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Las elecciones nigerianas también se disputaron en Internet

Los ciudadanos del gigante africano participaron en los comicios a través de las redes sociales

Carlos Bajo Erro
Manifestantes, el pasado febrero contrarios al retraso de las elecciones en Abuya.
Manifestantes, el pasado febrero contrarios al retraso de las elecciones en Abuya.Olamikan Gbemiga (AP)

En cinco días, casi un millón y medio de tweets circularon por el hilo #NigeriaDecides, la etiqueta con la que los nigerianos habían decidido dar su opinión y compartir informaciones en relación a las últimas elecciones presidenciales del gigante africano. Son cifras de la herramienta de análisis de la plataforma de microbloging Analytics Topsy. Este dato es el mejor ejemplo de cómo las tecnologías de la información y la comunicación, en general, y las redes sociales, en particular, se han convertido en un factor más a tener en cuenta en los procesos electorales africanos. Las elecciones presidenciales del país más poblado del continente se han presentado como un escaparate del rol que juegan estas tecnologías en la vida social y política, también en los países africanos. Las redes sociales han dejado espacio para la propaganda electoral, para las acciones de la sociedad civil y para la participación individual.

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El ecosistema digital nigeriano bulle con cerca de un 40% de la población conectadas a Internet, según los últimos datos de la International Telecommunications Union, y con una escena de innovación cuyo desarrollo se ha disparado. La twitosfera del país es (casi) hiperactiva y su excitación se ha incrementado ante unas elecciones trascendentales, disputadas y amenazadas por el fraude.

Una nueva herramienta de propaganda

Una semana antes de la fecha fijada para las elecciones, el 14 de febrero, la Comisión Electoral Nacional Independiente de Nigeria (INEC), decidió posponer los comicios al 28 de marzo. Esas seis semanas fueron utilizadas por los candidatos, entre otras cosas, para intensificar su estrategia en las redes sociales. El candidato opositor, Muhammadu Buhari había hecho una apuesta por Twitter, con casi 230.000 seguidores de su perfil. El entonces presidente Goodluck Jonathan se había decantado por Facebook y había conseguido en su página más de 1.800.000 “me gusta”.

Así, la red de microblogging se fue convirtiendo en un espacio abonado para las campañas de apoyo al aspirante. Junto a los perfiles que, ni siquiera en sus direcciones, trataban de ocultar su intencionalidad como @GMBOffice, @GMBVolunteers o @BuhariforChange, aparecían una cantidad innumerable de hashtags, más o menos explícitos, como #GMB15 #IWillVoteAPC (APC, All Progressives Congress es la coalición de Buhari), #IVotedGMB o, por ejemplo, la campaña lanzada en los días previos a las elecciones por el entorno del opositor #TellYourNeighbour (dile a tu vecino). Esta última etiqueta da una idea clara de la intención de los partidarios del General Buhari de utilizar Twitter como un altavoz.

Un ciberataque como premonición

La jornada de votación del 28 de marzo se produjo un episodio que puede resultar anecdótico, pero da una idea de la importancia que se estaba atribuyendo a los medios sociales en estos comicios. Durante la mañana, la web de la INEC, la comisión electoral nacional, fue hackeada. Un misterioso Team Nigerian Cyber Army se hizo con el control de la página del organismo encargado de organizar y velar por el correcto desarrollo de las elecciones. Sin embargo, el mensaje que el grupo dejó en la web no hacía pensar en un boicot, sino en una advertencia. Este mensaje pretendía ser, sin duda, una muestra de fuerza, paradójicamente, pacífica. Eso sí amenazaban con que podían piratear otros sitios gubernamentales en caso de que se produjesen irregularidades.

Esta acción mostraba la importancia que había tenido internet en la campaña y hacía presagiar la que podía tener en los momentos inmediatamente posteriores a la votación, al menos para algunos colectivos concretos. Los propios atacantes se consideraban “la voz de los jóvenes”.

Una etiqueta para la participación

Desde la irrupción de las TIC y, más concretamente, de las redes sociales en los procesos electorales las expresiones de participación se han multiplicado. Sin sustituir la acción de introducir un voto en una urna, muchos ciudadanos han encontrado otras maneras de canalizar sus inquietudes y su responsabilidad de jugar un papel en los episodios democráticos. En Twitter, el hashtag #NigeriaDecides es el que se impuso durante las pasadas elecciones nigerianas con objetivos diferentes. Unos utilizaban esta etiquetada para opinar y animar un debate político en unas ocasiones argumentado y en otras visceral. Otros empleaban este mismo #hashtag para mostrar su compromiso con la transparencia y para tratar de impedir el fraude, ya fuese haciendo públicos resultados parciales o denunciado incidentes. Y, finalmente, otros simplemente compartían informaciones y utilizaban la red de microblogging como canal de comunicación más ágil que los medios de comunicación convencionales.

