Grecia logra un nuevo balón de oxígeno a cambio de más sacrificios
El BCE, la Comisión y el FMI liberan los 12.000 millones pendientes - Habrá un segundo rescate y participación voluntaria en la reestructuración de la deuda
Grecia salvó ayer un match ball al conseguir el aval de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la llamada troika, para sus propósitos de enmienda financiera. Atenas obtendrá los vitales 12.000 millones de euros del pago pendiente conforme al plan de rescate pactado hace un año, plan de salvamento que se verá reforzado con una reestructuración de la deuda en la que la banca privada podrá entrar de forma voluntaria. El nuevo socorro estará sometido a estrictas condiciones que incluyen más recortes sociales y privatizaciones, que en su conjunto llegarán a unos 80.000 millones de euros. La sociedad helena lo ha recibido pésimamente ante las nuevas cargas y ha sido llamada por enésima vez a una huelga general el próximo 15 de junio.
"Grecia no saldrá de la zona euro ni suspenderá pagos", asegura Juncker
La troika da el visto bueno al ajuste vigente y a las nuevas medidas
"Es evidente que Grecia no saldrá de la zona euro y que no habrá suspensión de pagos" dijo ayer Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, formado por los 17 países que comparten la moneda única. "Grecia va a cumplir plenamente sus obligaciones", agregó el optimista confeso Juncker tras recibir al primer ministro griego, Yorgos Papandreu, que viajó a Luxemburgo para presentarle sus planes de actuación a corto y medio plazo para contener la crisis helena.
"Los griegos han hecho grandes sacrificios y quedan muchos por hacer, pese a lo cual los mercados nos miran con escepticismo y por eso hemos tenido que discutir un plan de apoyo financiero suplementario", declaró Papandreu en Luxemburgo.
Los países de la eurozona van a otorgar una nueva ayuda a Grecia, para seguir manteniendo la esperanza de que salga del marasmo, que cuenta con la gran novedad de que intervendrá la banca privada voluntariamente, aunque en términos por definir, según anunció Juncker. El presidente del Eurogrupo no adelantó las cantidades de la ayuda a sumar a la ya en ejecución de 110.000 millones hasta el año 2013. En las últimas jornadas se han venido barajando cifras no inferiores a los 60.000 millones.
La cuestionada participación de la banca privada -defendida por Alemania contra el criterio del BCE, receloso del efecto disuasorio que pudiera tener sobre los mercados financieros- se hará previa negociación entre las partes. Se da por hecho que incluirá, como mínimo, la renovación de los préstamos cuando cumplan y la extensión del periodo de madurez de los bonos hasta plazos de 10 y 15 años. Queda también por ver qué participación del total del socorro asumirá la banca privada, que irá de la mano en el empeño con las instituciones europeas y el FMI.
Este plan es fruto del visto bueno dado por la troika a la ejecución del programa de ajuste vigente y a las promesas de Atenas de seguir haciendo reformas estructurales en nombre del crecimiento económico y de la competitividad. La consecuencia inmediata ha sido el acuerdo para liberar los 12.000 millones de la quinta entrega de los 110.000 sin los cuales el Gobierno griego anunció que debería declarase en suspensión de pagos. El nuevo tramo, cuya concesión puso en duda el FMI, llegará con ligero retraso y se hará efectivo a primeros de julio.
En el comunicado que certifica el desatascamiento de la situación, la troika valora los esfuerzos realizados por Grecia y da cuenta de las promesas privatizadoras del Gobierno de Papandreu dirigidas a conseguir 50.000 millones de euros hasta finales de 2015. La privatización será tutelada por un organismo de nueva planta profesional e independiente, como habían venido pidiendo algunos países europeos y el propio Juncker. Sin que figuren en el comunicado, la privatización afectará a ferrocarriles, puertos, aeropuertos, bancos, y compañías de agua y electricidad, en una relación no exhaustiva.
Las reformas estructurales y fiscales para modernizar la Administración pública y la sanidad, mejorar el mercado laboral y adaptar la presión fiscal (un coladero en Grecia) a las circunstancias son principios genéricos que se traducirán en subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de organismos públicos, recortes salariales y flexibilidad en el mercado laboral.
El nuevo paquete será debatido el próximo día 20 por el Eurogrupo con vistas a que reciba el aval de los líderes de la UE en el Consejo Europeo de los días 23 y 24. Antes habrán dado su sonora opinión los griegos, convocados el día 15 por los principales sindicatos a una huelga general. Ayer un grupo de izquierdista ocupó simbólicamente el Ministerio de Economía y Hacienda en la céntrica plaza de Syntagma de Atenas. Todo ocurrió el mismo día en que la agencia de valoración crediticia Moody's rebajaba drásticamente la calidad de la deuda de ocho grandes bancos.
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