El canon ‘beatle’ de ‘Sgt. Pepper’s’
¿Qué habrán sentido los elegidos que figuran en aquella portada que más que eso es un santoral o un fetiche?
Ahora que el mítico álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967) se acerca raudo al medio siglo, me pregunto lo que habrán sentido quienes fueron elegidos en vida para figurar dentro de aquel canon beatle que para mí es algo más que una portada, un santoral o un fetiche. Sabemos que Marlon Brando y Fred Astaire se sintieron honradísimos, que Mae West y Shirley Temple se hicieron de rogar, y que el actor Leo Gorcey fue eliminado del collage final por exigir 400 dólares. Sin embargo, nadie presumió más que Albert Stubbins –delantero centro del Liverpool entre 1946 y 1953– de haber formado parte de la iconografía beatle, hasta el punto que, desde la primera línea, todas sus necrológicas destacaron en 2002 que fue el único futbolista que figuró en aquel célebre LP que apareció apenas un año después de que Inglaterra ganara el Mundial de 1966. Todo un ninguneo a Bobby Charlton y al Manchester United.
Los diseñadores y bandas contemporáneas incluirían hoy a más de dos deportistas –el boxeador Sonny Liston fue quien acompañó a Stubbins en la carátula– y al menos cuatro cocineros, sin duda en detrimento del número de escritores, pues de las 57 personalidades elegidas por los Beatles y los ilustradores Peter Blake y Jann Haworth, 18 eran actores y 15 eran escritores, enumeración que podría quedar en empate si aceptáramos como escritores al esotérico Aleister Crowley, al explorador David Livingstone y al científico Albert Einstein, autores los tres de sendos volúmenes. ¿Quiénes fueron los 15 escritores del canon beatle del álbum Sgt. Pepper’s? A saber, Edgar Allan Poe (EE UU), Dylan Thomas (RU), Terry Southern (EE UU), William Burroughs (EE UU), Carl Jung (Suiza), H. G. Wells (RU), Max Müller (Alemania), Karl Marx (Alemania), Oscar Wilde (Irlanda), Stephen Crane (EE UU), George Bernard Shaw (Irlanda), Lewis Carroll (RU), Aldous Huxley (EE UU), T. E. Lawrence (RU) y James Joyce (Irlanda). Ni un francés, ni un ruso, ni un italiano, ni un hispanohablante. No es posible saber si hoy Bolaño, Borges o García Márquez figurarían en una cubierta pop, pues tampoco queda ninguna banda capaz de hacer lo mismo que hicieron los Beatles.
Es de dominio público que cada uno de los Beatles podía sugerir 10 nombres para la portada de Sgt. Pepper’s (circunstancia aprovechada por Harrison para colar a cuatro yoguis indios del tirón: Sri Yukteswar, Mahavatar Babají, Lahiri Mahasaya y Paramahansa Yogananda) y que Ringo sólo propuso a uno: al cómico mexicano Germán Valdés Tin Tan, quien había grabado en 1964 una versión humorística de I Wanna Hold Your Hand que tradujo como Ráscame aquí. Sin embargo, Tin Tan declinó participar en el montaje y su sitio –entre Poe y Fred Astaire– quedó vacío, aunque envió un candelabro mexicano que reposa a los pies de Diana Dors. Por fortuna, hubo al menos otro invitado de habla hispana: el dibujante peruano Alberto Vargas, ilustrador de Playboy y creador de una constelación de Pin-Up Girls que hizo fantasear a varias generaciones. Así, entre Merkin y Huntz Hall se encuentra la única figura de origen hispano de la cubierta de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: una “Varga Girl” (sin ese) o la “calata” peruana de toda la vida.
¿Quiénes de los figurantes del álbum Sgt. Pepper’s viven todavía? Hoy día podemos contar a Bob Dylan (75), Dion DiMucci (77), Larry Bell (77) y Bobby Breen (89), únicos supervivientes del collage más famoso de la historia del pop junto a Paul McCartney (74), Ringo Starr (76), el arreglista George Martin (90) y los diseñadores Peter Blake (84) y Jann Haworth (74), todos beneméritos y en edad de haber merecido una “calata” de Vargas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.