Unicaja y Cajasur acuerdan hoy la fusión pendientes del pacto laboral
Los sindicatos y las entidades negocian a contrarreloj un acuerdo
Los consejos de administración de Unicaja y Cajasur votan hoy la aprobación de la fusión de ambas entidades. Pero el acuerdo laboral sigue en el aire. Los portavoces de los sindicatos se mostraron pesimistas después de varias horas de negociación a contrarreloj. A las 21.30 horas, sindicatos y empresas acordaron suspender los contactos hasta hoy. Sectores de Cajasur y su sindicato mayoritario, Aspromonte, querían llegar al consejo de esta tarde con un pacto laboral cerrado o, al menos, de mínimos. El plazo máximo para lograr el acuerdo definitivo es el 30 de junio, cuando las asambleas de ambas cajas den la luz verde definitiva.
En los últimos días, se han levantado algunas voces dentro de Cajasur que abogan por que el consejo de administración rechace la fusión si no hay un acuerdo laboral perfilado. "Está hablando gente que no tiene voz en el consejo de administración. Y el consejo es autónomo y soberano. Si se diese esa situación, creo que no está nada claro que el resultado de la votación fuese el rechazo", afirmaba ayer un consejero, que recordaba además el riesgo real de que la caja sea intervenida por el Banco de España si fracasa la fusión.
La ruptura del proceso de unión abocaría a Cajasur a la intervención
Las posibilidades de cerrar un acuerdo laboral no fue posible ayer. Las cajas insistieron en la necesidad de duros recortes, consistentes en un ahorro de 56,7 millones de euros al año, con un coste global de unos 1.200 trabajadores, la mayoría de ellos en Cajasur. Además, presentaron a lo sindicatos una propuesta de acuerdo laboral integral que fue rechazada por la otra parte. Los sindicatos criticaron que el documento igualaba las condiciones laborales y salariales a la baja. "Plantean las mismas medidas para los trabajadores que entrarán dentro del ajuste laboral", explicó un portavoz de CC OO a Europa Press. "Y los trabajadores que se quedarán en la caja fusionada se quedarían mucho peor de lo que estaban, pues se plantean reducciones salariales para los trabajadores de Cajasur, que sumarán siete millones de euros en ahorro de costes. Mientras, se registra un empeoramiento de la seguridad de las retribuciones que hay en Unicaja", continuó.
El proceso de fusión de Unicaja y Cajasur comenzó hace poco menos de un año. La situación ruinosa de Cajasur, entidad controlada por la Iglesia y que obtuvo 596 millones de euros en pérdidas en 2009, empujó a la firma al borde de la intervención por parte del Banco de España. Décadas de gestión personalista y arriesgadas aventuras inmobiliarias dejaron a la caja agotada y adeudada. Su única salida era la unión con la malagueña Unicaja.
El camino no ha resultado nada fácil. Durante meses, la Iglesia ha luchado a cara de perro para mantener un margen de influencia en la nueva entidad: la obra social y ciertos inmuebles de la caja, entre otras cosas. Algunas fuentes de Cajasur consideran que esta defensa a ultranza ha demorado el abordaje de la negociación laboral.
La propuesta de ayer de las cajas es la última de un largo proceso de tira y afloja. En este tiempo, en la mesa laboral se han planteado distintas formas de asumir el recorte económico marcado por las cajas. Las entidades presentaron un calendario por fases en las que se buscaba el ahorro con medidas no traumáticas (prejubilaciones, bajas incentivadas). Pero si no se lograban los objetivos, se procedería a medidas duras: un Expediente de Regulación de Empleo.
Los sindicatos rechazaron la oferta. Aspromonte presentó en solitario su propio plan. Las cajas no lo aceptaron. El lunes, Unicaja y Cajasur añadieron a su oferta de fases un recorte retributivo de siete millones de euros en Cajasur para alcanzar así parte del ahorro. Pero los sindicatos rechazaron la idea al considerar que afectaba en su mayoría al conjunto de los empleados y muy poco a la cúpula de Cajasur.
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