Trichet se suma al análisis que prevé la recuperación en 2010
El presidente del BCE insta al G-20 a llegar a acuerdos a largo plazo y condiciona la salida de la crisis a una mejora de la confianza
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha señalado hoy que hay bastante consenso sobre la idea de que la recuperación económica podría comenzar durante 2010, aunque ha insistido en que eso dependerá del restablecimiento de la confianza.
En un mensaje que va en la misma línea del que el pasado domingo lanzó desde Washington su homólogo estadounidense, Ben Bernanke, y que disparó las bolsas al descartar el riesgo de depresión y vaticinar el inicio de la recuperación en Estados Unidos antes de 2010, Trichet ha afirmado hoy en una entrevista a la emisora de radio francesa Europe 1 que la recuperación podría empezar en 2010 aunque, ha matizado, si se quiere " salir de esta situación, hay que aumentar la confianza". En cualquier caso, ha advertido, la situación sigue siendo "muy incierta" y "el año 2009 será muy, muy difícil".
En su opinión, frente a la constatación de la situación presente, "hay un acuerdo bastante general para pensar que 2010 puede ser el año de la recuperación moderada. Pero eso depende de nosotros: no está ganado por adelantado" y está condicionado a que se consiga "recuperar la confianza". Para lograrlo, entre otras cosas, la cumbre del G20 del próximo 2 de abril en Londres tiene que centrarse "lo menos posible en el corto plazo y lo máximo en el largo plazo".
Frente a la opinión de Trichet, que coincide con la visión del comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, de que ha detectado mejores síntomas en el desarrollo de la crisis económica respecto a la situación de hace tres meses a pesar del deterioro de las condiciones sociales; contradice la opinión del FMI, que ayer anunció una rebaja de sus previsiones sobre la eurozona. Según sus nuevos cálculos, la economía del conjunto de países que comparten la divisa europea se contraerá un 3,2% este año, la mayor caída de todas las proyecciones hechas públicas hasta la fecha, y se estancará en 2010 con un avance del 0,1%.
Una visión que comparten, entre otros, los analistas la firma de servicios financieros Morgan Stanley, que ha alertado hoy sobre el inicio de una segunda oleada de crisis por el deterioro de los negocios después del trance financiero de los últimos meses. "Creo que la segunda oleada estará impulsada por la débil rentabilidad de las empresas de todo el mundo y que tendrá un impacto negativo en la capacidad de éstas para devolver los créditos a los bancos y a otras instituciones financieras", señaló Stephen Roach, presidente de Morgan Stanley Asia, en una entrevista con la agencia de noticias Xinhua. El economista cree que "estamos justo al principio de la segunda ola, que refleja más el impacto del ciclo de los negocios globales que el contagio del mercado de créditos".
Rebajas de tipos
Sobre eventuales futuras rebajas del precio del dinero, Trichet ha hecho gala de su habitual prudencia y no ha querido dar precisiones sobre cuál será la política monetaria del BCE, más allá de recordar que en la última rebaja de los tipos de interés ya avanzó que el 1,5% decidido no es necesariamente el nivel más bajo posible. Así, además de las capacidades de la política monetaria, el banquero francés ha puesto el acento en que, gracias a las medidas de apoyo al sistema crediticio tomadas desde septiembre pasado por la entidad emisora, los tipos interbancarios en la zona euro son inferiores a los de Estados Unidos y los más bajos desde la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto a la acusación de responsables económicos estadounidenses y simbolizadas en la figura de Barack Obama de que los planes de reactivación económica en Europa son insuficientes, Trichet ha comentado que "en general, los planes europeos son audaces" y en su defensa ha destacado que "hay que encontrar el equilibrio" entre las medidas a largo plazo y el mantenimiento de la confianza en la estabilidad de precios a largo plazo.
A ese respecto, ha recordado que las medidas no convencionales, como prestar liquidez sin límites a los bancos europeos y ampliar sus garantías han significado un aumento del balance del BCE en un monto equivalente al 16% del PIB de la zona euro. Preguntado sobre la confirmación de la utilidad de la moneda única en la actual situación, el presidente del BCE ha respondido que "si el euro no hubiera existido, probablemente se hubiera inventado con esta crisis".
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