Madrid deja pasar el plazo y no pide la prórroga por la contaminación ilegal
La petición de moratoria expiró el 30 de septiembre según Medio Ambiente.- El Ayuntamiento asegura que la presentará antes de final de año.- Sí la solicitan Palma, Barcelona y Vallès-Baix Llobregat
El plazo para solicitar una moratoria a la Unión Europea por incumplir la legislación en materia de contaminación expiró el 30 de septiembre pasado. Era el tiempo del que disponían las comunidades autónomas y los ayuntamientos para pedir la prórroga, según el Ministerio de Medio Ambiente. Y Madrid, ciudad que supera el límite legal de dióxido de nitrógeno desde el año pasado, no la ha presentado. El Ministerio ha recibido solicitudes de prórroga únicamente de tres zonas: Palma (Baleares), Área de Barcelona y Vallès-Baix Llobregat (Cataluña).
Madrid superó en 2010 el límite legal de contaminación por dióxido de nitrógeno. Por primera vez era obligatorio para los países de la Unión Europea contener la polución por este contaminante, que procede en gran medida de los tubos de escape de los vehículos a motor, por debajo de los 40 microgramos por metro cúbico de media anual. La capital registró 44 y la encargada de Medio Ambiente de la ciudad, Ana Botella, se vio obligada a reconocerlo en una comisión y a anunciar que iba a pedir una prórroga que la exima de cumplir durante los próximos cinco años.
El plazo ha expirado, y el Ayuntamiento de Madrid no ha enviado su solicitud al ministerio, que es el interlocutor válido para hacer llegar las peticiones a Bruselas. Sin embargo, el consistorio de la capital asegura que la legislación le permite tramitar su solicitud hasta final de año, y no hasta el 30 de septiembre como asegura el ministerio, que ya habló de ese plazo en febrero, cuando un anticiclón de varios días de duración cubrió el cielo de Madrid con una boina de contaminación visible desde muchos puntos.
Una portavoz del departamento que dirige Ana Botella ha asegurado que la normativa europea y el decreto que la traspone a la legislación española permiten a Madrid solicitar la prórroga antes del 31 de diciembre de 2012. Se basa en un artículo de la norma que asegura: "Esos planes serán transmitidos a la Comisión sin demora y, en cualquier caso, antes de que transcurran dos años desde el final del año en que se observó la primera superación". El texto se refiere a los planes de calidad del aire, no a la solicitud de prórroga; sin embargo, el Ayuntamiento defiende que, dado que las ciudades deben acompañar la petición con un plan de calidad del aire, este es el plazo aplicable. Precisamente por la "ambigüedad", explica Medio Ambiente, de esta frase de la directiva, el departamento que dirige Rosa Aguilar comunicó a comunidades y ayuntamientos en una reunión el 28 de julio pasado que la fecha límite era el 30 de septiembre. Previamente se lo había consultado a la Comisión Europea, añade la misma fuente.
El artículo 22 de la directiva 50/2008 sobre calidad del aire prevé que, cuando no se puedan respetar los límites fijados para el dióxido de nitrógeno a partir de enero de 2010 -cuando su cumplimiento pasó de ser recomendado a obligatorio-, los estados miembros pueden pedir una prórroga por un máximo de cinco años para la zona concreta en la que se superen los máximos permitidos. Para ello tiene que existir un plan de calidad del aire que demuestre que se están poniendo los medios necesarios para respetar los valores límite antes de que acabe la prórroga. Además, para que la Comisión Europea la conceda, las ciudades o áreas afectadas tienen que poder demostrar que han hecho todo lo posible para cumplir las normas, estableciendo, por ejemplo, un plan de calidad del aire con medidas concretas que deben haberse puesto en marcha.
El anticiclón que lleva varios días sobre la Península ha elevado los niveles de dióxido de nitrógeno. Ayer mismo, a las nueve de la noche, ocho estaciones de medición de la capital registraron a la vez más de 200 microgramos por metro cúbico de NO2. La mitad superaron los 250. El Ayuntamiento estuvo a un paso de tener que activar el nivel de aviso a la población, algo que finalmente no sucedió porque, pese a los elevados registros, las superaciones deben producirse en estaciones de una misma zona, y Madrid está dividida en seis a efectos de notificación a los ciudadanos. La estación de la avenida Ramón y Cajal midió 364 microgramos. El que sí se activó fue el nivel de preaviso, pero es de carácter interno de la Administración municipal.
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