CiU abre contactos para allanarse la investidura
Mas hará un discurso de lucha contra la crisis en su toma de posesión
Artur Mas, líder de Convergència i Unió (CiU), empezará mañana una ronda de reuniones con todos los cabezas de lista de los otros partidos para tender "puentes de diálogo" en la línea de espíritu positivo que ha impregnado su campaña. Y su idea es reunirse por orden de votos y, el primero de la lista será el socialista José Montilla, que ayer ya anunció que renuncia a su escaño. "Hemos ganado pero eso no quiere decir que tengamos mayoría absoluta. Bienvenido quien colabore", dijo el futuro presidente de la Generalitat.
Exultantes por una victoria demoledora, el Consejo Nacional de CiU hizo ayer un primer análisis de los resultados y fijó el calendario. Mas recalcó que estos primeros contactos no están encaminados a recabar su apoyo en la primera sesión de investidura y, de hecho, en la reunión, dijo a los consejeros que no le importaba demasiado pasar a la segunda votación. Mas hará un discurso eminentemente económico y sopesa que el PP de Alicia Sánchez-Camacho opte entonces por la abstención por tener programas similares para luchar contra la crisis.
Los nacionalistas esperan que el PP se abstenga en la segunda votación
Tras la primera ronda de conversaciones, Mas designará un equipo que será el que negocie la investidura, que podría celebrarse en unas tres semanas. Los tiempos son estos: primero asegurar que la presidencia del Parlament sea para la democristiana Núria de Gispert; segundo, pactar la investidura, y tercero formar gobierno. El equipo negociador estará integrado por Oriol Pujol, hasta ahora portavoz parlamentario de CiU, y el democristiano Josep Maria Pelegrí. Sin querer hacer leña del árbol caído, Mas evitó juzgar la desaparición del mapa político de Montilla y solo mostró su confianza en que el traspaso de poderes del tripartito esté "a la altura" de la responsabilidad y del "sentido de país" que mostró la ciudadanía con una "participación ejemplar" que rozó el 60%. Duran y Mas explicaron que recibieron un alud de felicitaciones, entre ellas las del presidente Zapatero y varios ministros.
Fiel a la hoja de ruta de su campaña, Mas reiteró que sus prioridades son la lucha contra la crisis y la cruzada contra el paro; el incremento del nivel educativo y la relación con España, cristalizada en la petición del "concierto económico" que situó a lo largo de los cuatro años. Consciente de que con 62 escaños necesitará a menudo colaboraciones puntuales, Mas fue categórico al tender puentes de diálogo: "Aplicaremos nuestro programa pero nosotros no tenemos la verdad absoluta".
Pese a que él es cuidadoso en las formas cuando trata el tripartito, CiU considera que el gobierno de izquierdas ha dejado a Cataluña casi destruida y que empieza una labor de reconstrucción. Mas tiene la intención de formar un gobierno con los mejores, independientes incluidos. Dijo que no tiene prisa e invitó a los periodistas a no "hacer quinielas" ni "especulaciones". Mas sí que ganó la porra de las elecciones hecha por periodistas y políticos (acertó sus 62 escaños) pero renunció a los 138 euros para una futura invitación a la prensa.
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