Laporta sueña con llegar al Parlamento
El ex presidente del Barça llama al voto desencantado de ERC y CiU
Para llegar al Parlamento de Cataluña, Joan Laporta tiene una palabra y una cifra mágicas: independencia y 22.000 millones de euros. La única propuesta del programa electoral de su partido, Solidaritat Catalana per la Independència (SI), es la declaración unilateral de la nación catalana, y la principal razón para hacerlo es el "expolio fiscal" al que Madrid somete a Barcelona, que Laporta cifra en esta cantidad anualmente.
El ex presidente del Barça, que ha recorrido ampliamente las provincias catalanas durante las dos últimas semanas, entrega a manos llenas en los mercados, universidades y calles por donde va billetes de 500 euros. "Vamos a crear el mejor Estado del mundo, el cuarto Estado más rico de la Unión Europea", promete en sus mítines, donde siempre cuelga el cartel de completo. Para él, la solución de todos los problemas de Cataluña es la independencia. Ayer lo volvió a decir en Barcelona, en el acto de cierre de campaña, donde consiguió reunir a unas 1.800 personas.
La independencia y el "expolio fiscal" centran la campaña del candidato
Hasta ahora, las únicas urnas a las que se ha enfrentado Laporta son las de los socios del F. C. Barcelona y en 2003 logró vencer al establishment que representaba Lluís Bassat. Por tanto, las veleidades de las campañas no le son extrañas. Sobre la tarima hace gala de sus grandes dotes de orador, y se mueve con la facilidad de un político de largo recorrido entre los puestos de los mercados. Curiosamente, estos días ha mencionado poco su paso por "el mejor equipo del mundo".
La campaña de SI fue particular desde el principio. Hace cuatro meses, Laporta dio el paso a la política, creando un partido sombrilla de siete formaciones, donde las listas se confeccionaron asambleariamente. Decidió hacerlo en solitario tras coquetear con CiU y con Reagrupament, otra formación independentista liderada por el ex dirigente de Esquerra Republicana Joan Carretero. Según el mismo Laporta, decidió ir solo porque Carretero ya había confeccionado sus listas. Pero tampoco es un secreto que Jan, como lo llaman sus amigos, quería ir solo. Para él es un asunto de ego. Él mismo ha puesto dinero para pagar una campaña que ha sido bastante austera. No ha habido autocar para prensa, ni confeti en los actos.
A lo largo de la campaña, Laporta ha ido moldeando su discurso. Del ímpetu de soñar con los 68 diputados necesarios para declarar la independencia en solitario, ahora habla de pactar con quien se una a su declaratoria de la nación catalana.
El candidato y sus compañeros de lista, como el ex vocal del Consejo General del Poder Judicial Alfonso López Tena, no se desgastan respondiendo preguntas sobre sanidad o educación. Todo pasa por la independencia. Una claridad y una confianza que ya han encendido las alarmas en CiU y Esquerra, donde temen una sangría de votos.
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