Bruselas duda de que España crezca lo bastante para cumplir las metas de déficit
La Comisión Europea prevé que el paro no baje del 20% hasta 2012 - La prima de riesgo española marca un nuevo máximo de la era euro
La Comisión Europea duda de que España crezca lo suficiente para rebajar el déficit público hasta el 6% del producto interior bruto (PIB) en 2011 y al 4,4% en 2012, tal como ha previsto el Gobierno español. Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, explicó ayer en la presentación de las proyecciones económicas para 2010-2012 que "hay un cierto riesgo de que el crecimiento económico sea más bajo de lo esperado". En el conjunto de la UE, "se está consolidando la recuperación económica", según Rehn. Bruselas prevé que el PIB de la UE aumente en un 1,75% en 2010-2011 y el 2% en 2012.
Las dudas de Bruselas sobre el cumplimiento de los objetivos de déficit sirvieron ayer de excusa para seguir castigando a los activos financieros españoles. La prima de riesgo de los bonos españoles frente a los alemanes marcó un nuevo máximo desde que existe el euro en 2,73 puntos porcentuales, antes de ceder ligeramente hasta 2,67 puntos. En cuanto a la Bolsa, el Ibex 35 español bajó un 2,33%, en línea con los demás índices europeos.
El Ibex 35 cede un 2,33%, en línea con los demás índices europeos
El Banco de España espera que las medidas europeas calmen los mercados
La UE prevé que el déficit sea del 6,4% el año próximo y del 5,5% en 2012
La Comisión admite que el crecimiento se irá acelerando a lo largo de 2011
La Comisión Europea cree que el próximo año España crecerá sólo el 0,7% en vez del 1,3% que prevé el Gobierno. En consecuencia, la Comisión estima que el déficit público alcanzará el 6,4%, es decir, cuatro décimas más que la cifra a la que se ha comprometido el Gobierno. El comisario señaló que en tal caso "habría que tomar más medidas con el fin de asegurar que se cumple el déficit del 6%". Pero añadió que en la eventualidad de que fuera necesario adoptar más medidas por parte de Madrid "este compromiso ya ha sido asumido y anunciado por el Gobierno español". La desconfianza se extiende a 2012, año para el que Bruselas prevé un crecimiento del 1,7% (ocho décimas inferior a la previsión del Gobierno) que impediría reducir el déficit al objetivo del 4,4%. La previsión de Bruselas es del 5,5% del PIB.
Las dudas de Bruselas sobre la economía española están basadas sobre unas previsiones que hay que coger con pinzas debido a la magnitud de los errores registrados en anteriores pronósticos. Así, las previsiones de crecimiento para 2010 han ido acercándose a las del Gobierno cifradas en el -0,3%. Bruselas había previsto el -1% (en la primavera de 2009); el -0,8% (otoño 2009); -0,4% (primavera 2010) y finalmente el -0.2% previsto ayer. En el caso del déficit público para 2011, las rectificaciones han sido mucho más abultadas aún. Hace un año Bruselas había pronosticado un déficit del 9,3%, luego, la pasada primavera lo rebajó al 8,8% y ayer al 6,4%. A la vista de estos márgenes de error tan abultados de casi tres puntos en solo un año, no parece muy riguroso especular sobre los efectos de posibles desvíos de unas décimas. También es verdad que el propio Rehn admitió que esta diferencia actual de cuatro décimas "no es muy grande".
En este sentido, se comprende la satisfacción de las autoridades españolas por las sucesivas aproximaciones de la Comisión a las cifras del Gobierno. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, mostró su satisfacción por que se reconozca que la capacidad de crecimiento de la economía española "es sustancialmente mejor" a la vista de las previsiones para 2012. En efecto, la Comisión pronostica que la economía muestre una aceleración continua del crecimiento, con tasas trimestrales del 0,1%, 0,2%, 0,3%y 0,4% para los cuatro trimestres de 2011 y del 0,5% en todos los de 2012, situándose ya al mismo ritmo que la media de la zona euro.
