El PP cree que el cambio en el Gobierno revela su "fracaso"

Nadie, a excepción de los socialistas, ha interpretado la salida de Celestino Corbacho del Ministerio de Trabajo como un refuerzo para el PSC en las autonómicas. Tanto los partidos de la oposición como los sindicatos calificaron ayer la marcha del ministro de una señal de "descomposición" del Gobierno, incapaz de frenar el aumento del paro.

Según la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, se trata de un "autocese" que constata el "fracaso" del Ejecutivo para "parar la sangría" del desempleo y que refuerza "la imagen de descomposición del PSOE". En la misma línea se pronunció la número dos de los populares, Dolores de Cospedal, que acusó además al Gobierno de dejar "abandonados a su suerte" a los españoles para ocuparse de asuntos internos.

Mientras que el diputado de IU, Gaspar Llamazares, calificó de "huida" la salida del ministro, el portavoz del PNV en la Cámara alta, Josu Erkoreka, ahondó en la idea de la descomposición y aconsejó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que aproveche la marcha de Corbacho para hacer cambios en su Ejecutivo.

El líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, consideró que el sustituto de Corbacho puede que lo haga "incluso peor", porque el problema del paro es "de políticas y no de personas". Solo el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, respetó la decisión del ministro, si bien pidió a Zapatero que cambie las políticas de empleo.