Sarkozy introduce retoques en su reforma de las pensiones
Las medidas a favor de las madres de familia numerosa o hijos discapacitados no frenan las protestas de los sindicatos
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado hoy que introducirá pequeñas modificaciones en su controvertida reforma de las pensiones, pero no serán suficientes para atajar la movilización de los sindicatos, que de hecho están empezando a endurecer su postura contra el Gobierno. Los retoques, según un comunicado hecho público por el Elíseo, beneficiarán a las madres con más de tres hijos y a los padres de niños discapacitados, que podrán retirarse a los 65 años en lugar de a los 67 años que prevé la reforma sin perder derechos.
El Gobierno introducirá una enmienda a la nueva norma, que actualmente se está debatiendo en el Senado, para llevar a cabo las modificaciones. Los cambios en dicha reforma consisten en que los padres que decidan dejar de trabajar al menos durante un año para la educación de sus hijos, podrán declarar dicho tiempo como trabajado en el futuro cómputo de su pensión. Este cambio se aplicará durante los próximos cinco años y los padres se podrán beneficiar de él durante los tres años siguientes al nacimiento del hijo.
En esencia, la reforma eleva de 60 a 62 años la edad mínima para jubilarse, aunque para acogerse a esta opción deben haber cotizado durante 40 años. En caso de no alcanzar el tiempo mínimo, deberán esperar a los 67 para poder retirarse con derecho a cobrar toda la pensión, cuando ahora basta con hacerlo a los 65 años. Los cambios para todos los pensionistas, según el proyecto en tramitación, se introducirán de forma progresiva de modo que serán los nacidos en 1956 los primeros en jubilarse a los 62 años si llevan 40 trabajando o, en su defecto, a los 67.
Los ajustes, según ha explicado el ministro de Trabajo, Eric Woerth, afectará a unas 130.000 madres y tendrán un coste de 3.400 millones para las arcas del Estado, que actualmente están inmersas en un proceso de saneamiento en línea con la gran mayoría de países del euro. Este gasto extra se financiará, ha añadido, a través de una subida en los impuestos de venta de propiedades.
Sin embargo, las modificaciones anunciadas hoy por el Elíseo, que ya estaban previstas, no convencen a los sindicatos, que exigen que Sarkozy de marcha atrás en su propuesta de elevar la edad de jubilación. Las centrales ya han celebrado cinco huelgas generales contra el proyecto y, aunque la última convocatoria celebrada a principios de septiembre registró un seguimiento menor, han anunciado una nueva jornada de protesta para el 12 de octubre. Además, están estudiando las posibilidades de tomar medidas más drásticas como una huelga indefinida para reforzar la presión contra el Ejecutivo.
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