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Consecuencias de la sentencia del Supremo

El tribunal deja a EA y Alternatiba como partidos residuales

Ambas formaciones suman 208 ediles y seis junteros en Euskadi y Navarra

La no legalización de las listas de Bildu abocaría a Eusko Alkartasuna y Alternatiba a ocupar un espacio marginal en la escena política vasca. Los plazos les impiden ya concurrir en solitario, con lo que la presencia de EA en los ayuntamientos se limitaría a la que obtengan tras el acuerdo logrado en el seno de la coalición para ir con sus propias siglas en Muskiz (Vizcaya), donde gobiernan con el PSE, en Deba (Guipúzcoa), donde ostentan la alcaldía, en Aramaio (Álava) y en Santesteban (Navarra). Por su parte, el partido liderado por Oskar Matute presentará listas propias en el municipio guipuzcoano de Deba.

En la actualidad EA, fundado en 1986 como escisión del PNV -en sus primeras elecciones autonómicas vascas logró 13 escaños de la mano de su primer presidente, Carlos Garaikoetxea-, suma 20 alcaldías -11 en Euskadi y 9 en Navarra-, casi dos centenares de concejales -193- y tres junteros y cuatro representantes en el Parlamento navarro como resultado de los comicios celebrados en mayo de 2007. El partido liderado por Pello Urizar concurrió a esta cita con las urnas en coalición con el PNV en muchos de los municipios vascos, y como integrante de NaBai, en Navarra. Ambas alianzas se acabaron rompiendo.

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La última hace apenas unos meses, cuando EA decidió abandonar Nafarroa Bai ante la negativa del partido jeltzale y Aralar a abrir las puertas a la izquierda abertzale tradicional. El rumbo ideológico de EA, volcado ya en el independentismo, lo ha llevado por un camino con el que distinguirse, el que tomó el pasado mes de junio, cuando abanderó en Bilbao la constitución del denominado polo soberanista junto a la ilegalizada Batasuna.

A partir de su declive en los 90, las coaliciones con el PNV le han garantizado la presencia en el Gobierno y en las juntas generales desde hace una década, además de en numerosos municipios. EA gobernó hasta 2009 con el PNV, con Juan José Ibarretxe como lehendakari, y su acercamiento a la izquierda abertzale le costó seis de los siete escaños que tenía en el Parlamento vasco y una escisión. La nueva alianza se empezó a fraguar en 2008, en las visitas que el entonces presidente de EA, Unai Ziarreta, hizo a Otegi en la cárcel de Martutene (Guipúzcoa), pero el asesinato de Ignacio Uria, el 2 de diciembre de 2008, desbarató el intento.

La escisión de EA, Hamaikabat (H1!) que data de mediados de 2009, presentó, por su parte, candidatos propios en 20 municipios guipuzcoanos y a los cuatro cabeza de lista a las Juntas Generales.

Por su parte, Alternatiba, escisión de Ezker Batua que nació después de los comicios de 2007 (EB se presentó en coalición con Aralar) tiene una representación anecdótica en el País Vasco y nula en Navarra.

Los miembros de Alternatiba se negaron a renunciar a sus cargos, a pesar de desligarse de la formación entonces liderada por Javier Madrazo, y conservaron sus escaños en diferentes instituciones. Tres junteros de EB, uno de Vizcaya y dos de Guipúzcoa, pasaron a engrosar las filas del nuevo partido, así como 15 concejales -dos de ellos en el Ayuntamiento de San Sebastián, donde forma parte de la junta de gobierno junto a Aralar y PSE-, repartidos entre Vizcaya y Guipúzcoa.

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