Zapatero presume de Montilla: "Logró la mejor financiación y más competencias"

Se acabaron los reproches. Faltan 70 días para las elecciones catalanas del 28 de noviembre y las encuestas no son nada halagüeñas para los socialistas. De ahí que la primera visita electoral que José Luis Rodríguez Zapatero hizo ayer en Cataluña se planificara al detalle para dejar claro que los desencuentros que han presidido la legislatura entre el PSOE y el Partit dels Socialistes de Catalunya a cuenta del Estatuto y la financiación han quedado aparcados.

Zapatero participó en la Fiesta de la Rosa de los socialistas catalanes junto al presidente de la Generalitat, José Montilla, y todo fueron muestras de complicidad. "Cataluña, con Montilla en la Generalitat y el PSOE en la Moncloa, logró mejor financiación, más competencias y más inversión pública", presumió Zapatero, quien aseguró que el líder de los socialistas catalanes debe continuar en la Generalitat. "Te veo muy bien, Pepe", dijo en un discurso también trufado de mensajes de defensa de la reforma laboral.

El PP catalán dice que la situación de los gitanos "es peor" que en Francia

Zapatero presentó a Montilla como la garantía de que el auge independentista, por una parte, y el discurso con tintes xenófobos de algunos dirigentes del PP, por otra, no minen la convivencia en Cataluña. "Nosotros siempre estaremos firmes frente a quienes quieren usar a Cataluña para sacar rédito en España y contra quienes quieren utilizar España para sacar rédito en Cataluña", recalcó en alusión al PP y CiU, respectivamente.

Zapatero y Montilla también lamentaron la utilización que el PP hace en la campaña catalana de las expulsiones de gitanos rumanos por parte del Gobierno francés. En opinión de ambos líderes, lo único que hace el PP es "sembrar la discordia" por donde pasa. Lejos de impresionarse por las críticas, el PP de Cataluña volvió ayer a la carga. Su candidata, Alícia Sánchez Camacho volvió a Badalona, el mismo escenario que acogió el viernes su visita junto a una eurodiputada del partido de Nicolas Sarkozy.

Sánchez Camacho dio por hecho que los inmigrantes reciben más ayudas sociales que los autóctonos y prometió cambiar las cosas para que "ningún inmigrante tenga más derechos que un español". Estuvo bien asistida en este discurso por el concejal del PP de Badalona, Xavier García Albiol, para quien la situación en esa ciudad es peor que en Francia: "Aquí no tenemos campamentos de gitanos como en Francia, aquí la situación es aún peor", aseguraba. "Están repartidos por varios barrios de la ciudad haciendo la vida imposible a los vecinos y, encima, cuando nos quejamos nos atacan y nos tachan de racistas".

Mientras, en Antequera (Málaga), el líder del PP, Mariano Rajoy, protagonizaba el tercer acto multitudinario preparado en lo que va de año por Javier Arenas, su hombre en Andalucía. Ante 17.000 personas, según los organizadores, el jefe de la oposición aseguró que su prioridad va a ser acabar con el paro, pero a la vez, indirectamente, propuso un importante adelgazamiento de la administración que incluiría necesariamente eliminar puestos de trabajo.

"La gran asignatura pendiente de la democracia española es una gran poda en las Administraciones Públicas, eliminando el gasto que no sirve para nada, el gasto suntuario, en lugar de congelar las pensiones de nuestros mayores, que estuvieron trabajando toda su vida", aseguró Rajoy.

El recorte de las administraciones se ha convertido en una de las reclamaciones centrales del PP. Sin embargo, cuando se le pide que explique de dónde recortarían, los populares evitan concretar, aseguran que en ningún caso habría que recortar de sanidad, educación y pensiones, y explican que cuando hablan de "gasto superfluo" se refieren a ministerios, asesores y, en general, a puestos de libre designación, que son muy minoritarios en la administración.