Los problemas más serios para España siguen en el mercado de trabajo. Las previsiones de Bruselas son que España continuará destruyendo empleo el próximo año (un 0,3%), mientras que el Gobierno confía en que suceda todo lo contrario y que aumente el número de ocupados en un 0,3%. Según la Comisión, el desempleo no bajará del 20% hasta 2012.
En el conjunto de la UE se prevé una mejora del empleo del 0,5% el próximo año y el 0,75% en 2012. Se espera que estas mejoras permitan situar la tasa de desempleo europea en el 9% en 2012, lejos aún del nivel más bajo situado en el 7,5% de 2008. La Unión precisará todavía bastantes años para absorber los 7,2 millones de parados generados por la crisis.
La curva de la evolución del empleo es muy parecida a la de la inversión que en España caerá el 7,9% este año y el 3,1% el próximo, no recuperándose hasta el 2012 al reanimarse el sector de la construcción. Cada vez se ve más claro cómo el derrumbe de ese sector es el que ha retrasado la recuperación económica general que ya había empezado en otros sectores. En este sentido, cabe subrayar el sostenido incremento de las inversiones en bienes de equipo que tras caer un 24% en 2009 empezaron a crecer un 3% este año y lo harán en un 6% en 2012.
La Comisión estima que una vez implementadas del todo, las reformas (sistema financiero, mercado laboral y pensiones) "deberían aumentar el potencial de crecimiento y empleo y facilitar la recolocación de los excesos de recursos que se habían canalizado hacia el sector de la construcción durante los años del boom". Rehn elogió "las medidas importantes" que ha adoptado el Gobierno español al respecto.
En el conjunto de la Unión, Bruselas ve todavía el futuro económico con "un alto grado de incertidumbre". Considera que "los riesgos que acechan a las perspectivas de crecimiento económico de la UE no son desdeñables", aunque parezcan globalmente equilibrados. En el lado positivo, destaca "el reequilibrio del crecimiento del producto interior bruto (PIB) a favor de la demanda nacional, y la extensión de la reactivación alemana a otros Estados miembros". Igualmente considera que las medidas políticas para hacer frente a los altos déficits pueden resultar más eficaces e impulsar la confianza de empresas y consumidores. En el lado negativo, "la situación del mercado financiero sigue siendo inquietante y nuevas turbulencias son posibles", como lo ha puesto de manifiesto las recientes tensiones en el mercado de deuda soberana. La Comisión reconoce que "el saneamiento presupuestario podría pesar también más de lo previsto en la demanda nacional de los países afectados".
En línea con estos temores Bruselas ha empezado a aflojar las duras condiciones exigidas a los países con más dificultades. A Irlanda, el Ecofín del pasado domingo le aplazó un año, hasta 2015, la obligación de rebajar el déficit hasta el 3%. Por otra parte, se baraja aplazar hasta 2024 la devolución de los 110.000 millones recibidos por Grecia de la UE y el FMI hasta 2024 en lugar de 2015. La situación de endeudamiento de Grecia, que sigue en recesión, es muy complicada, con previsiones del 156% para 2012, casi el doble de la media europea que será del 83% para ese año.
Por otro lado, el director de Servicios de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, descartó ayer que España pueda necesitar un rescate y remarcó las diferencias de España respecto a Irlanda, informa Amanda Mars. "Ninguno de los problemas que tiene España tiene que ver con la necesidad de ayuda financiera externa" como Irlanda, subrayó, y puso de relieve el compromiso de reducción del déficit fiscal de cinco puntos en dos años, el hecho de que el sistema financiero español "no tiene la debilidad del de Irlanda" y, además, el sector financiero está en reestructuración. Malo de Molina confió en que las medidas pactadas en Bruselas calmen a los mercados y algunas "reacciones excesivas".
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