Zapatero defiende el proyecto europeo frente a las "dudas" de los "egoístas" con "escasa perspectiva de futuro"

Los ataques especulativos contra la economía griega han forzado a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) a aprobar un plan de rescate de 110.000 millones de euros, que no cubre todas sus necesidades pero relaja al menos de momento la presión de los mercados sobre el país. Sin embargo, cada vez son más los economistas, expertos y medios de comunicación -sobre todo, en el ámbito anglosajón- que aceptan como posible algo que antes sólo los agoreros más euroescépticos se atrevían a apuntar: que la ferocidad de los especuladores, unida a la inacción de las autoridades comunitarias, puede obligar a un país de la zona euro a abandonar la moneda única.

En primera línea de fuego se encuentra Grecia, pero una vez que este objetivo se da por amortizado (su deuda está al nivel del bono basura, aunque el BCE la siga respaldando), son Portugal y España los más mencionados en titulares y análisis. El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que además ejerce hasta junio como presidente de turno de los Veintisiete, ha aprovechado hoy su intervención en un acto político en Bruselas para defender con pasión y firmeza el proyecto europeo frente a los que dudan de su fortaleza por egoísmo o cortedad de miras.

Tras visitar por primera vez el cuartel general de la Alianza Atlántica, Zapatero ha intervenido ante una reunión de alcaldes europeos. El tema de la jornada era el cambio climático, pero el presidente del Gobierno español ha reiterado en varias ocasiones una misma frase: "Lo mejor que tenemos es Europa". El único aplauso que ha interrumpido su discurso ha estallado cuando, como presidente de turno de la Unión y jefe del Ejecutivo español, ha dado su "apoyo" a Grecia.

"Con frecuencia se critica a la UE por tardar mucho en tomar decisiones y por la complejidad de ese proceso de toma de decisiones", críticas que "en este momento" se centran en la crisis griega. Por ello, tras respaldar una vez más a este país, Zapatero ha salido al contraataque: "Sólo aquellos que pueden pensar de manera egoísta y con escasa perspectiva de futuro tienen dudas de la fortaleza del proyecto europeo".

También se ha ocupado Zapatero del tema que centraba la reunión (a la que acudían 1.600 alcaldes, 300 de ellos españoles, los más representados). La crisis ha llevado al Gobierno español a replantearse su política de ayuda a las energías renovables. Hoy, su presidente ha "reconocido" que "suponen un coste", "porque hay que ayudarlas a ser rentables", pero las ha defendido como "una inversión de futuro". De Igual forma, ha llamado a "actuar con firmeza" para reforzar la interconexión eléctrica de España y Francia a través de los Pirineos.