Guillermo y Kate quieren volver a Canadá
El príncipe lo ha relatado en su último discurso en el país tras su visita oficial.- Los recién casados pasaron un día de retiro privado en las montañas
Los duques de Cambridge se han comprometido hoy a regresar a Canadá tras la última noche de su visita oficial al país. En esa última velada asistieron en la ciudad de Calgary a la tradicional fiesta de la Stampede, un clásico rodeo del oeste norteamericano. Enfundado en un sombrero blanco de cowboy, el príncipe Guillermo dijo durante su tercer y último discurso en Canadá que "sólo puedo decir que la experiencia de los pasados 7 días ha superado todas nuestras expectativas".
"Canadá ha sobrepasado con mucho todo lo que se nos había prometido. Nuestra promesa a Canadá es que volveremos" terminó señalando el príncipe Guillermo.
El duque de Cambridge y su esposa, Catalina Middleton, habían llegado al aeropuerto internacional de Calgary a última hora de la tarde del jueves, y nada más bajar de su avión recibieron los sombreros blancos de vaquero, símbolo de la hospitalidad de Calgary. Antes de proceder con el programa oficial, la pareja real tuvo tiempo para conversar sobre la misma pista del aeropuerto con Diamond Marshall, una niña de seis años que se encuentra en el estado terminal de un cáncer de sarcoma. Diamond había enviado una carta en la que solicitaba reunirse con una princesa y su deseo fue concedido por los duques de Cambridge.
La pareja real británica, que el pasado 30 de junio empezó en Canadá su primera visita oficial al extranjero tras su boda, llegó a Calgary después de pasar casi 24 horas en un retiro privado que inicialmente no fue identificado por las autoridades canadienses. Hoy, las autoridades canadienses reconocieron que los recién casados pasaron la noche del miércoles en un rústico y apartado pabellón situado en uno de los lugares más pintorescos de las Montañas Rocosas canadienses, el lago Louise. La presencia de la pareja en el lugar fue sólo revelada porque pocos días antes de la llegada de los príncipes de Cambridge al pabellón Skoki, como es conocido, se le añadió una nueva habitación: un baño completo, algo de lo que carecía hasta entonces.
Tras su visita a lo que muchos consideran la esencia de Canadá, montañas y naturaleza, el príncipe Guillermo y Catalina se sumergieron en la esencia de la cultura del oeste norteamericano, la de los rodeos y los cowboys. Ataviados con pantalones y camisas vaqueras y los sombreros blancos Smithbilt, los duques de Cambridge presenciaron un espectáculo de monta de toros y caballos, acompañados por el primer ministro canadiense, Stephen Harper y su esposa, Laureen.
La presencia de los representantes de la casa real británica en esta famosa Stampede de Calgary no ha sentado bien a todos. El grupo de defensa de los derechos animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) solicitó a los duques de Cambridge que boicoteasen el evento por considerar que durante el festival se tortura a los animales. Guillermo y Catalina ignoraron la petición de PETA y conservaron de forma animada con Harper y su esposa durante la actuación de los vaqueros.
El viernes, antes de abandonar Canadá con destino a California, la última etapa de su primer viaje al extranjero tras su boda, los duques de Cambridge tienen previsto dar inicio al desfile de la Stampede con el encendido de fuegos artificiales
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