La UE congela los fondos de las empresas petroleras libias

En la progresiva aplicación de sanciones de distinto tipo al régimen libio, la Unión Europea decidió ayer congelar los fondos de la Empresa Nacional Petrolera (NOC, en sus siglas inglesas) y de cinco filiales. La medida busca asfixiar económicamente a la Libia de Muamar el Gadafi, cuyo Producto Nacional Bruto procede en un 71% del gas y del petróleo, si bien a estas alturas del conflicto las exportaciones están paralizadas. La medida ha hecho volver los ojos sobre las reservas de oro de Trípoli, estimadas en unos 6.600 millones de dólares (4.640 millones de euros) a precios de mercado.

La decisión de los Veintisiete asume como propia la relación de compañías sancionadas por el Consejo de Seguridad, con la muy valiosa NOC al frente, y añade autónomamente sus cinco filiales. También queda vetada la compañía aérea de bandera Al Afriqiya y se añaden nuevos nombres a las listas de personas que no podrán entrar en la UE por sus responsabilidades en la violencia del régimen. Con ellos ya son 37 los integrantes de la lista negra encabezada por la familia Gadafi.

Los hidrocarburos suponen el 90% de los ingresos del régimen de Gadafi

La de ayer es la tercera batería de sanciones adoptada por la UE tras la primera serie relativa al embargo de armas y material antidisturbios, la congelación de activos de personalidades del régimen y la privación de visados. Con posterioridad, los Veintisiete se centraron en líneas financieras, lo que paralizó las actividades del banco central, la banca de inversiones y la Agencia Libia de Inversiones, con una capacidad de 70.000 millones de dólares.

La paralización formal del sector energético tendrá efectos muy relativos, dado que Libia no está en condiciones de exportar nada. Pero es reveladora del deseo de emplear todos los medios para acabar con el régimen. Agoco, una de las filiales de NOC en la zona oriental del país, bajo control de los rebeldes, planea separarse de la matriz y comercializar petróleo como entidad independiente. Un representante de la sociedad declaró a la agencia Reuters que daba por hecho que el Consejo Nacional de Transición recibirá fondos de las futuras ventas.

Europa es el principal destino de las exportaciones petroleras y gasísticas de Libia, lo que llevó hace tiempo a Alemania a reclamar el cierre de ese grifo financiero. Objetaban Italia, principal cliente europeo de Gadafi, y algún otro país. España importa en torno al 13% de su petróleo de Libia y menos del 2% del gas. En el anterior Consejo Europeo, José Luis Rodríguez Zapatero dejó entender que el proceso sancionador avanzaba gradualmente y que llegaría el momento de la energía. Una portavoz de la Comisión aseguró ayer que los clientes europeos de Libia ya tienen proveedores alternativos.

Libia es el tercer país productor petrolero de África y su participación en el mercado internacional apenas es del 2%, cantidad insignificante que se convierte en espectacular cuando se valora su contribución a las finanzas nacionales. Datos de la Comisión correspondientes a 2007 indican que los hidrocarburos suponen el 90% de los ingresos del Estado libio.

El agostamiento de esta fuente de recursos ha dirigido la atención a las reservas declaradas de oro, próximas a los 4,6 millones de onzas (unas 144 toneladas), según datos del Fondo Monetario Internacional. La cifra es sustancial y permite especular con ella como una posible vía de financiación alternativa en caso de necesidad.

La cuestión es que ese oro tiene difícil salida ahora del país, en vista de los distintos embargos impuestos por Naciones Unidas y de las dificultades logísticas para sacarlo por vía terrestre. El tesoro perdería buena parte de su valor a precio de mercado ante la previsible urgencia de la venta.