El Eurogrupo analiza las exigencias de Finlandia para ayudar a Portugal
La detención de Strauss-Kahn enturbia la reunión clave para ampliar el fondo de rescate de Grecia - El FMI ha prestado 30.000 millones a Atenas
La detención del presidente y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado de agresión sexual a una camarera, no podía haber ocurrido en peor momento para la zarandeada zona euro, agobiada por las crisis de Grecia, Irlanda y Portugal. El máximo ejecutivo del FMI debía participar en la reunión del Eurogrupo que hoy se celebra en Bruselas y tenía previsto mantener antes una entrevista con la canciller alemana, Angela Merkel, para decidir sobre "posibles nuevos ajustes" al programa de ayudas a Grecia.
Los ministros de Economía de la zona euro analizarán la posible rebaja del precio de los préstamos de ayuda a Irlanda y darán su apoyo formal a Mario Draghi, gobernador del Banco de Italia, para sustituir a Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE) a partir del 1 de noviembre.
Exigen a Lisboa que garantice los créditos y que incluya a la banca
En EE UU, Obama pide un acuerdo para elevar la deuda pública
El FMI se comprometió en mayo de 2010 a conceder préstamos a Atenas por 30.000 millones, la mayor ayuda a un país, de los que ya ha entregado más de la mitad. Después, en noviembre, comprometió otros 22.500 millones para Irlanda y ahora está pendiente de otorgar 26.000 millones a Portugal. Estados Unidos, Canadá y los grandes países emergentes han expresado su inquietud porque una parte importante de las ayudas del Fondo se canalizan hacia Europa.
La situación de Grecia se ha convertido en la cuestión más apremiante para el euro. Los últimos datos de la Comisión han revelado nuevos desvíos de déficit y deuda, que alcanzará el 166% del PIB el próximo año. Estas magnitudes han reabierto el debate, por una parte, entre parte de los analistas, que no contemplan otra solución que la reestructuración de la deuda, es decir, la asunción de pérdidas por parte de los tenedores de bonos, y, por otra, las instituciones como el BCE y la Comisión, que temen que una suspensión de pagos, aunque sea limitada, puede desencadenar una tormenta peor que la de Lehman Brothers en 2008. Por ahora la idea institucional dominante es ampliar la ayuda inicial a Grecia de 110.000 millones. "Lo que se considera en este momento es la ampliación en caso de que sea necesario", ha señalado la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde.
El otro asunto importante será el análisis de las precondiciones exigidas por Finlandia para aprobar las ayudas a Portugal, que ascienden a 78.000 millones. El acuerdo alcanzado por el Partido de la Coalición Nacional y el Partido Socialdemócrata en Finlandia es de una gran relevancia no solo porque establece las precondiciones para la ayuda a Portugal, sino porque también estipula los requisitos que deben cumplirse para ampliar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y los del permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), vigentes a partir de 2013. A Portugal le exigen dos precondiciones: que garantice los créditos recibidos con la venta de bienes públicos y que alcance acuerdos con sus inversores privados para que mantenga sus posiciones de la manera prevista en el MEDE. En el caso del MEDE, Helsinki exige cuatro precondiciones para su constitución: cláusulas de acción colectiva para facilitar posibles reestructuraciones; asegurar que los préstamos del MEDE tendrán condición preferente frente a los del sector privado; estipular que el MEDE cumplirá completamente las condiciones establecidas respecto a las responsabilidades de los bancos e inversores privados y evitar que la estructura del MEDE sustituya la responsabilidad de los Estados miembros.
En Estados Unidos también hay problemas con la deuda. El Departamento del Tesoro podría anunciar hoy que el Gobierno federal llegó al techo de endeudamiento, fijado en los 14,3 billones de dólares, informa Sandro Pozzi. En ese momento, los legisladores en el Capitolio tendrán de tiempo hasta el 2 de agosto para llegar a un pacto con la Casa Blanca que evite un impago de sus obligaciones.
El presidente Barack Obama volvió a alertar que la economía de EE UU no puede permitirse el lujo de la inacción. "Tendremos una recesión aún peor, una crisis financiera aún peor", dijo en una entrevista con la cadena CBS. Los rivales republicanos exigen que haya una reducción real del gasto sin una subida de impuestos. "La mayor amenaza para nuestro país y nuestra economía es no afrontar el problema fiscal", remachó.
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