¿Qué ocurre si se funde el combustible?
Los expertos prevén una nube radiactiva mucho mayor si Japón no logra refrigerar la central - Con los vientos dominantes, la radiación iría al Pacífico
El accidente nuclear de Fukushima es ya más grave que el de Harrisburg, en EE UU en 1979. Entonces se fundió el núcleo pero apenas salió radiación. En Fukushima ayer ya había niveles de radiación "extremadamente altos" junto a la central y se estaban detectando niveles ascendentes (aunque no preocupantes) incluso en Tokio, a 240 kilómetros. Aunque fue el primer día desde el accidente en que las noticias no fueron a peor, si Japón no logra refrigerar la central los expertos preven una nube radiactiva mucho mayor. Todos los consultados descartan que se pueda dar un nuevo Chernóbil, es decir, una explosión del reactor.
Jordi Bruno es profesor de Química en la Universidad Politécnica de Cataluña y experto en residuos nucleares. En 1986, cuando estalló Chernóbil, estaba en Suecia y supo por los medidores de radiación que algo iba mal: "Ni la URSS ni Finlandia avisaron". Hoy se acuerda de aquellos días, aunque ayer fue la primera jornada en la que, al menos, no empeoró la situación en Fukushima, lo que le dio algunas esperanzas.
"Ir a Tokio ahora mismo es como hacerse una radiografía"
En un caso extremo habría que cubrir con cemento el reactor
"La gente tiene que saber que ahora mismo ir a Tokio es como hacerse una radiografía. Y decidir con esa información", explica Bruno. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó de que la radiación junto a la nuclear era "extremadamente alta" y que en "ciudades más lejanas como Tokio, los valores son mucho más bajos (0,00008 milisievert/hora), aunque se registran por encima de las medidas habituales".
Otra cosa distinta es qué ocurriría si se funde el núcleo o el combustible de las piscinas. Entonces, explica Bruno, la nube sería mucho más radiactiva de lo que está saliendo ahora y llegaría mucho más lejos, aunque todo dependería de la dirección del viento y de la lluvia: "La radiación se mide muy bien incluso a mucha distancia. Eso genera grandes problemas en la opinión pública aunque menores en la salud pública. Lo que está más cerca de Japón es la costa oeste de Canadá, aunque ahí vive muy poca gente".
Bruno explica que la evolución de esa eventual nube no se puede predecir. En Chernóbil los vientos normalmente soplaban hacia el este, "pero aquellos días casualmente iban en dirección contraria y por eso llegaron a Estocolmo".
Hasta el próximo sábado, la agencia meteorológica de Japón prevé vientos hacia el Pacífico que irán virando hacia el sur, lo que alejaría la nube de Japón.
En el caso más extremo de emisión descontrolada, Bruno advierte de un gran impacto para toda una generación: "Habría que echar cemento desde el aire hasta encerrar el reactor y podría llegar a quedar una zona de Japón inhabitable. Ya hay zonas así en la antigua URSS, pero en Japón en una zona habitada el impacto es mucho mayor". La extensión "es imposible de predecir": "No sé, 50 o 60 kilómetros de radio", dice.
Graham Andrew, asesor científico del director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, declaró en rueda de prensa que su principal preocupación no era el núcleo del reactor, sino la situación de las piscinas de combustible, especialmente de la unidad 3. "Al parecer esa piscina había llegado a vaciarse", según un comunicado del CSN, que ha optado por términos vagos ante la imprecisión de la información que recibe.
El combustible gastado tiene que estar refrigerado continuamente en una enorme piscina de agua. Si se queda sin agua se calienta y puede emitir enormes cantidades de radiactividad, especialmente el 3, que utiliza una mezcla de uranio y plutonio como combustible. A partir de 1.000 grados comienza la fusión de las barras, aunque Japón no informó del estado de la situación. Para evitar esa nube, los helicópteros se empeñaron sobre esa piscina de combustible.
El estado de los núcleos de los tres reactores afectados sigue siendo una incógnita. Que están dañados se da por sentado -así lo afirma el OIEA-, pero no queda claro hasta qué punto. "No sabemos exactamente cómo está el combustible en los reactores. Hay muchos grados en una fusión de núcleo. Se empiezan a fundir las vainas de combustible y eso libera productos de fisión aunque no se haya fundido todo el núcleo", explicó ayer por teléfono Luis Echávarri, director de la Agencia Nuclear de la OCDE. El combustible de los tres primeros reactores seguía al descubierto, sin agua que los refrigerase, el paso previo para la fusión.
Aun así, los expertos insisten en que no puede haber un nuevo Chernóbil, como explica Echávarri: "Chernóbil era un reactor en operación en el que no entraron las barras de control que sirven para detener el reactor. Aquí las barras entraron perfectamente y pararon los tres reactores tras el terremoto, por eso el calor que hay que evacuar es muchísimo menor".
Echávarri da dos diferencias más: "En Chernóbil no existía edificio de contención y en Fukushima sí. Aunque estén dañados, dos reactores mantienen buena parte de su función para evitar que salga la radiación. Además, el moderador de Chernóbil era de grafito, una sustancia que acumula calor. Eso creó un incendio que tardó 14 días en ser apagado y dificultó todos los trabajos".
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