El nieto rebelde de Mandela, de nuevo en problemas

Lo que le faltaba a la familia Mandela. Mandla, nieto y actual jefe del clan, acaba de ser denunciado por amenazar con un arma a un conductor. La policía no ha aportado todos los detalles del episodio, pero lo que ha trascendido ha vuelto a revolucionar las redes sociales, pendientes de todo lo que acontece al viejo patriarca y a su numerosa parentela.

Según revela la cadena pública sudafricana, Sabc, un hombre de 44 años ha denunciado a Mandla, de 39, por haberle insultado y apuntado con una pistola, en una discusión de tráfico, precisamente en la avenida Mandela de Umtata, una localidad del sureste del país. La noche del martes, ambos conductores se enzarzaron en una riña que el nieto zanjó, supuestamente, yendo a buscar el arma en el interior de su coche y amenazando a su rival con dispararlo. “No estoy seguro de si se produjeron lesiones pero se ha abierto un caso [contra Mandla Mandela] por apuntar con un arma de fuego”, ha señalado un portavoz policial, que ha confirmado que no hay detenciones.

El portavoz de Mandla ha negado los hechos y ha asegurado que la acusación es “pura invención”. Según su versión, el otro hombre conducía borracho tras una cena familiar y chocó contra el coche del nieto de Mandela. “Nadie esgrimió un arma ni Mandla posee ninguna”, ha concluido.

No es la primera vez que Mandla tiene problemas con la justicia. En junio pasado fue denunciado por 16 familiares, encabezados por su tía Makaziwe, porque en 2011 trasladó sin consultar a nadie los cadáveres de tres hijos de Nelson Mandela hasta la ciudad donde vive. En Mvezo, Mandla está construyendo infraestructuras turísticas para acoger al público que supuestamente peregrinaría hasta la tumba del emblemático ex presidente sudafricano. Sin duda, sería un gran negocio pero sus planes se fueron a pique. Los jueces determinaron que los cuerpos trasladados debían de ser devueltos a la pequeña aldea originaria y Mandela ha dejado dicho que quiere descansar también allí.

La resolución judicial dejó la imagen de un equipo forense abriendo y exhumando la tumba de los hijos de Mandela y avergonzó a los sudafricanos, atónitos porque, mientras el patriarca permanecía en el hospital luchando por su vida, sus parientes más cercanos sacaban a la palestra sus trapos sucios.

La trifulca llevó al arzobispo Desmdond Tutu a pedir a los Mandela que dieran una mejor imagen y resolvieran sus divergencias en la intimidad. Desde entonces, la familia se ha mantenido callada y tan solo ha aparecido en público para desear la pronta recuperación del patriarca y asegurar que responde al tratamiento.

Sin embargo, Mandla no dio su brazo a torcer y poco después de la sentencia compareció públicamente en su feudo para reivindicarse como jefe del clan. Como tal discrepó de la decisión judicial asegurando que la jefatura que ostenta y que le otorgó el propio Mandela le da derecho a escoger donde entierra a sus ancestros.

En esa comparecencia, el nieto no dejó títere con cabeza. Criticó a su tía Makaziwe, a la que acusó de moverse solo por el dinero del patriarca y de estar azuzando las peleas familiares. Es más, le afeó que se ponga delante del clan a pesar de no ser ya una Mandela, ya que la tradición africana señala que la mujer pasa a formar parte de la familia del marido tras casarse. “Habrá que decidir quién es Mandela y quién no”, espetó.

Tía y sobrino también se enfrentaron a principios de año. Makaziwe denunció a tres antiguos camaradas de Mandela para apartarlos de la gestión de las empresas que comercializan sus derechos de imagen. En aquella ocasión, Mandla se desmarcó y apoyó a los viejos amigos de su abuelo.

Las disputas han dejado casi aislado al nietísimo enfrente de su numerosa familia, fruto de los dos matrimonios con descendencia de Mandela. En la misma aparición tras la sentencia, el jefe de los Mandela también repartió culpas a su hermano (del mismo padre pero no de madre), a quien le recriminó que insultara a su progenitora diciendo que Mandla es un hijo fuera del matrimonio, lo que le impediría ser el jefe. Además, acusó a su hermano de terminar con su segundo matrimonio. Mandla tuvo un hijo en septiembre de 2011, al que le preparó una tradicional ceremonia de presentación que presidió Mandela. Sin embargo, un año después repudió al menor y se divorció de su esposa al descubrir que el padre biológico no era él sino su hermano.