El PP teme un éxodo de votos a Convergència
Rajoy: "Lo peor para Cataluña sería cambiar el tripartito por un monopolio de CiU"
El Partido Popular sufre en todas las elecciones catalanas una incontenible sangría de votos. Si en los comicios generales sus seguidores nunca bajan de 600.000, cuando llegan las autonómicas el PP empieza a perder fuelle y el voto se le desvanece casi a la mitad. Una parte del cuerpo electoral opta por Convergència i Unió y el resto se decanta por la abstención. Ni siquiera en épocas favorables los populares han podido frenar esta fastidiosa dinámica. Consciente de que entre el electorado conservador ha calado la consigna de derribar al tripartito a toda costa, el PP catalán se teme el peor escenario: que la fuga de sus votos determine una mayoría absoluta de CiU.
La presidenciable Alicia Sánchez-Camacho admitió ayer sin tapujos esta eventual y fatídica circunstancia, que arruinaría su objetivo de condicionar el futuro Gobierno catalán y "moderar" a una Convergència a la que ve en imparable deriva independentista. De ahí que centrara buena parte de sus mensajes electorales en alertar sobre una hipotética ruptura política con España -como también insisten los socialistas- en caso de una abrumadora mayoría de Artur Mas. "Me preocupa un voto masivo a CiU para desalojar al tripartito, pero estoy convencida de que el voto útil es el del PP porque frenaría el independentismo y, además, somos la garantía para salir de la crisis y para crear empleo", señaló. Y por la noche, en el arranque de campaña en Barcelona, Mariano Rajoy abundó: "Lo peor que le podría suceder a Cataluña sería sustituir el tripartito por un monopolio que lo manda todo, porque algunos volverían a las andadas", en referencia a los nacionalistas.
La estrategia de Sánchez-Camacho no es baladí. CiU y el PP mantienen una frontera programática muy compacta en cuestiones de nacionalismo, pero absolutamente porosa en propuestas de carácter económico y social. Una no despreciable parte de los votos bascula en las urnas entre uno y otro partido.
Los ataques contra CiU discurrirán en paralelo a denunciar la "pésima" gestión del tripartito pero centrada, casi exclusivamente, en el Partit dels Socialistes porque de refilón también se ataca a José Luis Rodríguez Zapatero. El PP considera que estas elecciones representan el preludio de su acceso a La Moncloa. El líder de los populares, Mariano Rajoy, escribió ayer en su perfil de Facebook: "Las elecciones catalanas se presentan como el inicio del cambio que necesita España".
Rajoy se instalará en Cataluña durante siete días de la campaña electoral. Ayer se estrenó en una cena mitin en el polideportivo de L'Illa Diagonal a la que asistieron unas 700 personas, en la que respaldó la polémica propuesta sobre inmigración expuesta por Sánchez-Camacho la víspera y recordó que contiene los mismos elementos del "contrato" que lanzó en 2008.
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