los cambios. Las petroquímicas Tasnee y Sipchem también han estimado aumentos en sus costes este año de 190 millones de riales y 120 millones, respectivamente. Mientras que la minera Maaden calcula que sus resultados se reducirán en 120 millones de riales. También la explotación agrícola Ashaqiyah ha advertido de que la reducción de los subsidios va a afectar a sus gastos operativos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_