Gallardón admite sentirse ofendido por las palabras de Aguirre sobre Caja Madrid
El alcalde de Madrid reconoce ante Iñaki Gabilondo mantener una "cierta distancia" con su compañera de partido y elude responder si se fía de ella.- Aguirre rechaza hablar de su relación con él y de su "conversación privada"
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, asegura mantener una "cierta distancia" personal con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Así lo reconoció anoche durante la entrevista que mantuvo con Iñaki Gabilondo en CNN+, en la que el regidor admitió sentirse ofendido por las polémicas declaraciones en las que Aguirre se ufanó de ceder un puesto en el consejo de administración de Caja Madrid a IU tras quitárselo "al hijoputa", recogidas el pasado 29 de enero de una conversación privada con su vicepresidente Ignacio González por unos micrófonos que estaban cerca y abiertos. La presidenta intentó aclarar entonces que el "hijoputa" al que se refería no era Gallardón, como creyeron muchos, sino un ex consejero de Caja Madrid llamado Fernando Serrano, pero la duda quedó en el aire. "El hecho de que fuera yo o un compañero mío no hace que disminuya mi ofensa. No me ofende menos que fuera un compañero del Ayuntamiento el que recibió esa calificación a que fuera yo mismo, eso es indiferente", dijo.
Aguirre ha rechazado hoy hablar de su relación con Gallardón y de sus comentarios sobre su "conversación privada". "Anoche estuve celebrando el cumpleaños de Arturo (Fernández), presidente de los empresarios madrileños y no tuve oportunidad de ver esa entrevista", ha asegurado. "Sobre las conversaciones privadas que mantengo con un miembro de mi Gobierno y amigo (González) no tengo nada que comentar. ¿O es que ahora vamos a comentar las conversaciones privadas? ¿Estamos en un estado policial?", ha añadido durante su intervención en el Foro Madrid celebrado en Getafe, informa Jerónimo Andreu.
La presidenta regional ha aprovechado este cita para comenzar una serie de actos en los municipios de la periferia con el objetivo de captar el voto en las elecciones municipales de 2011 y ha puesto en valor las inversiónes llevadas a cabo por su Gobierno en la zona sur.
La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha querido alimentar la polémica y ha asegurado hoy que el trato entre Aguirre y Gallardón entra dentro de las relaciones "normales y cotidianas". En su opinión, lo "importante" en el PP son los programas económicos y políticos y "la firme decisión de todos" de llevarlos a cabo. "Nos dedicamos a ello en cuerpo y alma y ponemos por encima de eso otros temas de naturaleza personal que forman parte de las relaciones normales y cotidianas", ha señalado.
El regidor evitó también anoche decir si las heridas que provocaron las declaraciones de Aguirre han cicatrizado. Y definió la situación entre ambos después del incidente: "Nos deja en el ejercicio de la responsabilidad que cada uno tiene que tener". En todo caso, Gallardón se mostró de acuerdo con la dirección nacional del PP de no abrir ningún expediente sobre este asunto. "Un partido tiene que trabajar a favor de los ciudadanos, en primer lugar, y del propio partido, después. En estos momentos, en beneficio de los ciudadanos, tenemos que seguir trabajando, mirando adelante y no plantear exigencia de responsabilidades por esto", afirmó. Y coincidió con las tesis de la presidenta de que "es muy difícil someter una conversación privada después a un juicio de reproche disciplinario o político como si fueran unas declaraciones ante la prensa", aunque apuntó que "una conversación privada refleja la autenticidad de los sentimientos".
Durante la conversación, Gallardón eludió también responder si se fía de su compañera de partido y subrayó solamente que su obligación es "seguir trabajando con ella" como responsables de dos administraciones públicas que deben colaborar. "La confianza es un sentimiento personal, y mi obligación con los madrileños es que ninguna distancia personal afecte a lo que es el bienestar y la buena gestión", señaló. Además, según él, los ciudadanos al final no tendrán en cuenta las rencillas que mantienen presidenta y alcalde, ya que lo que valoran que, "existiendo diferencias personales, las administraciones trabajan juntas" en multitud de temas importantes.
En cambio, el regidor afirmó de forma rotunda que sí se fía del presidente de su partido, Mariano Rajoy, ya que nunca le ha dicho "cosa distinta en público y en privado", pese a haberle negado algunas peticiones, una actitud que a su juicio "inspira confianza en un político y en una persona".
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