Puig justifica la carga porque los Mossos fueron "acorralados"
La izquierda cree desproporcionada la actuación y le pide explicaciones
"Sentido común, cautela, prudencia y, cuando ha sido necesario, contundencia". Con estas palabras justificó ayer el consejero de Interior, Felip Puig, la actuación de los Mossos d'Esquadra en la plaza de Catalunya. "El objetivo era desalojar, no cargar", repitió hasta la saciedad, aunque admitió que una línea de contención se vio superada y un grupo de agentes fueron "acorralados", lo que les obligó a actuar con más dureza.
En el dispositivo actuaron 350 mossos y cerca de un centenar de agentes de la Guardia Urbana. Estos últimos aguantaron las iras de los acampados y no utilizaron sus porras en ningún momento. "Yo no decido cuántos agentes han de participar en el dispositivo", dijo Puig a modo de justificación, tras lo cual señaló que ha encargado un informe interno para analizar la actuación.
Solo hubo un detenido, que quedó libre tras declarar en comisaría
En una comparecencia celebrada en el Palau de la Generalitat, Puig aludió a que la actuación policial había "disminuido" el "riesgo" que entrañaban los concentrados y afirmó que algunos pudieron cometer delitos de daños, lesiones y desobediencia. Y prueba de ellos son los 36 mossos que resultaron heridos, dijo el consejero, quien enumeró que se dispararon 236 salvas de advertencia, 6 pelotas de goma y 12 proyectiles para inmovilizar a los concentrados.
Pese a esa supuesta peligrosidad de los acampados, el consejero admitió que solo se detuvo a una persona, que fue puesta en libertad al poco tiempo. Los atestados policiales se entregarán el lunes a la fiscalía, repitió en varias ocasiones Puig, aunque en ellos no se identificará a los manifestantes supuestamente violentos, porque los Mossos no lo hicieron ayer, sobre el terreno.
La carga policial de ayer supone el bautismo de fuego para el consejero de Interior, que tan intransigente se mostró con su antecesor, Joan Saura, y a Puig le llovieron las críticas por todas partes. "Las asumo y el responsable soy yo", dijo poniéndose la mano en el pecho, mientras repetía que se ha conseguido el objetivo de "disminuir el riesgo" ante la posibilidad de una celebración de la victoria del Barça en la Champions. "Han sido 35 camiones y 500 metros cúbicos de residuos", dijo Puig, quien rechazó un nuevo desalojo "antes de mañana [por hoy]".
"Desproporcionada", "injustificada" e "innecesaria" son algunos de los calificativos que los partidos utilizaron para definir la carga; asimismo recordaron que la acampada ha tenido desde el principio un carácter reivindicativo y pacífico. "¿Qué peligrosidad tiene un ordenador, unas firmas y la comida?", se preguntó el secretario general de ICV, Joan Herrera, quien aseguró que con la intervención se ha vulnerado el derecho de reunión y la libertad de expresión. "Puig se ha extralimitado con los acampados ante su incapacidad de negociación y diálogo", aseguró el PSC.
Esquerra y Ciutadans criticaron al Gobierno catalán por justificar la actuación como "un acto de limpieza", cuando en realidad fue un "desalojo encubierto". El concejal electo de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona Jordi Portabella dijo en su Twitter que la carga "no tiene nombre". La oposición anunció que pedirá la comparecencia de Puig en el Parlament para que dé explicaciones por la carga policial, algo a lo que el consejero se mostró dispuesto.
Solidaritat per la Independència fue más lejos y pidió su dimisión, lo mismo que hicieron los sindicatos policiales de los Mossos de UGT y CC OO.
Apenas unas horas después de producirse la carga, el Síndic de Greuges anunció que había abierto una actuación de oficio para esclarecer si "se han vulnerado los derechos de las personas y se ha preservado la necesaria proporcionalidad en la actuación de las fuerzas policiales". El Colegio de Abogados de Barcelona mostró su "rechazo e indignación" por la actuación policial.
Por el contrario, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, justificó la carga y, siguiendo el mismo argumentario que había empleado su consejero, dijo que "se trataba sencillamente de recuperar las condiciones de higiene, y también de seguridad, de cara a lo que puede pasar si el Barça gana la Champions".
Las frases del consejero de Interior
- "La policía ha respondido a la situación de violencia de algunos concentrados".
- "No podemos permitir que se construyan parques temáticos en espacios públicos".
- "Entiendo que haya gente que pida mi dimisión. Hace años que me dedico a la política".
- "Había que intervenir ante la posibilidad de que algún energúmeno coja el butano o el gas".
- "Sí, volvería a tomar la misma decisión"
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