Protesta de los coptos

Un cristiano copto de 19 años murió ayer en El Cairo y otras 67 personas resultaron heridas en un enfrentamiento entre la policía y miembros de esta confesión que se manifestaban por la decisión de detener la construcción de una iglesia. Fueron detenidas 93 personas.

Cientos de miembros de esta comunidad se habían congregado los últimos tres días junto a una iglesia en obras en el barrio de Al Omraniya para pedir que prosiguiera su construcción. Los disturbios estallaron cuando la policía irrumpió de madrugada en el templo y la protesta se convirtió en una denuncia de discriminación. Los manifestantes bloquearon la carretera cerca de la oficina del gobernador de Giza y se enfrentaron a pedradas con la policía, que les dispersó con gases lacrimógenos.

Un comunicado oficial señaló que todo comenzó a las 6.30, hora local (una hora menos en la España peninsular), cuando unas 600 personas intentaron entrar en el edificio en obras, que, según la nota, era un centro de servicios religiosos que se estaba intentando transformar "ilegalmente" en un templo. La nota explica que los manifestantes cortaron la carretera de circunvalación, una de las principales arterias de la ciudad, y que "la multitud comenzó a lanzar piedras y cócteles molotov contra el personal de seguridad". Después, 3.000 personas con un sacerdote a la cabeza se dirigieron al Ayuntamiento de Giza, donde 3.000 fieles "cantaron lemas sectarios".

Los cristianos son una minoría de apenas el 10% en un país de 80 millones de habitantes y principalmente musulmán, y las quejas por su exclusión son frecuentes. La construcción de templos genera tensiones porque los coptos creen que no tienen la misma libertad para edificar lugares de culto que los musulmanes. Un informe del Gobierno señala que Egipto tiene 2.000 iglesias y más de 93.000 mezquitas.