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Rajoy desdeña las medidas de Zapatero porque no conducen "a ninguna parte"

El líder del PP cree que el presidente debería reunirse con pymes y autónomos

El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ya no se sorprende por ninguna de las medidas anticrisis que va desgranando el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, en Barcelona, donde participó en la campaña de las elecciones catalanas, respondió sin que se le preguntase su opinión acerca de las propuestas económicas que el presidente adelantó en su entrevista a EL PAÍS. "Forman parte de esa huida hacia ninguna parte", comentó.

Rajoy considera desacertada la intención de Zapatero de reunirse con los 25 mayores grupos empresariales españoles para reactivar la salida de la crisis económica porque, dijo, el 80% de la población activa trabaja en pequeñas y medianas empresas o está contratado por autónomos. Sin embargo, el líder popular lamentó que mientras las pymes y los autónomos -"especialmente en Cataluña, por su larga trayectoria empresarial"-, son "capitales" para salir del bache, han resultado en su opinión "los grandes apaleados" de las políticas del Gobierno central y del Ejecutivo tripartito catalán.

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"La propuesta me parece una huida hacia ninguna parte y de las que incluso hacen daño a los españoles. Que se reúna con quien quiera, pero mejor sería que lo hiciera con las pymes y los empresarios autónomos porque son los sufridores de una ridícula política económica que nos ha situado donde estamos ahora", declaró en una conferencia de prensa junto a la candidata a la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho.

La crisis y Zapatero le sirvieron de base para lanzar sus propuestas sobre educación y familia, pues, precisó, "es importante saber cómo se van a educar los trabajadores del futuro, que [son los que] van a pagar las pensiones". El presidente del PP ve detrás de la crisis económica una flaqueza de ciertos valores que, en su opinión, se han olvidado o perdido en las escuelas y en el seno de las familias, tales como "el mérito, el trabajo, el esfuerzo y la justicia".

"La crisis económica también es culpa de gastar lo que uno no tiene, de ambicionarlo todo, de haber vivido por encima de nuestras posibilidades y de prestar lo que no se podía devolver. La especulación no es buena", concluyó.

Rajoy dijo sentirse preocupado por el modelo educativo español, sobre todo por su "falta de libertad", y especialmente por la situación en Cataluña. "Ningún burócrata y ningún director general puede tomar decisiones ni entrometerse en cómo los padres deben educar a sus hijos", se quejó. Luego, Sánchez-Camacho remachó: "Si gobernamos, lo primero que haremos será suprimir la asignatura de Educación para la Ciudadanía".

Tras una reunión con asociaciones de defensa de la familia, cuyo nombre no difundió la dirección del PP, Rajoy lamentó que los Gobiernos central y autónomo hayan sido, "en la historia de España, los que menos han ayudado a las familias, suprimiendo los cheques-bebé, rebajando las pensiones y aumentando los impuestos, el IVA, a las clases medias".

Sánchez-Camacho lanzó ayer por su parte un paquete de medidas de respaldo a las familias que pasan por que los padres puedan elegir no solo el idioma de aprendizaje de sus hijos en la etapa infantil (catalán o castellano), sino también el centro educativo, ya sea público o concertado.

Entre las iniciativas de carácter económico, el PP propone la gratuidad de los libros de texto para las rentas bajas, deducciones fiscales de 600 euros a las familias con hijos en centros concertados, y ayudas directas y universales de 1.000 euros por el primer hijo, de 1.500 por el segundo y de 3.000 por el tercero y siguientes.

La candidata del PP calificó de "ofensa al sentimiento español" un vídeo de la rama juvenil de Convergència en el que un joven envuelto con la bandera española va robando las carteras a los transeúntes, en referencia al "expolio fiscal" que los nacionalistas consideran que sufre Cataluña a manos del Estado. "Es absolutamente inaceptable y plantea una idea sesgada que no se corresponde con la realidad", se quejó.

Mariano Rajoy, con Alicia Sánchez-Camacho, ayer en Barcelona.
Mariano Rajoy, con Alicia Sánchez-Camacho, ayer en Barcelona.EFE

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