El juez del 'caso Palau' se va sin investigar las comisiones a CDC

El juez Juli Solaz, encargado de investigar el saqueo del Palau de la Música, pasará en los próximos días a ocupar un puesto en la Audiencia de Barcelona y abandonará el Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona dejando empantanado el caso. Todavía no ha resuelto la petición presentada hace dos meses por la fiscalía y el Consorcio del Palau para abrir una pieza separada para investigar las supuestas comisiones pagadas a Convergència Democràtica (CDC) por la constructora Ferrovial, compañía que siempre ha negado los pagos. El informe de la Agencia Tributaria entregado al juez el 3 de agosto constata que CDC se embolsó 5,9 millones de euros en comisiones ilegales de hasta el 4% de las obras públicas adjudicadas por los Gobiernos de Jordi Pujol desde el año 2000.

Según los peritos, el Palau de la Música se quedaba con entre el 0,5% y el 1,5% del importe de las obras, y el resto iba a parar a las arcas de CDC, tanto en efectivo como a través de la Fundación Ramon Trias Fargas.

La fiscalía y el consorcio solicitaron a principios de noviembre la apertura de una pieza separada para investigar esas comisiones, así como la imputación del entonces tesorero de CDC, Daniel Osácar, y del secretario de Inmigración del partido, Àngel Colom. Artur Mas reaccionó de manera airada a la petición del fiscal asegurando que escondía un interés electoralista e ignorando que ese escrito se debía presentar en el plazo de 10 días que otorgó el juez a las partes para que realizasen sus peticiones.

La polémica no llegó a más porque Solaz se encargó de hacer bajar el suflé. Hasta después de las elecciones del 29 de noviembre, no se pronunció sobre esas peticiones, y cuando lo hizo, anunció que tampoco decidiría nada hasta que declarasen de nuevo Fèlix Millet y Jordi Montull.

Tras el triunfo electoral de CiU y días antes de que Mas fuera investido presidente de la Generalitat, Daniel Osácar, de 75 años, renunció al cargo de tesorero. Los dos saqueadores confesos, por su parte, acudieron al juzgado el 14 de diciembre y se negaron a declarar. Era la segunda vez que Solaz les citaba en casi año y medio de una instrucción que en este tiempo ha generado gran polémica social, no solo por la decisión del juez de dejar libres y sin fianza a Millet y Montull, sino por la parsimonia y el poco interés que siempre mostró en investigar unos hechos que convulsionaron a la sociedad catalana. Solaz tardó mes y medio en admitir la querella del fiscal y ordenar a los Mossos que registrasen el Palau, y tres meses en imputar a Millet y Montull.

La marcha de Solaz se hará efectiva cuando se publique su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado. Antes de irse, es muy probable que el próximo día 17 tome declaración como imputada a Elisabet Barberà, la ex secretaria personal de Millet.

El nuevo destino del juez será la Sección 22 de la Audiencia de Barcelona, que preside su amigo Joan Francesc Uría, otro juez de instrucción que cambió de destino hace unos meses. La Sección 22 es un tribunal de reciente creación y, por tanto, sin casos pendientes. Es un tribunal de la jurisdicción penal que celebra todo tipo de juicios, pero que está especializado en recursos de apelación y vistas relacionadas con la violencia sexista.