Galliano, vetado como profesor en Nueva York
La escuela de diseño Parsons anuncia, tras el polémico fichaje, que el diseñador no dará finalmente las clases magistrales previstas
John Galliano ha sido vetado para ser profesor de la escuela de diseño de Nueva York, Parsons. El mes pasado los responsables del centro anunciaron que el diseñador iba a impartir un curso de diseño. La comunicación provocó tal polémica que que a través de la plataforma Change.org. se conovocó una recogida de firmas. En vista de la oposición generalizada Parsons ha decidido desistir y ha anunciado que se suspenden las clases magistrales de cuatro días.
"Por desgracia, no hemos podido llegar a un consenso con el señor Galliano sobre las condiciones de su colaboración", ha dicho un portavoz de Parsons a The New Yok Times.
El curso de cuatro días de duración, iba a constar de tres jornadas de estudio de diseño con Galliano, seguido por una crítica y una esión de conversación con el diseñador y Simon Collins, decano de la Escuela de Moda.
En un comunicado Parsons anunció hace un mes que con el fichaje de Galliano pretendía "involucrar a sus participantes provocando emoción en el contexto de la práctica de la moda y la exploración de manera intuitiva y perceptiva de la investigación". También se animaba a los estudiantes a interactuar con Galliano durante los cuatro días, analizando el uso de la "intuición y la emoción" para tratar de entender "la presión intensa de sostener un papel importante en el mundo del diseño."
El diseñador gibraltareño, en un comunicado tras aceptar participar en este curso, se describía como un "maestro de la confección, construcción, investigación, y la investigación temática ... una leyenda viviente sin igual capaz de mezclar y difuminar los límites tradicionales de la práctica. Un genio de la técnica, después de más de 25 años de práctica".
Galliano ha visto frutrado así un nuevo intento de olvidar la polémica que provocó su despido de Dior. El diseñador se quedó en la calle por haber proferido proclamas contra los judíos. Para muchos todavía no ha cumplido sentencia pública. A principios de año en Women’s Wear Daily, insistió en su disculpa. “He expresado mi pesar en privado y en público por el daño que he causado y sigo causando”, explicaba. “Me comprometo a resarcir a quienes he herido”. Poco después presentó en Nueva York su colección en colaboración con Oscar de la Renta, pero de nuevo enfadó a la comunidad judía con su look, que imitaba el de los ultraortodoxos: sombrero, abrigo y tirabuzones. Una forma de expiación, según sus defensores. Galliano aún debe superar su particular travesía del desierto. Aún no hay casa que lo ampare de forma estable. Espera a octubre, cuando se revisará su despido de Dior. Ha demandado a sus antiguos patrones porque sus alusiones racistas se produjeron bajo los efectos del alcohol y el Valium. En Francia no se puede despedir por motivos de salud.
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