Montilla abre el debate sobre su sucesión al frente de los socialistas
El presidente anuncia que es la última vez que se presenta a las autonómicas
José Montilla adelantó ayer una semana lo que muchos en Cataluña, también en el Partit dels Socialistes (PSC), daban por hecho que ocurriría tras las elecciones autonómicas del 28 de noviembre. El primer secretario del PSC, rezagado en las encuestas, sorprendió con un anuncio de impacto al revelar que esta es la última vez que se presenta como candidato a la Generalitat. Era tal vez un último intento para movilizar a los suyos, pero el anuncio, sumado a su probable derrota el domingo de la semana que viene, abre la caja de los truenos de la sucesión al frente del partido.
Montilla, que lleva cuatro años gobernando, presentó su declaración como un reto a su principal rival, el líder de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, que ha asegurado que le gustaría ser presidente un máximo de tres legislaturas. "Siento tristeza ante la postulación de Mas, no sé si pretende jubilarse en el cargo", dijo Montilla, que aseguró que lo que él busca es tener "cuatro años más para mantener el rumbo de la cohesión social". Destacó así mismo que lo que quiere es conseguir el máximo apoyo "para hacer lo que queda pendiente, ahora solo, sin muletas", o sea, sin sus socios del tripartito.
La noticia, que Montilla solo había adelantado el día antes a sus colaboradores más allegados -como el viceprimer secretario del partido, Miquel Iceta-, centró la campaña en el socialista. Pero pasado el primer impacto, lo que comenzaron a circular fueron quinielas con los nombres de sus posibles sustitutos.
Fuentes de la dirección socialista insisten en que Montilla, pase lo que pase el 28 de noviembre, pretende seguir dirigiendo el partido como primer secretario. Otra cosa es saber qué ocurrirá en el Parlamento autónomo. Montilla no ha revelado por ahora si, en caso de una victoria de CiU, seguirá cuatro años como jefe de la oposición. No es probable. Sería el primer presidente de la Generalitat que pasa a la oposición y mantiene el acta de diputado.
Visto esto, lo que queda pues es encontrar a sustitutos. En la parrilla del PSC hay cuatro bien colocados, dos que vendrían a ser continuistas y dos del ala más catalanista, crítica con el PSOE. En el primer grupo se cuentan la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el ex ministro de Trabajo Celestino Corbacho. Chacón no ha mostrado su disposición a regresar a la política catalana, pero en el PSC se intuye que una eventual derrota del PSOE en las elecciones generales de 2012 provocaría todo tipo de cambios que ahora parecen imposibles. Corbacho también ha sido visto como un posible recambio de Montilla, aunque cuenta con pocos seguidores en la actual dirección del PSC.
La tercera candidata en liza es Montserrat Tura, consejera de Justicia del Gobierno catalán y actual número dos en las listas. Se ha mostrado dispuesta a luchar por la presidencia de la Generalitat en varias ocasiones, pero ayer, sin descartarlo, quiso ser prudente: "Puede ser que me presente... ¿pero alguien puede imaginarse cómo será todo en 2014?". Su rival, también dentro del ala más catalanista del partido, es Antoni Castells, actual consejero de Economía. Castells rechazó repetir en las listas del PSC precisamente para tener las manos libres y "pensar", dijo, en el futuro del partido.
El propio Montilla zanjó ayer la cuestión con un "ahora no toca", una frase que se hizo célebre en boca del ex presidente Jordi Pujol (CiU), que la empleaba cuando no quería responder a una pregunta. El candidato del PSC precisó: "Cada cosa tiene su tiempo". Esta vez está claro que el calendario dependerá de los resultados del día 28.
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