CiU pide al Gobierno más tiempo para intentar consensuar la reforma laboral

El Gobierno desea alcanzar el mayor respaldo posible en la votación que se celebrará en el Congreso de los Diputados el próximo día 22 sobre la reforma laboral, de forma que el acuerdo amortigüe el rechazo popular a los cambios en el mercado de trabajo. Sin embargo, el PSOE no cuenta con alianzas estables en la Cámara baja, por lo que las próximas horas serán vitales en las negociaciones con el resto de los grupos.

El panorama no es muy alentador: el acuerdo con ERC podría estar cerca y CC tampoco se sitúa muy lejos. Aunque un pacto con PNV y los partidos de izquierdas se presenta complicado. El PP, una incógnita. Por su parte, CiU, que ya había exigido cambios en el texto, ha asegurado esta mañana que "ahora mismo no apoyaría" la reforma laboral que el Gobierno prevé aprobar el miércoles en un Consejo de Ministros extraordinario.

En una entrevista en el programa de la cadena SER A vivir que son dos días, el protavoz parlamentario de la formación, Josep Antoni Duran Lleida se ha quejado de las prisas del Ejecutivo para dar luz verde cuanto antes al borrador, que ha calificado de "churro", porque ha alegado, no define las causas objetivas de despido, no aclara las reducciones en la cuota de la Seguridad Social para los empresarios y no entra a combatir el absentismo laboral.

"Es mejor que salga una semana más tarde", que se negocie y que se ofrezca un texto "más contundente y llamativo para los mercados". Según el portavoz convergente, el presidente del Gobierno da un escaso margen de negociación a los grupos parlamentarios, cuando ha estado meses hablando con la patronal y los sindicatos.

"Es un documento, me refiero al que entregó el viernes por la tarde a los sindicatos y a la patronal. Es un documento en el que no acabo de entender qué es lo que realmente se pretende enviar como mensaje de la reforma laboral que creo que es lo más importante de cara a los mercados y a quien nos la pide que son la UE, el eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional", ha subrayado.

Y ha continuado: "Es un documento que ha sido fruto de meses de diálogo entre sindicatos, Gobierno y patronal, que ahora entra por la vía parlamentaria y esta es una segunda consideración, y tenemos que resolver la negociación en poco más de 24 horas, cuando ellos han tenido prácticamente dos años, yo no sé creo que valdría la pena incluso empezar de nuevo y si hay que retrasar una semana la aprobación del decreto, que se haga. Es mejor que salga una buena reforma que salga una semana más tarde a que salga antes un churro", ha indicado.

El Ejecutivo pidió ayer un esfuerzo de comprensión a los sindicatos ante la reforma laboral que ultima y a la que el Ejecutivo dará luz verde el próximo miércoles en un Consejo de Ministros extraordinario. Un proyecto con el que nadie parace estar contento. Después de que los sindicatos amenazaran con una huelga general, los empresarios se sumaron ayer al rosario de críticas y en un comunicado, la CEOE, aseguró que los planes del Ejecutivo no servirán para crear empleo.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, envió un mensaje de firmeza, pero también de tranquilidad a los trabajadores y a los agentes sociales sobre los planes del Ejecutivo. Zapatero fue interrogado sobre los detalles del proyecto. El presidente defendió que será una reforma "sustancial y equilibrada" que mantendrá "básicamente la red de derechos" de los trabajadores.

Entre las medidas que contempla la reforma está la posibilidad de que una empresa con seis meses de pérdidas ininterrumpidas pueda justificar despidos económicos, mucho más baratos que los improcedentes, y un nuevo fondo financiará parte del despido de los fijos a partir de 2012.