CiU pone límite a su colaboración con el Gobierno por el recorte del Estatuto
Duran Lleida afirma que su partido ya no se reconoce en la Constitución
Por más que el Gobierno minimice el impacto del recorte del Estatuto catalán, Convergència i Unió se ha propuesto que la "indignación" catalana tenga consecuencias en Madrid. Y la mejor manera de hacerlo es poner en peligro la gobernabilidad de España con la fuerza que le dan sus 10 diputados, tan vitales para José Luis Rodríguez Zapatero en momentos como el actual. El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, dejó claro que las cosas ya no volverán a ser iguales: "Se acabó. No esperen de Convergència i Unió lo mismo que en el pasado".
Los nacionalistas catalanes dejaron claro que por ahora no propiciarán la caída de Zapatero, pero le pusieron un plazo: el que tarde en culminar las reformas económicas. Y estas deberían estar listas a finales de este año, aseguran en CiU. Pese a este límite, Zapatero respiró ayer un poco más aliviado.
Duran utilizó un tono de extrema dureza para decir que el recorte implica una visión tan restrictiva de la Constitución que ya no se reconoce en ella. "Fuimos autores y actores de la Constitución. Hoy la Constitución interpetada por el actual Constitucional no es la que nosotros pactamos. Y eso limita, contra nuestro deseo, la capacidad de compromiso", dijo Duran como colofón de un discurso repleto de advertencias al Gobierno sobre la que se avecina en Cataluña si Zapatero no pone remedio.
De entrada, advirtió que Convergència i Unió ya no se reconoce en la Constitución con la interpretación que ha hecho ahora el alto tribunal. Añadió que el independentismo avanza en Cataluña catapultado por el mismo tribunal. "La sentencia del Estatuto ha sido el acto más separador de los últimos 35 años", aseveró Duran, quien llamó a Zapatero a interpretar bien la manifestación del pasado sábado en Barcelona, que derivó en un acto independentista. Zapatero, en línea con su discurso de la mañana, volvió a restar trascendencia a la sentencia del Tribunal en los recortes aplicados a la definición de Cataluña como nación o a la lengua catalana. "La sentencia no cuestiona el preámbulo que define Cataluña como nación, sino su valor jurídico", recordó. También negó que la sentencia ataque la presencia del catalán como lengua vehicular en la escuela. Y, en un mensaje hacia Cataluña, uno de los principales caladeros de voto socialistas, Zapatero prometió "tender puentes para reestablecer la confianza, pero no concretó nada.
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