Un Cayenne más responsable
El nuevo todoterreno de Porsche pesa 185 kilos menos y estrena cambio de ocho marchas y motores mejorados para gastar menos - Está ya a la venta y tiene versiones híbrida y diésel
La reducción de peso se está convirtiendo en la solución más ecológica para el sector del automóvil, y Porsche la ha aplicado a conciencia en el nuevo Cayenne. La segunda generación del todoterreno recoge también otras mejoras para reducir los consumos y emisiones -gasta hasta un 23% menos de media- y está ya disponible desde 62.224 euros.
El Cayenne salió a la venta a finales de 2002 y ha superado todas las previsiones: Porsche pensaba vender 20.000 al año y ha llegado a 270.000 en apenas ocho años. El nuevo se parece por fuera al anterior, pero ofrece un comportamiento más ágil en carretera y mantiene sus recursos fuera del asfalto. Y, sobre todo, ofrece un funcionamiento más limpio y ecológico a pesar de tener motores más potentes. Las claves son la reducción de peso, el nuevo cambio automático Tiptronic de ocho marchas y el sistema Start&Stop, de serie.
El Cayenne 2010 mide 4,84 metros de largo, cinco centímetros más, y es un poco más ancho. Sin embargo, parece más pequeño por fuera, porque presenta un aspecto compacto y musculoso que afila su figura. Destaca el frontal, con el capó en V de Porsche, ahora más bajo y con un diseño en cuña inspirado en el morro de un tiburón. En el lateral destacan las aletas musculosas y estrena un portón trasero más tumbado y con una luneta más moderna. Sigue pareciendo algo pesado por detrás, pero presenta un aspecto más estilizado y atractivo.
El resultado es un todoterreno de imagen más dinámica y deportiva, y con una aerodinámica notable para un 4 - 4 (CX: 0.36). Pero lo más meritorio es que a pesar de ser más grande y llevar 70 kilos más de equipamientos adicionales, pesa hasta 175 kilos menos que el anterior. Así, se ha aligerado el chasis y las puertas con aceros especiales, aplica aluminio y magnesio en la carrocería y otras piezas, y se ha eliminado la reductora. Aparte de bajar el consumo, la reducción de peso disminuye las inercias y aporta un comportamiento más eficaz en carretera.
El aumento de tamaño, cuatro centímetros más entre los ejes, mejora la habitabilidad. Destacan en especial las plazas traseras, que permiten reclinar los respaldos y desplazar la banqueta en longitud, y mantiene un maletero enorme de 670 litros (580 en el Hybrid). El diseño interior se inspira en el del Panamera y supone un salto de calidad, tanto en acabados como en materiales, que crean un ambiente exquisito.
La gama incluye cinco motores mejorados con cambio automático de ocho marchas. El básico es un 3.6 V6 de 300 CV (9,9 litros y 62.224 euros). Le siguen el 3.0 V6 Diésel de 240 CV (7,4 litros y 64.631) y el S, un 4.8 V8 de 400 CV (10,5 y 81.452). Por encima están el S Hybrid, un 3.0 V6 de 380 CV (8,2 y 84.625) y el Turbo, un 4.8 V8 de 500 CV (11,5 y 128.522).
Versión con baterías
El Cayenne tiene ya versión híbrida (S Hybrid). Cuesta 84.625 euros y reúne un motor 3.0 V6 de 333 CV y un módulo eléctrico de 47 CV con baterías de níquel metal hidruro (NiMH) situadas en la base del maletero. El conjunto suma 380 CV y va unido a un cambio Tiptronic de ocho marchas. Así, corre como un motor de ocho cilindros, pero gasta como uno de seis. El precio es 3.200 euros superior al del Cayenne S de 400 CV, pero el Hybrid gasta menos: 8,2 litros y 193 g/km de C02 (10,5 y 245 g/km en el S). Por lo demás, acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanza 242 km/h (5,9 y 248 km/h en el S).
El Cayenne Hybrid permite conducir unos dos kilómetros a menos de 60 km/h solo en modo eléctrico, por ejemplo para salir del garaje. El módulo híbrido incluye el sistema Start&Stop de arranque y parada automática en semáforos y atascos. El conjunto reduce el consumo en ciudad a cifras de un familiar compacto tipo Golf (8,7 litros). Sin embargo, sirve también como plus de potencia en aceleraciones y adelantamientos. La batería se recarga sola al desacelerar y frenar.
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