Captura de la herramienta Analytics Topsy con los resultados del uso del hashtag #NigeriaDecides
Captura de la herramienta Analytics Topsy con los resultados del uso del hashtag #NigeriaDecides

Con diferentes motivaciones, la movilización de los ciudadanos en relación con las elecciones presidenciales nigerianas a través de las redes sociales es un hecho. Sólo con la mencionada etiqueta se compartieron casi un millón y medio de mensajes entre el 27 y el 30 de marzo pasados. Sin ir más lejos, #NigeriaDecides fue tendencia durante las jornadas de votación y las inmediatamente posteriores en medio mundo. Esto significa que desde Estados Unidos hasta el Sudeste asiático centenares de miles de usuarios de Twitter estaban utilizando esta etiqueta para debatir, opinar o, al menos, difundir mensajes relacionados con las elecciones que se acababan de celebrar.

La herramienta TrendsMap muestra en qué lugares del mundo #NigeriaDecides era tendencia el 30 de marzo.
La herramienta TrendsMap muestra en qué lugares del mundo #NigeriaDecides era tendencia el 30 de marzo.

El caso más claro de vigilancia digital

La organización Reclaim Naija, una entidad de la sociedad civil nigeriana que tiene como objetivo promover la participación ciudadana, la transparencia y el buen gobierno, ha puesto en marcha durante los comicios un dispositivo de vigilancia. El colectivo ha utilizado un desarrollo de la herramienta Ushahidi, creada en Kenia y empleada en todo el mundo, para permitir a los ciudadanos denunciar atropellos o irregularidades con el objetivo de convertirlos en observadores de la democracia.

Captura del mapa creado con las irregularidades detectadas por la organización Reclaim Naija.
Captura del mapa creado con las irregularidades detectadas por la organización Reclaim Naija.

A través de correo electrónico, mensajes SMS y de las redes sociales, Reclaim Naija recogió durante las elecciones prácticamente 15.000 informes de irregularidades. Estas reseñas van desde episodios de violencia o intimidación, hasta falta de material electoral, pero también ausencia de personal de seguridad o de las autoridades electorales, así como resultados locales e, incluso, resultados falseados. Esta misma organización ya empleo un sistema similar, basado en la misma herramienta en las anteriores elecciones de 2011 con un resultado algo más discreto.

Las autoridades también apuestan por las redes sociales

Pero el uso de las redes sociales para incrementar sus vías de participación en las elecciones no es sólo una pretensión de los ciudadanos. Las autoridades también han demostrado que los medios sociales son un canal de comunicación efectivo y, por eso, las han empleado sistemáticamente durante estos comicios. El ejemplo más claro es el de la Comisión Electoral Nacional Independiente de Nigeria (INEC). Este organismo abrió una cuenta de Twitter mediante el que no sólo difundía informaciones, sino que interpelaba directamente a algunos usuarios e, incluso, se comunicaba con la prensa tanto nacional como internacional. La comisión pedía informes y verificaciones de irregularidades a través de esta vía y desmentía algunas informaciones falsas que podían perturbar las votaciones.

No contentos con esa intensa actividad en Twitter, la comisión abrió una segunda cuenta, INEC Alert, destinada a las noticias de última hora. El resultado de los dos perfiles fue la consecución de prácticamente 400.000 seguidores, casi 345.000 la primera de las cuentas y otros 44.500, la segunda. Todo el proceso de anuncio de los resultados, además de desarrollarse de manera presencial, fue cumplidamente twiteado. Y como era de esperar, incluso, la noticia del ganador de los comicios tuvo reflejo en la red de microblogging.

El presidente 2.0

En este clima y con estos antecedentes no es de extrañar que después de ese anuncio a través de Twitter, el recién electo presidente Muhammadu Buhari había hecho primero un llamamiento a la calma a sus partidarios mientras se esperaba el anuncio de los resultados. Pero una vez proclamado, Buhari utilizó el mismo canal para felicitarse y dar las gracias a sus votantes.

De la mano del presidente fue la primera dama, Aisha Buhari que se había unido a la cruzada de los 140 caracteres junto a su marido.

El matrimonio había escogido dos curiosos nombres de usuario de Twitter durante la campaña: él era @ThisIsBuhari, que a la vez se había convertido en una especie de divisa de su candidatura; ella era @IAmAishaBuhari. Después del anuncio de los resultados, el matrimonio abandonó estos nombres electorales para adoptar otros más neutros, los actuales @MBuhari y @ABuhari.

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Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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