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ENCUESTA DE METROSCOPIA PARA PLANETA FUTURO

La ayuda a los países pobres, un deber moral para el 81% de españoles

La mitad de la población piensa que el presupuesto que España dedica a ayudar a los países menos desarrollados se debe mantener sin cambios

España debe implicarse de forma significativa en la ayuda al desarrollo porque "es un deber moral y ayuda a construir un mundo más justo y sostenible". Así opina el 81% de los españoles, sin grandes diferencias entre inclinaciones políticas, género ni edad. En un contexto de crisis económica, donde España afronta un fuerte incremento de la pobreza y desigualdad internas, los ciudadanos se muestran unánimemente de acuerdo con la necesidad de cooperar con los países empobrecidos y lo explican con estas dos razones fundamentales. Otros argumentos, de índole más estratégico, como pueden ser reforzar la imagen de España en ámbitos internacionales (está de acuerdo el 57%), o ayudar a las empresas españolas (opina el 54%), resultan secundarios.

El 51% de los españoles piensa, además, que la ayuda al desarrollo contribuye realmente a mejorar la situación de los países empobrecidos. Aquellos que no están de acuerdo (el 46%) consideran que se debe fundamentalmente a la corrupción de los países receptores de la ayuda; al hecho de que los países ricos y las multinacionales explotan a los países menos desarrollados (la explicación principal para los votantes del PSOE); y a la existencia de guerras en los lugares de destino. El papel gestor de la ayuda por parte de las ONG sigue siendo bien valorado, y constituye el motivo que menos relacionan los españoles con la ineficacia de la ayuda.

Por otro lado, la mitad de la población piensa que el presupuesto que España dedica a ayudar a los países menos desarrollados se debe mantener sin cambios. Y existe en ello un acuerdo general entre los votantes del PP y PSOE, si bien con ciertos matices. Un 36% de los votantes del PP cree necesaria la reducción del presupuesto, mientras que el 27% de los votantes del PSOE está de acuerdo con aumentarlo. Es posible que estas opiniones se vean condicionadas, por un lado, por la percepción de crisis económica global y, por otro, por el hecho de que la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) española ha sufrido una caída del 70% desde el año 2009. En los últimos años, gran parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha realizado recortes, si bien la disminución del presupuesto español ha sido mayor que el de Grecia, Italia o Portugal. Y el presupuesto de 2012 redujo un 49,7% el de 2011. España dedica actualmente un 0,2% de la renta nacional bruta, lo mismo que dedicaba en 1981, un porcentaje muy por debajo del 0,7% al que se había comprometido a alcanzar para 2012 con la ONU.

Los objetivos que deberían regir las actuaciones de la cooperación internacional, y por tanto este presupuesto, deberían ser, según la población española: la reducción de la mortalidad infantil (importancia de un 9.3 sobre 10), la erradicación de la pobreza extrema y el hambre (9.1) y el control de enfermedades (9.1). Estos son tres de los ocho propósitos de desarrollo humano que los países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015 y denominaron Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). A un año del vencimiento de este plazo, muchos de ellos constituyen todavía un desafío global. La crisis económica mundial ha ralentizado el progreso de la reducción de la pobreza y, en la mayoría de las regiones, la erradicación del hambre se ha estancado. Aunque la mortalidad infantil está disminuyendo, según la FAO, no lo hace suficientemente rápido como para alcanzar la meta establecida para 2015.

Finalmente, estos retos se perciben especialmente acuciantes en el África subsahariana, el área geográfica a la que los españoles consideran que habría que dar prioridad (7.7 sobre 10). Le siguen, a más de un punto de distancia, Asia y Pacífico y América Latina. El Magreb y Oriente Próximo ocupa el último lugar. Este orden es bastante coincidente con las cifras publicadas por la FAO para 2013 sobre la distribución del hambre en el mundo, si bien Asia y Pacífico ocupan el primer lugar en volumen demográfico. Por su parte, el IV Plan Director de la Cooperación Española, que rige la política exterior entre los años 2013-2016, establece que los fondos irán destinados a pocos países, aquellos en los que confluyan los intereses estratégicos de España. Así, se definen 23 Países de Asociación (PA) situados: 12 en América Latina y el Caribe, 4 en el Norte de África y Oriente Próximo, 3 en África Subsahariana, 3 en África central y 1 en Asia. El Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE, ha reconocido los esfuerzos emprendidos por España para desligar su ayuda al desarrollo de los intereses de las empresas nacionales, pero insta a que la cooperación se concentre en las poblaciones más pobres, teniendo en cuenta que el 65% de sus fondos se destinan a países de renta media.

De hecho, la cooperación internacional se enfrenta ahora a un horizonte de cambios, marcados por el vencimiento de plazos establecidos (como es el de los ODM). Y de cara al futuro escenario de la Agenda para el Desarrollo post-2015, ya en debate, el Plan Director de la Cooperación Española ha propuesto dar un impulso a aquellas dimensiones que considera que quedaron ausentes en los actuales objetivos, como son: la gobernanza democrática, la participación ciudadana, los derechos humanos, la seguridad alimentaria o el crecimiento económico inclusivo. Así mismo, considera que en un mundo cada vez más interdependiente, los Bienes Públicos Globales cobran una especial relevancia y se hace necesario incorporarlos a la agenda de desarrollo. Se pondrá así, seguramente, un mayor énfasis sobre las causas de la pobreza y en posibles mecanismos de resolución que en sus síntomas. La AOD española sigue de esta manera marcando su camino para poder responder a la expectativa general de la población: ayudar a construir un mundo más justo y sostenible.

Encuesta efectuada para PLANETA FUTURO mediante entrevistas telefónicas a una muestra nacional de personas mayores de 18 años. Se han completado 600 entrevistas. Con los criterios del muestreo aleatorio simple, para un nivel de confianza del 95.5%.  Fecha de realización del trabajo de campo: 17 y 18 de diciembre de 2013.

Mar Toharia Terán es geógrafa y analista de Metroscopia en temas de cultura urbana y de desarrollo sostenible.

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