Victoria Beckham cumple un sueño
La diseñadora abre al público su 'boutique' en el lujoso barrio de Mayfair en Londres
Victoria Beckham es una mujer ambiciosa que acaba de cumplir un nuevo sueño: abrir una boutique en Londres, la primera tienda de la ahora diseñadora. Desde la exigente crítica Suzy Menkes al Women’s Wear Daily (la biblia de la industria de la moda) o la revista Vogue han aplaudido con entusiasmo cada uno de los detalles de este espacio de tres pisos y 600 metros cuadrados que se abre hoy por primera vez al público en el lujoso barrio de Mayfair de Londres. Situada frente a una de las tiendas de culto de la ciudad, el Dover Street Market, rodeada de galerías de arte y a pocos pasos del heterodoxo pero elitista Arts Club (donde almuerzan personajes como Gwyneth Paltrow), la llegada de la primera tienda VB a la calle Dover St. es la culminación de años de trabajo de la excantante en el competitivo mundo de la moda.
“Quería crear un espacio conceptual pero también cálido y acogedor”.
Nadie tomó muy en serio a la ex Spice Girl cuando decidió aparcar la música y tomar un dedal entre sus manos en 2007. Pero siete años más tarde, con ventas en más de sesenta países y varios premios importantes bajo el brazo (como el de Diseñadora del Año de los British Fashion Awards en 2011), la esposa de David Beckham puede presumir de haber triunfado en el negocio y esta tienda es el reflejo físico de ese éxito. Además es también el espejo en el que se ha mirado esta exitosa empresaria, que ha querido convertir su primera boutique –la próxima la abrirá en Nueva York- en el lugar ideal en el que ella compraría, empezando por los vestidores, que son lo suficientemente grandes para poder dejar las bolsas de la compra y que quepan cómodamente una mujer y un niño, “porque yo a menudo voy de compras con mis hijos” ha explicado.
La tienda está diseñada por la arquitecta de origen iraní Farshid Moussavi, poco acostumbrada a los espacios comerciales y conocida entre otras cosas por haber construido el vanguardista Museo de Arte Contemporáneo de Cleveland. Pero precisamente por eso Victoria la escogió. “Quería crear un espacio conceptual pero también cálido y acogedor”. Esa fue su petición. Cristal, cemento armado y madera de nogal combinados con elegancia son las marcas de identidad de una tienda en la que se venden vestidos desde 700 euros y accesorios desde 200. “Pero para mi lo más importante es que todos se sientan bienvenidos, tanto si entran a comprar como a admirar la arquitectura. Hay mucha gente que me ha seguido desde el principio y quiero que todos se sientan a gusto”, ha explicado Beckham a la prensa especializada en los últimos días.
“Cuando la gente entre aquí sentirá mi marca tal y como yo la siento. Por primera vez son mis diseños, mi visión. Esta es la manera en que yo creo que la ropa debería mostrarse y cómo me gusta verla. Para mi ha sido muy emocionante comprar lo que yo creo que el cliente quiere”. La tienda, además, está concebida para que sea muy fácil de cambiar interiormente. Su intención es que el cliente tenga una experiencia diferente cada vez. Y tal ha sido su obsesión por controlar esa experiencia que cada una de las dependientas ha sido escogida directamente por ella. “El trato personal es esencial” ha subrayado.
Quizás lo más sorprendente sea que Victoria Beckham, antaño entregada al ruido de la fama, ha inaugurado su tienda de forma silenciosa, sin fiesta. Y desde el escaparate apenas se vislumbra el espectáculo inherente a su persona. Ni siquiera su nombre destaca. Pero ella promete acudir a menudo a su boutique: “Esto va a ser como mi segunda casa”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.