Botín alaba a Zapatero con Merkel en Madrid
José Luis Rodríguez Zapatero ha sido el primer presidente que ha acudido a la sede del Santander, allá por 2007. Emilio Botín le ha echado varios capotes a Zapatero y ayer no iba a ser menos, con la canciller Angela Merkel en Madrid. No era día para reproches.
El presidente del Santander fue más allá que el del BBVA, Francisco González, en su apoyo al Ejecutivo y dijo que el Gobierno ha acometido medidas "muy buenas y contundentes", "magníficas", que contribuyen a mejorar la percepción de los mercados sobre España, si bien expresó su deseo de que "se acaben de implementar", sobre todo en materia laboral, para recuperar la confianza y animar la inversión. Las medidas "son adecuadas para conseguir este objetivo", pero "hay que mantener el ritmo", recalcó. También alabó la reforma de las pensiones y dijo que se debía resolver el paro, que calificó como un problema "crónico y diferencial" de la economía española.
Cajas que desaparecerán
El presidente del mayor banco de la zona euro dijo que era frívolo hacer paralelismos entre España y otras economías cuyas finanzas públicas y sistemas financieros "son mucho más frágiles". En este sentido, Botín aseveró que el diferencial de la deuda española respecto al bono alemán y que hoy se encuentra a 185 puntos básicos, "tiene que bajar pronto a la mitad".
Botín dijo que lo más importante era resolver el problema de las cajas, que es por lo que más les preguntan los inversores internacionales. Aseguró que es urgente que las cajas se recapitalicen y, a ser posible, "con capital privado", y considera que el plan del Gobierno para fortalecer la solvencia "es un paso muy positivo. Las cajas se van a recapitalizar pronto y bien", dijo y advirtió que las más fuertes presentarán batalla a los bancos. Sin embargo, también avanzó que "las cajas residuales desaparecerán".
Botín no disimuló su contrariedad al responder a las preguntas sobre las decisiones que tomaría el banco cuando se notifique la sentencia del Tribunal Supremo que condena al consejero delegado, Alfredo Sáenz, a ocho meses de prisión e inhabilitación para ejercer su puesto. Dijo que "no hay caso de riesgo reputacional ni nada que se le parezca. No hay sentencia ni absolutamente nada", enfatizó. Antes había comentado que Sáenz es "el mejor consejero delegado de la banca". Botín, que este año cumplirá 77 años, no quiso hablar de su marcha ni de si su hija podría sustituirle: "No hay jubilación ni nada que se le parezca".
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