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Gina Lollobrigida gana el juicio contra su hijo, que quería inhabilitarla

Andrea Milco Skofic sostuvo ante el juez que su madre, de 87 años, había perdido la capacidad para gestionar su patrimonio

La actriz Gina Lollobrigida.
La actriz Gina Lollobrigida.CORDON

Algunas victorias dejan un sabor amargo. Sostiene Gina Lollobrigida que este es el caso. Un juez de Roma ha dictaminado que la actriz, que cumplió 87 años el pasado viernes, es una persona "autónoma, cuerda y lúcida" y, por tanto, no necesita un administrador de apoyo, como sostenía su hijo que solicitó un tutor que asistiera a su madre en la gestión del patrimonio. El Tribunal dio la razón a la que fue estrella del cine y decidió desestimar la petición. Asunto zanjado a no ser por el sinsabor familiar. "Hubiera preferido no tener que ganar jamás un pleito similar: ayudé a mi hijo toda la vida y me quedé de piedra cuando me enteré de esta iniciativa horrible suya",  ha declaró la actriz, según Il Corriere della Sera.

El asunto remonta a principios de marzo cuando Andrea Milco Skofic, único hijo de Lollobrigida, nacido en 1957 del matrimonio con con el médico esloveno Milco Skofic, acudió al tribunal alegando que su madre necesitaba "un administrador de apoyo. Me temo que ya no está capacitada para hacerlo todo sola”, declaró al presentar la petición. “Lo que motiva en su actuación al señor Skofic no tiene nada que ver con el dinero. Es la natural preocupación que siente un hijo ante su madre anciana”, comentó entonces a EL PAÍS Vincenzo Maria Mastronardi, catedrático de Psicopatología forense en la Universidad la Sapienza de Roma, que prestaba asesoría a los letrados de Skofic. Mastronardi, que esperaba un fallo mucho más rápido - en abril y no en julio - al comentar que algunos episodios habían alarmado a su cliente.

En mayo de 2013, por ejemplo,  Lollo subastó parte de sus joyas en Sotheby’s. En el prestigioso Hotel Beau Rivage de Ginebra vendió pendientes, collares, pulseras de oro, diamantes y piedras valiosas que había comprado en Bulgari en las décadas de su máxima fama. Recaudó 3,3 millones de euros. Declaró entonces que quería destinar parte de aquel dinero a financiar la investigación con células madre, una causa con la que siempre se mostró comprometida. La mujer que, entre muchos, fascinó a Humphrey Bogard (“a su lado, Marilyn Monroe se parece a Shirley Temple”) denunció el año pasado a su ex novio, el empresario catalán Javier Rigau, de 52 años, porque sospechaba que este podría haberse casado con ella sin su consentimiento. “Hace tiempo", explicó en enero de 2013 la artista, "Javier me convenció para que le firmara unos poderes. Me dijo que los necesitaba para unos actos notariales en relación con un juicio. Sin embargo, me da miedo que se aprovechara de que yo no hablo castellano, y quién sabe lo que me hizo firmar. Ahora he encontrado por Internet un papel según el cual nos casamos en 2010, en Barcelona, en presencia de ocho testigos. Increíble. Él solo quiere heredar mi patrimonio".

Sin embargo, la  actriz  que se reconstruyó una vida alejada del cine pero no de la farándula, como pintora y escultora- está en pleno uso de sus facultades. Lo sostuvo ella ("Estoy perfecta", espetó en marzo) y el juez ahora está de acuerdo. Todo un alivio: "No puede salir todo mal . Parece que tengo abono a la mala suerte. Es necesario que pase mucho tiempo antes de aclarar los asuntos, antes de conseguir defenderse".

La solución estaría cerca también para el contencioso más complicado, el del presunto matrimonio con Rigau: "Es un sinvergüenza pero su carrera de sinvergüenza termina con el dolor que me acarreó a mí y, en pocos días, saldrá la primera condena contra él aquí en Italia. Luego llegará la española" comenta la diva al Corriere y concluye: "La cuestión con mi hijo es igual: por donde la mires, sigue siendo una cuestión de dinero. Mi hijo no es malo, pero no tiene el carácter fuerte de su madre".

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