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Las dudas sobre la liquidez del primer banco de Irlanda castigan la deuda

El BCE aceleró la compra de bonos irlandeses para calmar el mercado

Alicia González

Las dificultades del sistema financiero vuelven a poner en jaque las finanzas de Irlanda. El diferencial del bono irlandés a 10 años frente al alemán alcanzó ayer su máximo histórico de 387 puntos básicos ante diversos informes que ponían en duda la liquidez del principal banco del país, el Anglo Irish Bank -ahora en manos del Estado- y apuntaban como solución a un posible rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tanto el Ministerio de Finanzas, que dirige Brian Lenihan, como el propio FMI negaron que estuvieran trabajando en ningún tipo de asistencia, pero el mercado sabe bien que estas negociaciones, de haberlas, nunca se anticipan hasta que el acuerdo está sobre la mesa. "No hay absolutamente nada de cierto en el rumor que se refiere a ayuda externa. Está basado en una interpretación nacional de un análisis", aclaraba el ministerio a los medios locales.

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El informe aludido es un análisis de Barclays en el que se aseguraba que, pese a que el país cuenta con una posición de liquidez "confortable", podría necesitar asistencia externa si se producían pérdidas inesperadas en el sector bancario o si empeoraban las condiciones económicas. El ministerio recuerda que ese informe también asegura que "el Gobierno está tomando las medidas apropiadas en el momento correcto".

Lo cierto es que Irlanda afronta una situación muy complicada, con un crecimiento anémico, el estallido de la burbuja inmobiliaria, el peor déficit público de toda la Unión Europea y unos rescates bancarios que han resultado muy costosos y que pueden ir a más. Moody's rebajó la deuda del Anglo Irish Bank por las dudas sobre la liquidez de sus activos en caso de que el banco suspenda pagos. Anglo Irish Bank se ha visto muy afectado por el estallido de la burbuja inmobiliaria y algunos de sus activos han perdido hasta el 65% del valor que tenían anotado en libros.

El ministro Lenihan recalcó que el informe de Barclays admitía, a su vez, que el Gobierno "no tiene problemas en financiarse pero señalaba, correctamente en mi opinión, que debemos tener mucho cuidado en cómo actuamos".

Hasta el momento, el Estado ha inyectado unos 23.000 millones de euros en sanear el balance del Anglo Irish. Según Standard & Poor's, el coste del rescate no quedará ahí y puede muy bien acercarse hasta los 35.000 millones de euros. Una cifra que supera en un 10% la recaudación total por impuestos del Estado irlandés y que puede llevar el déficit público para este año hasta el 25% del PIB, un escenario difícil de mantener por mucho tiempo.

El bono irlandés alcanzó ayer el 6,3% y, según fuentes del mercado, el Banco Central Europeo (BCE) aceleró las compras de títulos irlandeses para tratar de calmar a los inversores.

Los temores sobre Irlanda arrastraron a la deuda portuguesa. El diferencial de la deuda portuguesa frente al bono alemán se sitúo en 365 puntos, nuevo máximo histórico, con el bono a 10 años cotizando cerca del 6,1%. Los inversores critican que Portugal no está acometiendo las reformas y los ajustes necesarios para reconducir sus finanzas públicas al ritmo que sería deseable. Varios antiguos ministros de Finanzas abogaban ayer en Diario de Noticias por la intervención del FMI, que el Gobierno negaba.

El diferencial de la deuda española, aunque sigue elevado, apenas varió y se situó en los 177 puntos básicos.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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