Caja Madrid, dispuesta a entrar en el proceso de fusiones entre cajas

El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha afirmado hoy que la entidad que dirige está dispuesta a participar en el proceso de reestructuración del sistema financiero español con la adquisición de una caja, y ha admitido que lo intentará en un futuro si tiene la ocasión. Además, sobre la situación interna de la caja y preguntado por el pacto de estabilidad interno entre PP, IU, Confía-CC OO y los independientes; Blesa ha restado importancia a este acuerdo, del que está ausente el PSOE, al asegurar que no afecta al negocio diario y a las operaciones de la caja, ya que ha revelado que las decisiones del Consejo de Administración "se toman por unanimidad".

El presidente de Caja Madrid ha asegurado que se siente "libre" de presiones políticas para estudiar la participación de la entidad en las posibles fusiones que tengan lugar entre las cajas al calor de la crisis, aunque ha admitido que luego la sometería a la opinión del consejo de administración, donde están representados los partidos, y que es el que tendría la última palabra.

"Hay que quitarse los fantasmas de la privatización por las cuotas y hay que dejar de pintar visones en las cuevas con fantasmas del pasado"

En cualquier caso, ha aprovechado su intervención en el curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y el BBVA en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP) para reclamar que las fusiones puedan tener lugar entre cajas de distintas regiones. En su opinión, las uniones entre autonomías lograrían evitar las redundancias que se pueden producir en caso de que sean de una misma comunidad, ya que pueden llegar a copar el 35% de la red e, incluso, a solapar sus oficinas.

Por otro lado, ha pedido que se revise el sistema de cuotas participativas para que las cajas puedan captar capital con más facilidad. "Hay que quitarse los fantasmas de la privatización por las cuotas y hay que dejar de pintar visones en las cuevas con fantasmas del pasado". "No hay que tener miedo a ver que pasa, porque corremos el riesgo de morir vírgenes y mártires por defender las esencias", ha evocado Blesa.

Reducir el peso político en los consejos

Sobre la politización de las cajas, el presidente de Caja Madrid ha analizado que la "semilla de la politización en el sentido noble del término está y estará siempre en las cajas porque eso es lo que dice la ley". Pero ha añadido que vería bien que se reduzca el peso político en los consejos de administración hasta el 20 o el 25%, mientras actualmente están por debajo del 50%. No obstante, sí ha admitido que la presión política en Caja Madrid es "más patente que en otras", pero opina que será pasajera.

No obstante, ha admitido que la presión política en Caja Madrid es "más patente que en otras", aunque cree que será pasajera, y si bien ha negado que la presencia de los partidos en los órganos ejecutivos condicione los temas de negocio, sí ha reconocido que podrían marcar el proceso de su reelección. En todo caso, ha declarado que no se plantea dimitir, ha añadido que acabará su mandato y que ya se verá si le designan o no para repetir en el cargo.

Entrando en la polémica sobre el crédito millonario concedido al Real Madrid, Blesa ha indicado que su política es conceder préstamos a "todos los clientes que los pueden devolver", y que este club "es solvente". Además, ha recordado que la caja ha aumentado los créditos un 11% en lo que va de año.

Nin niega presiones de la Generalitat

En el mismo acto, el director general de La Caixa, Juan María Nin, ha afirmado que la prioridad de la caja no es adquirir o fusionarse con otras entidades en España, debido a que cuenta ya con 5.600 oficinas en el país y son lideres en banca minorista, si no crecer en el extranjero. Asimismo, ha corroborado la opinión del presidente de la CECA, Juan Ramón Quintas, de que en 2010 habrá algunas entidades que registren pérdidas, pero que en ningún caso se producirán en todo el sistema.

La razón, en opinión de Nin, es que el sector tiene capital suficiente para aguantar la morosidad, aunque sobre entre un 20 o un 25% del actual sistema financiero por culpa de la caída que va a haber en los volúmenes de negocio, sobre todo en los vinculados al sector del ladrillo.

Por otra parte, ha sido tajante al decir que no ha recibido ninguna sugerencia de la Generalitat catalana para que se fusione con alguna entidad de la comunidad mientras, respecto al veto de las autonomías, ha señalado que habría que analizarlo caso por caso. Además, ha comentado que cree que es poco natural que haya cuotas sin derechos políticos, ya que están compitiendo con las acciones, que sí tienen estos derechos. Según ha explicado, lo lógico sería pensar que "si las cuotas tuvieran derechos habría más fluidez de este producto en el mercado".

En cuanto al fondo de reestructuración, ha afirmado que "parece que va por muy bien camino" y ha valorado que se pueda adaptar a casos concretos en oposición al conocido como manguerazo (capital para todos). Lo que ve mejor, ha añadido, es que esté llevado por los técnicos y no por los políticos.

No a la fusión con la CAM

Por su parte, el presidente de Bancaja, José Luis Oliva, ha asegurado que la institución que preside "no se puede fusionar nunca con la CAM porque produciría un nivel muy alto de duplicidades en la red y concentración de riesgos". Con estas declaraciones, Oliva reconoce por primera vez que esta fusión es complicada.

Oliva ha añadido que "no tendría ningún problema en abordar fusión de fuera" y que pediría a la generalitart que fuese flexible en el veto.